lunes, 23 de enero de 2012

Domingo 3° Tiempo Ordinario Ciclo B 22-01-12

PRIMERA LECTURA
Jon 3, 1-5. 10

Lectura de la profecía de Jonás.

La palabra del Señor fue dirigida por segunda vez a Jonás, en estos términos: "Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te indicaré". Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del Señor. Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días para recorrerla. Jonás comenzó a internarse en la ciudad y caminó durante todo un día, proclamando: "Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida". Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño. Al ver todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió.

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 24, 4-5. 6. 7-9

Muéstrame, Señor, tus caminos.

Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios
y mi salvador. 

Acuérdate, Señor, de tu compasión
y de tu amor, porque son eternos.
Por tu bondad, Señor,
acuérdate de mí según tu fidelidad. 

El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
Él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres. 

SEGUNDA LECTURA
1Cor 7, 29-31

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran nada; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran. Porque la apariencia de este mundo es pasajera.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Mc 1, 14-20

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Después, que Juan Bautista fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia". Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron. Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.

Palabra del Señor.



Alocución de S. S. Benedicto XVI para el 3° Domingo del Tiempo Ordinario.

     Este domingo cae en medio de la semana de oración por la unidad de los cristianos, que se celebra del 18 al 25 de enero. Invito cordialmente a todos a unirse en la oración que Jesús dirigió al Padre en la vigilia de su pasión: “Que todos sean uno … para que el mundo crea que tú me enviaste.”
      Este año, en particular, nuestra meditación en la Semana de oración por la unidad hace referencia a un párrafo de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, del cual se formuló el lema: “Todos seremos Transformados por la victoria de nuestra Señor Jesucristo” (cfr 1 Cor 15,51-58).
     Estamos llamados a contemplar la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, o sea su resurrección, como un evento que transforma radicalmente a cuantos creen en Él y les permite el acceso a una vida incorruptible e inmortal.
     Reconocer y acoger la fuerza transformante de la fe en Jesucristo sostiene a los cristianos en la búsqueda de la plena unidad entre ellos. 
      Este año los subsidios para la Semana de oración por la unidad de los cristianos fueron preparados por un grupo polaco. En efecto, Polonia ha tenido una larga historia de luchas valientes contra distintas adversidades y dado prueba repetidamente de gran determinación, animada por la fe. Por esto, las palabras que forman el tema que hemos recordado, tienen una resonancia y una evidencia particular para Polonia. En el curso de los siglos, los cristianos polacos han intuido espontáneamente una dimensión espiritual en su deseo de libertad y han comprendido que la verdadera victoria se puede alcanzar sólo si va acompañada por una profunda transformación interior. 
   

lunes, 16 de enero de 2012

Domingo 2° Tiempo Ordinario Ciclo B 15-01-12

PRIMERA LECTURA
1Sam 3, 3-10. 19

Lectura del primer libro de Samuel.

      Samuel estaba acostado en el Templo del Señor, donde se encontraba el Arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió: "Aquí estoy". Samuel fue corriendo adonde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, porque me has llamado".  Pero Elí le dijo: "Yo no te llamé; vuelve a acostarte". Y él se fue a acostar. El Señor llamó a Samuel una vez más. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, porque me has llamado". Elí le respondió: "Yo no te llamé, hijo mío; vuelve a acostarte". Samuel aún no conocía al Señor, y la palabra del Señor todavía no le había sido revelada. El Señor llamó a Samuel por tercera vez. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy, porque me has llamado". Entonces Elí comprendió que era el Señor el que llamaba al joven, y dijo a Samuel: "Ve a acostarte, y si alguien te llama, tú dirás: Habla, Señor, porque tu servidor escucha". Y Samuel fue a acostarse en su sitio. Entonces vino el Señor, se detuvo, y llamó como las otras veces: "¡Samuel, Samuel!". Él respondió: "Habla, porque tu servidor escucha". Samuel creció; el Señor estaba con él, y no dejó que cayera por tierra ninguna de sus palabras.

