viernes, 7 de marzo de 2014

Primer viernes de mes. Devoción al Sagrado Corazón de Jesús

      
      La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo. 
      La devoción al Sagrado Corazón está por encima de otras devociones porque veneramos al mismo Corazón de Dios. Pero fue Jesús mismos quien, en el siglo diecisiete, en Parayle-Monial, Francia, el 16 de junio de 1675 se le apareció y le mostró su Corazón a Santa Margarita María de Alacoque, una humilde religiosa. Su Corazón estaba rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior de su corazón salía una cruz.

jueves, 6 de marzo de 2014

La catequesis del Papa 5-03-14



 
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles de Ceniza, 5 de marzo de 2014
                                                                                        
Queridos hermanos y hermanas:

Inicia hoy, el miércoles de Ceniza, el itinerario cuaresmal que nos conduce a la celebración de la Pascua, centro de nuestra salvación. La Cuaresma es un tiempo “fuerte”, un tiempo de conversión, para vivir más auténticamente el bautismo.
En este tiempo somos invitados a tomar mayor conciencia de las maravillas que el Señor realiza por nuestra salvación. Vivir plenamente el bautismo nos ayudará a no acostumbrarnos a las difíciles situaciones de miseria, violencia, pobreza o indiferencia de Dios. Son comportamientos no cristianos y son comportamientos cómodos, que narcotizan el corazón.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Oración a la Reina de la Paz. Medjugorje

“Para que haya paz en el mundo 

debe haber paz en vuestros corazones.”




María, Madre de Dios, Madre Mía, Reina de la Paz,
pide a tu Hijo Jesús me conceda el don de la paz.
Ora por mí para obtener paz: paz en mi corazón,
paz en mi mente y alma, paz en mi familia,
paz con todos aquellos que encuentro en mi camino,
la paz de Jesús.


Jesús, mi Señor y Salvador, mi hermano,
Rey de la Paz, acudo a Ti con María, Reina de la Paz,
para pedirte humildemente el don de la paz.
Derrama sobre mí tu Espíritu Santo de la Paz.

Concédeme la paz, Jesús; paz dentro de mí,
paz en mi familia, paz en cada día de mi vida.
Da la paz a mi país y a cada nación.
Paz para todos; paz para el mundo.

Jesús, mi mediador con el Padre,
llévame al Padre para orar por la paz.
Padre, Padre de Jesús, nuestro Padre, mi Padre,
vengo a ti con tu Hijo Jesús. En Él, con Él y
a través de Él oro por la paz. Amén.


Padre Herbert Faricy


Miércoles de Ceniza 5-03-14


Con el Miércoles de Ceniza se inaugura el tiempo de Cuaresma, días de hacer camino hacia nuestro interior, dejando de lado, dentro de lo posible, el ruido en que nos vemos envueltos a diario, producto del bombardeo mediático, la confusión y la violencia que se vive a nuestro alrededor y a nivel global.
No hay más que leer el diario, poner la televisión, leer en los portales de noticias en Internet o simplemente enterarnos, mediante la cotidiana interacción en las redes sociales, del estado del mundo, del mal reinante y de la imperiosa necesidad de que se restablezca la paz en los corazones de todos más que nunca.

Mensaje del Santo Padre Francisco para la cuaresma 2014

Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8, 9)

        Queridos hermanos y hermanas:
        Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de san Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?
          La gracia de Cristo
          Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: «Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se “vació”, para ser en todo semejante a nosotros (cfr. Flp 2, 7; Heb 4, 15). ¡Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama. La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).

Mensaje de María Reina de la Paz 2-03-14

        “Queridos hijos, vengo a vosotros como Madre y deseo que en mí, como Madre, encontréis refugio, consuelo y descanso. Por lo tanto, hijos míos, apóstoles de mi amor, orad. Orad con humilde devoción, con obediencia y con plena confianza en el Padre Celestial. Tened confianza como yo la tuve, cuando me dijeron que iba a traer la Bendición prometida. Que de vuestro corazón a vuestros labios llegue siempre un: “¡Hágase Tu voluntad!” Por lo tanto, tened confianza y orad, para que pueda interceder por vosotros ante el Señor, a fin de que Él os dé la bendición celestial y os llene del Espíritu Santo. Entonces podréis ayudar a todos aquellos que no conocen al Señor; vosotros, apóstoles de mi amor, los ayudaréis a que con plena confianza puedan llamarlo “Padre”. Orad por vuestros pastores y confiad en sus manos benditas. ¡Os doy las gracias!”
Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz

Domingo 8° del tiempo ordinario 2-03-14

PRIMERA LECTURA
Libro de Isaías 49,14-15. 

