Jesús muere en la cruz
Sacerdote: Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Fieles: Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Fieles: Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y enseguida brotó sangre y agua (Juan 19, 33-34).
Santa Faustina (Fieles): Entonces vi a Jesús clavado en la cruz. Después de estar Jesús colgado en ella vi toda una multitud de almas crucificadas con Jesús. Y vi la tercera muchedumbre de almas y la segunda de ellas. La segunda infinidad de almas no estaba clavada en la cruz, sino que las almas sostenían fuertemente la cruz, en la mano; mientras tanto la tercera multitud de almas no estaba clavada ni sostenía la cruz fuertemente, sino que esas almas arrastraban la cruz, detrás de sí y estaban descontentas. Entonces Jesús me dijo:
Jesús (Sacerdote): Todo esto es por la
salvación de las almas. Reflexiona, hija mía, sobre lo que haces tú para su
salvación (1184).
Santa Faustina (Fieles): Entonces vi a Jesús clavado en la cruz. Después de estar Jesús colgado en ella vi toda una multitud de almas crucificadas con Jesús. Y vi la tercera muchedumbre de almas y la segunda de ellas. La segunda infinidad de almas no estaba clavada en la cruz, sino que las almas sostenían fuertemente la cruz, en la mano; mientras tanto la tercera multitud de almas no estaba clavada ni sostenía la cruz fuertemente, sino que esas almas arrastraban la cruz, detrás de sí y estaban descontentas. Entonces Jesús me dijo:
Jesús (Sacerdote): Ves, esas almas que se parecen a mí en el sufrimiento y en el
desprecio, también se parecerán a mí en su gloria; y, aquellas que menos se
asemejan a mí en el sufrimiento y en el desprecio, serán menos semejantes
también en mi gloria (446).
Santa Faustina (Fieles): Entendí estas palabras en profundidad. Aquí no hay lugar para ninguna duda. Mi semejanza a Jesús debe realizarse a través del sufrimiento y de la humildad (268).
Jesús, Salvador mío, escóndeme en el fondo de tu Corazón para que
alimentada con tu gracia pueda asemejarme a ti en el amor a la cruz y
participar en tu gloria.
Sacerdote: Tú, que sufriste heridas por nosotros.
Fieles: Cristo Jesús, ten misericordia de nosotros.
Canto: Junto a la Cruz
Cruz del lecho de los enfermos,
de los niños sin un hogar,
cruz del extranjero en su patria,
del que sufre en soledad.
Quédate de pie, de pie junto a Jesús,
que tu Hijo sigue en la Cruz.
Canto: Junto a la Cruz
Cruz del lecho de los enfermos,
de los niños sin un hogar,
cruz del extranjero en su patria,
del que sufre en soledad.
Quédate de pie, de pie junto a Jesús,
que tu Hijo sigue en la Cruz.
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