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 39, 2. 4. 7-10

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Esperé confiadamente en el Señor:
Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.
Puso en mi boca un canto nuevo,
un himno a nuestro Dios. 

Tú no quisiste víctima ni oblación;
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: "Aquí estoy". 

"En el libro de la Ley está escrito
lo que tengo que hacer:
yo amo, Dios mío, tu voluntad,
y tu ley está en mi corazón". 

Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea;
no, no mantuve cerrados mis labios,
tú lo sabes, Señor. 


SEGUNDA LECTURA
1Cor 6, 13-15. 17-20

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

      Hermanos: El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros con su poder. ¿No saben acaso que sus cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor se hace un solo espíritu con él. Eviten la fornicación. Cualquier otro pecado cometido por el hombre es exterior a su cuerpo, pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos.

Palabra de Dios.


EVANGELIO
Jn 1, 35-42

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

      Estaba Juan Bautista con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: "Éste es el Cordero de Dios". Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué quieren?". Ellos le respondieron: "Rabbí ?que traducido significa Maestro? ¿dónde vives?". "Vengan y lo verán", les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías", que traducido significa Cristo.   Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas", que traducido significa Pedro.

Palabra del Señor.

Alocución de S.S. Benedicto XVI antes del Angelus.


      En las lecturas bíblicas de este domingo - el segundo del Tiempo Ordinario - surge el tema de la vocación: en el Evangelio es la llamada de los primeros discípulos por parte de Jesús; en la primera lectura es la llamada del profeta Samuel. En ambos relatos resalta la importancia de la figura que desarrolla el papel de mediador, ayudando a las personas llamadas a reconocer la voz de Dios y a seguirla. 


      En el caso de Samuel, se trata de Elí, sacerdote del templo de Silo, donde antiguamente estaba custodiada el arca de la alianza, antes de ser transportada a Jerusalén. Una noche Samuel, que era aún un muchacho y que desde pequeño vivía al servicio del templo, por tres veces consecutivas sintió llamarse en sueños y corrió hacia Elí. Pero no era él quien lo llamaba. A la tercera vez Elí entendió, y dijo a Samuel: "y si alguien te llama, tu dirás: Habla, Señor, porque tu servidor escucha" (1 Sam 3, 9)). 

lunes, 9 de enero de 2012

El problema de quien no cree.

      “Si el ser humano sólo confía en lo que ven sus ojos, en realidad está ciego porque limita su horizonte de manera que se le escapa precisamente lo esencial.
Porque tampoco tiene en cuenta su inteligencia. Las cosas realmente importantes no las ve con los ojos de los sentidos, y en esa medida aún no se apercibe bien de que es capaz de ver más allá de lo directamente perceptible.”

Joseph Ratzinger, Dios y el mundo, p. 16


Tener fe o no tener fe, esa es la cuestión

      Hay personas con fe y personas sin fe. Personas que la tienen y viven como si no la tuvieran; y personas que no la tienen y quisieran tenerla.
      Personas que nacen en el seno de una familia cristiana y son casi genéticamente cristianas.   Personas a las que nunca nadie habló de Dios, no lo conocen y por falta de experiencia “divina” carecen de sensibilidad para las cosas espirituales. La fe no les dice nada, porque no pueden imaginar lo que es tenerla.

      Personas que perdieron la fe que alguna vez tuvieron; se les quedó por el camino y no les interesa mucho por dónde. No les dice nada porque se aburrieron de lo que creían.
      Personas ansiosas por encontrar un sentido a la rutina de sus vidas.

      En estas breves páginas, quisiera explicar al creyente (que más allá de crisis coyunturales nunca ha experimentado lo que es vivir sin fe) el problema de quien carece de fe. Porque, digámoslo de entrada, aunque no sea conciente, quien no tiene fe tiene un problema muy serio.

¿Cuál es el problema de quien carece de fe?