       Sión decía: "El Señor me abandonó, 
mi Señor se ha olvidado de mí". 
       ¿Se olvida una madre de su criatura, 
no se compadece del hijo de sus entrañas? 
      ¡Pero aunque ella se olvide, 
yo no te olvidaré! 


Salmo 62(61),2-3.6-7.8-9. 

En Dios sólo descansa el alma mía, 
de él espero mi salvación.
Sólo él es mi roca y mi salvador, 
si es mi fortaleza, no he de vacilar.

Sólo en Dios tendrás tu descanso, alma mía, 
pues de él me viene mi esperanza.
Sólo él es mi roca y mi salvador, 
si es mi fortaleza, no he de vacilar.

En Dios están mi salvación y mi gloria, 
él es mi roca y mi fuerza, en él me abrigo.
Pueblo mío, confíen siempre en él, 
abran su corazón delante de él, 
Dios es nuestro refugio.


SEGUNDA LECTURA
Carta I de San Pablo a los Corintios 4,1-5. 

      Hermanos: 
      Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. 
      Ahora bien, lo que se pide a un administrador es que sea fiel. 
      En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano; ni siquiera yo mismo me juzgo. 
      Es verdad que mi conciencia nada me reprocha, pero no por eso estoy justificado: mi juez es el Señor. 
      Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda. 

EVANGELIO

Evangelio según San Mateo 6,24-34. 

       Dijo Jesús a sus discípulos: 
       Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. 
       Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? 
       Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? 
       ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? 
       ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. 
        Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. 
        Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! 
No se inquieten entonces, diciendo: '¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?'. 
        Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. 
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. 
        No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción. 


Comentario del Evangelio por: San Juan Crisóstomo 

"¿La vida no vale más que el alimento"

       Si verdaderamente colocamos en primer lugar las realidades espirituales, no tenemos que preocuparnos de los bienes materiales, porque Dios, en su bondad, nos los proporcionará en abundancia. Si, por el contrario, únicamente velamos por nuestros intereses materiales sin ocuparnos de nuestra vida espiritual, la preocupación constante de las cosas terrestres nos conducirá a descuidar nuestra alma… Por tanto no invirtamos el orden de las cosas. Conociendo la bondad de nuestro Señor, confiaremos totalmente en Él y no nos dejaremos agobiar por las preocupaciones de esta vida… "Vuestro Padre del cielo sabe lo que os hace falta antes de que se lo pidáis necesitáis" (Mt 6,8- 32).

Mensaje de María Reina de la Paz 25-02-14

      “Queridos hijos: veis, oís y sentís que en los corazones de mucha gente no está Dios, no lo quieren, porque están lejos de la oración y no tienen paz. Vosotros, hijos míos, orad, vivid los mandamientos de Dios. Vosotros sed oración, vosotros que, desde el principio mismo habéis dicho “sí” a mi llamada. Testimoniad a Dios y mi presencia, y no olvidéis, hijos míos, Yo estoy con vosotros y os amo. Día a día os presento a todos a mi Hijo Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz

Domingo 7° del Tiempo Ordinario Ciclo A 23-02-14

PRIMERA LECTURA
Libro del Levítico 19,1-2.17-18.
 
       El Señor dijo a Moisés:
       Habla en estos términos a toda la comunidad de Israel: Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo.
       No odiarás a tu hermano en tu corazón: deberás reprenderlo convenientemente, para no cargar con un pecado a causa de él.
       No serás vengativo con tus compatriotas ni les guardarás rencor. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.


Salmo 103(102),1-2.3-4.8.10.12-13. 