      Para comenzar, se pierde de conocer mucho de la realidad. Y, en concreto, lo más elevado.
      Puede alcanzar sólo una visión muy superficial de la vida humana: lo que se ve, se oye, se come, engorda, enferma, etc. Pero el hombre es bastante más que una máquina que procesa comida, trabaja y se reproduce. Quien pierde el espíritu humano (lo más valioso del hombre) pierde mucho (y la relación con Dios es la expresión más alta del espíritu humano).

      Pierde, además, la trascendencia y su vida queda así encerrada en la “cárcel” de la inmanencia de este mundo. Podrá disfrutar muchas cosas, divertirse, etc., pero su vida -considerada globalmente- se ha convertido en un camino hacia el cáncer y la tumba. Es duro, pero no cabe esperar otra cosa.

      Pierde el sentido más profundo del amor, que sin espíritu queda reducido a mero placer.
      Se le escapa el sentido más profundo de la vida (para qué vivo, dónde voy…). No sabe de dónde viene ni adónde va.

      No es capaz de alcanzar lo único que, en definitiva, realmente importa. No tiene una sola respuesta para los problemas cruciales de la existencia humana. Como reconocía un premio Nobel español, agnóstico, lleno de tristeza hacia el final de su vida: “no tengo una sola respuesta para las cosas que realmente me interesan. Soy un sabio muy especial. Un sabio que no sabe nada de lo que le importa”.

domingo, 8 de enero de 2012

Solemnidad del Bautismo del Señor 8-01-12


PRIMERA LECTURA

Vengan a tomar agua; escuchen y vivirán

Lectura del libro de Isaías

¡Vengan a tomar agua, todos los sedientos,
y el que no tenga dinero, venga también!
Coman gratuitamente su ración de trigo,
y sin pagar, tomen vino y leche.
¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta
y sus ganancias, en algo que no sacia?
Háganme caso, y comerán buena comida,
se deleitarán con sabrosos manjares.
Presten atención y vengan a mí,
escuchen bien y vivirán.
Yo haré con ustedes una alianza eterna,
obra de mi inquebrantable amor a David.
Yo lo he puesto como testigo para los pueblos,
jefe y soberano de naciones.
 Tú llamarás a una nación que no conocías,
y una nación que no te conocía correrá hacia ti,
a causa del Señor, tu Dios,
y por el Santo de Israel, que te glorifica.
¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar,
llámenlo mientras está cerca!
Que el malvado abandone su camino
y el hombre perverso, sus pensamientos;
que vuelva al Señor, y él le tendrá compasión,
a nuestro Dios, que es generoso en perdonar.
Porque los pensamientos de ustedes no son los míos,
ni los caminos de ustedes son mis caminos
- oráculo del Señor - .
Como el cielo se alza por encima de la tierra,
así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos
a los caminos y a los pensamientos de ustedes.
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
así sucede con la palabra que sale de mi boca:
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Sacarán agua con alegría de las fuentes de la Salvación

Este es el Dios de mi salvación:
yo tengo confianza y no temo,
porque el Señor es mi fuerza y mi protección;
él fue mi salvación.
Ustedes sacarán agua con alegría
de las fuentes de la salvación.
Y dirán en aquel día:
Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
anuncien entre los pueblos sus proezas,
proclamen qué sublime es su Nombre.
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso:
¡que sea conocido en toda la tierra!
¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión,
porque es grande en medio de ti
el Santo de Israel!

SEGUNDA LECTURA

El Espítitu, el agua y la sangre

Lectura de primera la carta del Apóstol san Juan

El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios;
y el que ama al Padre
ama también al que ha nacido de él.
La señal de que amamos a los hijos de Dios
es que amamos a Dios
y cumplimos sus mandamientos.
El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos,
y sus mandamientos no son una carga,
porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo.
Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe.
¿Quién es el que vence al mundo,
sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Jesucristo vino por el agua y por la sangre;
no solamente con el agua,
sino con el agua y con la sangre.
Y el Espíritu da testimonio
porque el Espíritu es la verdad.
Son tres los que dan testimonio:
el Espíritu, el agua y la sangre;
y los tres están de acuerdo.
Si damos fe al testimonio de los hombres,
con mayor razón
tenemos que aceptar el testimonio de Dios.
Y Dios ha dado testimonio de su Hijo.

Palabra de Dios.

ALELUIA

¡Aleluia!
Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. ¡Aleluia!

 EVANGELIO

Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

      “Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.
      En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: “Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección”. 

Palabra del Señor.

Alocución de S. S. Benedicto XVI antes del Angelus.

      Hoy celebramos la fiesta del Bautismo del Señor. Esta mañana he administrado el Sacramento del Bautismo a dieciséis niños, y por esto deseo proponer una breve reflexión sobre nuestro ser hijos de Dios.

    Pero, ante todo, partamos de nuestro ser sencillamente hijos: ésta es la condición fundamental que nos une a todos. No todos somos padres, pero todos seguramente somos hijos. Venir al mundo jamás es una elección, no se nos pide antes si queremos nacer. Pero durante la vida, podemos madurar una actitud libre con respecto a la misma vida: podemos acogerla como un don y, en cierto sentido, “llegar a ser” lo que ya somos: convertirnos en hijos. 

     Este pasaje marca un cambio de madurez en nuestro ser y en la relación con nuestros padres, que se llena de reconocimiento. Es un pasaje que también nos hace capaces de ser, a nuestra vez, padres, no biológicamente, sino moralmente.

Mensaje de María Reina de la Paz 2-01-12


       Cada día 2 del mes, nuestra Madre, la Virgen María, da un mensaje especial al mundo para los que ella llama "mis hijos que no conocen el amor de Dios". Concretamente para todos aquellos que no creen en Dios ni aceptan a Cristo como su Salvador.

      Queridos hijos, como madre que se preocupa por sus hijos, miro en sus corazones y veo en ellos dolor y sufrimiento; veo un pasado herido y una incesante búsqueda. Veo a mis hijos que desean ser felices pero no saben cómo. Abran sus corazones al Padre. Ese es el camino a la felicidad, el camino por el que deseo conducirlos. Dios Padre nunca deja solos a sus hijos, menos aún en el dolor y en la desesperación. Cuando comprendan esto y lo acepten serán felices. Finalizará vuestra búsqueda. Amarán y no tendrán temor. Vuestra vida será esperanza y verdad, que eso es mi Hijo. Gracias. Les imploro, oren por aquellos que mi Hijo eligió. No juzguen porque todos ustedes serán juzgados. 


Fuente:  Mensajeros de la Reina de la Paz


Comentario 

Queridos hijos, como madre que se preocupa por sus hijos, miro en sus corazones y veo en ellos dolor y sufrimiento; veo un pasado herido y una incesante búsqueda. Veo a mis hijos que desean ser felices pero no saben cómo. 

         

         A lo largo de la vida todos, alguna o muchas veces, hemos sido heridos y todos mucho o poco, lo sabe el Señor, hemos herido a otros. Si el haber sido herido es válido para todos, en cambio varía, y mucho, la sensibilidad que cada uno tiene o ha desarrollado así como la intensidad, profundidad y gravedad de la herida. 
         No todos han podido encontrar el camino de sanación y cicatrizar completamente sus llagas, por eso siguen buscando. 
         El mal hiere siempre a quien lo padece pero también a quien lo comete. Es la herida del pecado. Cuando no se ha encontrado el verdadero camino, la persona sólo acusa el dolor por el mal que le han hecho o le ha caído encima. Cuando, en cambio, se marcha hacia Dios aparece otro tipo de dolor: el dolor por el mal que se ha cometido en perjuicio de otros y el de ofender a Dios. 