Bendice al Señor, alma mía,
alabe todo mi ser su santo Nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguno de sus beneficios.

El perdona todas tus ofensas
y te cura de todas tus dolencias.
El rescata tu vida de la tumba,
te corona de amor y de ternura.

El Señor es ternura y compasión,
lento a la cólera y lleno de amor;
No nos trata según nuestros pecados
ni nos paga según nuestras ofensas.

Como el oriente está lejos del occidente
así aleja de nosotros nuestras culpas.
Como la ternura de un padre con sus hijos
es la ternura del Señor con los que le temen.


SEGUNDA LECTURA
Carta I de San Pablo a los Corintios 3,16-23. 


          Hermanos:
         ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
¡Que nadie se engañe! Si alguno de ustedes se tiene por sabio en este mundo, que se haga insensato para ser realmente sabio.
         Porque la sabiduría de este mundo es locura delante de Dios. En efecto, dice la Escritura: El sorprende a los sabios en su propia astucia,
y además: El Señor conoce los razonamientos de los sabios y sabe que son vanos.
         En consecuencia, que nadie se gloríe en los hombres, porque todo les pertenece a ustedes: Pablo, Apolo o Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente o el futuro. Todo es de ustedes, pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios.

EVANGELIO
Evangelio según San Mateo 5,38-48. 


         Jesús, dijo a sus discípulos:
        Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
        Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
        Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;
y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
        Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
        Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
        Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
        Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.


Comentario del Evangelio por: San Francisco de Asís
“Yo os digo: no devolváis mal por mal”


       Dice el Señor: "Amad a vuestros enemigos", [haced el bien a los que os odian, y orad por los que os persiguen y calumnian] (Mt 5,44). En efecto, ama de verdad a su enemigo aquel que no se duele de la injuria que le hace, sino que, por amor de Dios, se consume por el pecado del alma de su enemigo. Y muéstrele su amor con obras.

Mensaje de María Reina de la Paz 2-02-14


       "¡Queridos hijos! Con amor maternal, quiero enseñaros la honestidad, porque quiero que, en vuestra labor como mis apóstoles, seáis correctos, decididos, y sobre todo honestos. Deseo que con la gracia de Dios estéis abiertos a la bendición. Deseo que con el ayuno y la oración obtengáis, del Padre Celestial, el conocimiento de lo natural, de lo sagrado-Divino. Llenos del conocimiento y bajo la protección de Mi Hijo y la Mía, seréis mis apóstoles que sabréis difundir la Palabra de Dios a todos aquellos que no la conocen y sabréis superar los obstáculos que se os interpongan en el camino. Hijos míos, con la bendición, la gracia de Dios descenderá sobre vosotros, y vosotros podréis conservarla con el ayuno, la oración, la purificación y con la reconciliación. Vosotros tendréis la eficacia que os pido. Orad por vuestros pastores para que el rayo de la gracia de Dios ilumine sus caminos. ¡Os doy las gracias!"
 Comentario:

          En una versión italiana se leía “deseo enseñarles la honestidad”, en la inglesa “la sinceridad”, el término original croata seguramente se presta, como tantas veces, a una u otra traducción, pero lo importante es aferrar el sentido. Cuando se suele decir que alguien es honesto suele referirse a que es honesto en un sentido en cierto aspecto exterior a sí mismo, por ejemplo no toma nada que no sea suyo. Sincero es otra cosa, es la honestidad consigo mismo y con los otros, es el que está o procura siempre estar en la verdad, ser verdadero más que veraz. El sentido más apropiado de ese ser sincero a que alude la Santísima Virgen es el empleado por el Señor en el elogio a Natanael, que encontramos en Jn 1:47, donde leemos: “Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad en quien no hay engaño” (en algunas traducciones dice “sin falsedad” o bien “sin dobleces”). Pues, eso es lo que desea nuestra Madre de sus apóstoles(1): que no engañen y que no se engañen, que no teman a la verdad y la proclamen y la busquen siempre, que se opongan y no sean partícipes de ninguna manipulación y engaño. Completa el perfil con otros dos atributos: rectitud y decisión en el obrar. 