         
El pasado herido, del que habla nuestra Madre, es el pasado del mal que hemos sufrido por culpa propia o ajena. Nuestro corazón no soporta ese dolor y procura quitarlo, incluso intentando arrancar el mismo pasado, en algunos casos sepultándolo en un olvido que no es olvido. Porque la historia atenaza y el pasado permanece, mostrándose humanamente imposible de cancelar. Si la herida no cicatriza y permanece abierta, la puerta de la felicidad permanecerá cerrada. 

viernes, 6 de enero de 2012

Solemnidad de la Epifanía del Señor. 6-01-12



PRIMERA LECTURA

La gloria del Señor brilla sobre ti

Lectura del libro de Isaías

¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz
y la gloria del Señor brilla sobre ti!
Porque las tinieblas cubren la tierra
y una densa oscuridad, a las naciones,
pero sobre ti brillará el Señor
y su gloria aparecerá sobre ti.
Las naciones caminarán a tu luz
y los reyes, al esplendor de tu aurora.
Mira a tu alrededor y observa:
todos se han reunido y vienen hacia ti;
tus hijos llegan desde lejos
y tus hijas son llevadas en brazos.
Al ver esto, estarás radiante,
palpitará y se ensanchará tu corazón,
porque se volcarán sobre tilos tesoros del mar
y las riquezas de las naciones llegarán hasta ti.
Te cubrirá una multitud de camellos,
de dromedarios de Madián y de Efá.
Todos ellos vendrán desde Sabá,
trayendo oro e incienso,
y pregonarán las alabanzas del Señor.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

¡Pueblos de la tierra alaben al Señor!

Concede, Señor, tu justicia al rey
y tu rectitud al descendiente de reyes,
 para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud. 

Que en sus días florezca la justicia
y abunde la paz, mientras dure la luna;
que domine de un mar hasta el otro,
y desde el Río hasta los confines de la tierra.
 que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas
le paguen tributo. 

Que los reyes de Arabia y de Sebá
le traigan regalos;
 que todos los reyes le rindan homenaje
y lo sirvan todas las naciones. 

Porque él librará al pobre que suplica
y al humilde que está desamparado.
Tendrá compasión del débil y del pobre,
y salvará la vida de los indigentes.

SEGUNDA LECTURA

Ahora ha sido revelado que también los paganos participan de la promesa.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso

      Porque seguramente habrán oído hablar de la gracia de Dios, que me ha sido dispensada en beneficio de ustedes. Fue por medio de una revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como acabo de exponérselo en pocas palabras. Al leerlas, se darán cuenta de la comprensión que tengo del misterio de Cristo, que no fue manifestado a las generaciones pasadas, pero que ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas. Este misterio consiste en que también los paganos participan de una misma herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y beneficiarios de la misma promesa en Cristo Jesús, por medio del Evangelio.

Palabra de Dios.

ALELUIA

¡Aleluia!
 y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”. ¡Aleluia!

EVANGELIO

Hemos venido de Oriente a adorar al rey.

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

      Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”.  Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.  Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías.  “En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:

‘Y tú, Belén, tierra de Judá,
ciertamente no eres la menor
entre las principales ciudades de Judá,
porque de ti surgirá un jefe
que será el Pastor de mi pueblo, Israel’”.

     
      Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: “Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje”.  Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño.    Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

Palabra del Señor.

HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Basílica Vaticana
Viernes 6 de enero de 2012


Queridos hermanos y hermanas

      La Epifanía es una fiesta de la luz. «¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!» (Is 60,1). Con estas palabras del profeta Isaías, la Iglesia describe el contenido de la fiesta. Sí, ha venido al mundo aquel que es la luz verdadera, aquel que hace que los hombres sean luz. Él les da el poder de ser hijos de Dios (cf. Jn 1,9.12).  Para la liturgia, el camino de los Magos de Oriente es solo el comienzo de una gran procesión que continúa en la historia. Con estos hombres comienza la peregrinación de la humanidad hacia Jesucristo, hacia ese Dios que nació en un pesebre, que murió en la cruz y que, resucitado, está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (cf. Mt 28,20). La Iglesia lee la narración del evangelio de Mateo junto con la visión del profeta Isaías, que hemos escuchado en la primera lectura: el camino de estos hombres es solo un comienzo. Antes habían llegado los pastores, las almas sencillas que estaban más cerca del Dios que se ha hecho niño y que con más facilidad podían «ir allí» (cf. Lc 2,15) hacia él y reconocerlo como Señor. Ahora, en cambio, también se acercan los sabios de este mundo. Vienen grandes y pequeños, reyes y siervos, hombres de todas las culturas y pueblos. Los hombres de Oriente son los primeros, a través de los siglos los seguirán muchos más. Después de la gran visión de Isaías, la lectura de la carta a los Efesios expresa lo mismo con sobriedad y sencillez: que también los gentiles son coherederos (cf. Ef 3,6). El Salmo 2 lo formula así: «Te daré en herencia las naciones, en posesión, los confines de la tierra» (Sal 2,8).