Mensaje de María Reina de la Paz 25-01-14

       “Queridos hijos: orad, orad, orad para que el reflejo de vuestra oración influya en las personas que encontréis. Poned en vuestras familias la Sagrada Escritura en un lugar visible y leedla, para que esas palabras de paz fluyan en vuestros corazones. Oro con vosotros y por vosotros, hijos míos, para que día tras día estéis aún más abiertos a la voluntad de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz

Mensaje de María Reina de la Paz 2-01-14

       “Queridos hijos, para poder ser mis apóstoles y ayudar a todos aquellos que están en la oscuridad, a que conozcan la luz del amor de Mi Hijo, debéis tener el corazón puro y humilde. No podéis ayudar a que Mi Hijo nazca y reine en los corazones de aquellos que no lo conocen, si Él no reina —si no es Rey— en vuestro corazón. Yo estoy con vosotros. Camino con vosotros como madre. Llamo a vuestros corazones, que no se pueden abrir porque no sois humildes. Yo oro, pero también orad vosotros, amados hijos míos, para que podáis abrir a Mi Hijo un corazón puro y humilde, y recibir los dones que os ha prometido. Entonces seréis guiados por el amor y por la fuerza de Mi Hijo. Entonces seréis mis apóstoles, que difunden los frutos del amor de Dios por todas partes. Desde vosotros y por medio de vosotros, obrará Mi Hijo, porque seréis uno con Él. Esto es lo que anhela Mi Corazón materno: la unión de todos mis hijos en Mi Hijo. Con gran amor bendigo y oro por los elegidos de Mi Hijo, por vuestros pastores. ¡Os doy las gracias!”
Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz

Solemnidad de Santa María Madre de Dios 1-01-14

PRIMERA LECTURA
Libro de los Números 6,22-27. 

El Señor dijo a Moisés:
Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán:
Que el Señor te bendiga y te proteja.
Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia.
Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz.
Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.


Salmo 67(66),2-3.5.6.8. 

Que Dios tenga piedad y nos bendiga,
nos ponga bajo la luz de su rostro!
Para que conozcan en la tierra tu camino,
tu salvación en todas la naciones.

Que los poblados se alegren y te canten.
Pues tú juzgas los pueblos con justicia,
tú riges a los pueblos de la tierra.
Que los pueblos te den gracias, oh Dios,
que todos los pueblos te den gracias.

Que nos bendiga Dios, y sea temido
hasta los confines de la tierra.

SEGUNDA LECTURA
Carta de San Pablo a los Gálatas 4,4-7. 

Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley,
para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo" ¡Abba!, es decir, ¡Padre!
Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.

EVANGELIO
Evangelio según San Lucas 2,16-21. 

Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre.
Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño,
y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Angel antes de su concepción.


Comentario del Evangelio porBeato Juan Pablo II

Mensaje Urbi et Orbi del 25 de diciembre de 2002

María, madre del Príncipe de la paz (Is 9,5)

    "Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado" (Is 9, 5)… Contemplemos con María el rostro de Cristo: en aquel Niño… es Dios quien viene a visitarnos “para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (cf. Lc 1, 79). María lo contempla… interrogándose sobre el sentido de los prodigios que rodean el misterio de la Navidad.

Mensaje anual de María Reina de la Paz a Jacov Colo 25-12-13

       “Hijos míos, Jesús hoy, de manera particular, desea habitar en cada uno de vuestros corazones y compartir con vosotros cada gozo y cada dolor vuestros. Por eso, hijos míos, hoy de manera especial, mirad dentro de vuestro corazón y preguntaos si verdaderamente la paz y la alegría, con el nacimiento de Jesús, ha conquistado vuestro corazón. Hijos míos, no viváis en la oscuridad, sino anhelad la luz y la salvación de Dios. Hijos, decidíos por Jesús y entregadle a Él vuestra vida y vuestros corazones, sólo así el Omnipotente podrá trabajar en vosotros y por medio de vosotros”
Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz

Mensaje de María Reina de la Paz 25-12-13

       “¡Queridos hijos! Os traigo al Rey de la Paz, para que Él os dé su paz. Vosotros, hijos míos, orad, orad, orad. El fruto de la oración se podrá ver en los rostros de las personas que se han decidido por Dios y su Reino. Yo, con mi Hijo Jesús, os bendigo a todos con la bendición de la paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz

Mensaje de María Reina de la Paz 2-12-13


“Queridos hijos, con amor materno y materna paciencia miro vuestro continuo deambular y vuestro extravío. Por eso estoy con vosotros. Deseo sobre todo, ayudaros primero a encontraros y a conoceros a vosotros mismos, para que luego podáis conocer y admitir todo aquello que no os permite conocer sinceramente, y con todo el corazón, el amor del Padre Celestial. Hijos míos, el Padre se conoce por medio de la cruz. Por eso no rechacéis la cruz: con mi ayuda buscad comprenderla y aceptarla. Cuando seáis capaces de aceptar la cruz, comprenderéis también el amor del Padre Celestial; caminaréis con Mi Hijo y conmigo; os distinguiréis de quienes no han conocido el amor del Padre Celestial, de quienes lo escuchan pero no lo comprenden, no caminan con Él, ni lo han conocido. Yo deseo que vosotros conozcáis la verdad de Mi Hijo y seáis mis apóstoles; que como hijos de Dios, os coloquéis por encima del pensamiento humano, y siempre en todo, busquéis de nuevo el pensamiento de Dios. Hijos míos, orad y ayunad para que podáis comprender todo lo que os pido. Orad por vuestros pastores y anhelad conocer, en comunión con ellos, el amor del Padre Celestial. ¡Os doy las gracias!”

Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz

Misa de Navidad Ciclo A 25-12-2013

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (52,7-10):

       ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es rey»! Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión. Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén; el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.
Palabra de Dios

Salmo
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4.5-6

Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. 

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. 

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.

Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. 


Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (1,1-6):

       En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo. Él es reflejo. de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: «Yo seré para él un padre, y el será para mi un hijo»? Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.»

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,1-18):

        En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.   La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."» Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Palabra del Señor



Fuente: El Evangelio del Día

Solemnidad del Nacimiento del Señor 24-12-13

Misa de medianoche

Primera Lectura
Libro de Isaías 9,1-6. 

El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. 
Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia. como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín. 
         Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. 
Porque todas las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas, pasto del fuego. 
Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: "Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz". 
         Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.


Salmo 96(95),1-2a.2b-3.11-12.13. 

¡Canten al Señor un canto nuevo, 
cante al Señor toda la tierra!

Canten al Señor, bendigan su nombre,
su salvación anuncien día a día.
Cuenten su gloria a las naciones 
y a todos los pueblos sus maravillas.

¡Gozo en los cielos, júbilo en la tierra, 
bramido del mar y del mundo marino!
Muestren su júbilo el campo y todos sus frutos,
lancen vivas los árboles del bosque.

Lancen vivas delante del Señor, 
porque ya viene a juzgar a la tierra. 
Al mundo con justicia juzgará, 
y a los pueblos, según su verdad.

Segunda Lectura
Carta de San Pablo a Tito 2,11-14. 


         Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. 
         Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, 
mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. 
         El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien.


Evangelio según San Lucas 2,1-14. 


         En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. 
Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. 
         Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. 
José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, 
para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. 
         Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; 
y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. 
         De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, 
pero el Angel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: 
Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. 
         Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre". 
         Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: 
         "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!". 

SOLEMNIDAD DEL NACIMIENTO DEL SEÑOR
HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Basílica Vaticana
Martes 24 de diciembre de 2013

          1. «El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande» (Is 9,1).
          Esta profecía de Isaías no deja de conmovernos, especialmente cuando la escuchamos en la Liturgia de la Noche de Navidad. No se trata sólo de algo emotivo, sentimental; nos conmueve porque dice la realidad de lo que somos: somos un pueblo en camino, y a nuestro alrededor –y también dentro de nosotros– hay tinieblas y luces. Y en esta noche, cuando el espíritu de las tinieblas cubre el mundo, se renueva el acontecimiento que siempre nos asombra y sorprende: el pueblo en camino ve una gran luz. Una luz que nos invita a reflexionar en este misterio: misterio decaminar y de ver.