martes, 3 de enero de 2012

Tiempo precioso


      "¿Quién puede asegurarnos que mañana estaremos vivos? Escuchemos la voz de nuestra conciencia, la voz del profeta: "Si hoy escuchan su voz, no endurezcan su corazón" (Heb 3, 7-8). No posterguemos de un momento a otro lo que tenemos que hacer porque el próximo momento no nos pertenece."


*
    
 " ¡Oh, qué precioso es el tiempo! Benditos sean aquellos que saben emplearlo para hacer cosas buenas. Si al menos todos pudieran comprender qué precioso es el tiempo, indudablemente cada uno haría todo lo posible para emplearlo en modo loable."


Fuente: 

  • Padre Pío. Su testamento espiritual. (Selección por Patricia Treece)
  • En el Año de la Fe, renovemos nuestro compromiso de seguir al Señor.


          Apenas comenzado el Año Nuevo consideramos aquello que dejamos atrás en este 2011 para hacer nuestra evaluación en distintos aspectos, en lo laboral, en lo personal y también en lo espiritual. Ninguna de estas cosas van por distintos caminos, ya que el vivir de forma coherente supone que todo esta relacionado en nuestra vida como cristianos, somos siempre los mismos al relacionarnos con los demás en los diversos ámbitos en los que nos desempeñamos a diario. Una vez terminado el año nos proponemos que aquello que nos quedó pendiente en el año que termina lo consideraremos para este 2012 que recién inicia. 

          Algo que escuché en la homilía en la misa del domingo 1° de enero, me hizo reflexionar un poco sobre esto: nos decía el padre Pablo que no podemos seguir haciendo y siendo en nuestra vida lo mismo que hicimos y fuimos en el 2011. Dios nos regala un nuevo año, el tiempo en sí es un regalo de Dios y nos lo da para que en nuestra marcha por esta vida dejemos atrás aquello que no nos deja levantar la vista e ir hacia Él. 

    Intenciones de oración del Papa para el mes de Enero 2012

    CIUDAD DEL VATICANO, 30 DIC 2011 (VIS).-La intención general del Apostolado de la Oración del Papa para el mes de enero es: Para que las víctimas de desastres naturales reciban el alivio espiritual y material necesario para reconstruir sus vidas.
      Su intención misionera es : Para que el empeño de los cristianos a favor de la paz sea ocasión para dar testimonio del nombre de Cristo a todas las personas de buena voluntad.
    BXVI-INTENCIONES        VIS 20111230 (90)
    Fuente: NEWS.VA

    lunes, 2 de enero de 2012

    Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. 1-1-12

          En la Iglesia Católica, el 1º de enero es un día cargado de significados. Se recuerda hoy la circuncisión del Niño Jesús, y con esto, su pertenencia al pueblo judío. En este clima de recordar el misterio de la Encarnación y la infancia de Jesús, celebramos a María como Madre de Dios. Y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, compartimos en este día la Jornada Mundial por la Paz.

    PRIMERA LECTURA
    Núm 6, 22-27

    Lectura del libro de los Números.

          El Señor dijo a Moisés: "Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán: 'Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz'. Que ellos invoquen mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré".

    Palabra de Dios.

    SALMO
    Sal 66, 2-3. 5-6. 8

    El Señor tenga piedad y nos bendiga.

    El Señor tenga piedad y nos bendiga, 
    haga brillar su rostro sobre nosotros, 
    para que en la tierra se reconozca su dominio, 
    y su victoria, entre las naciones.

    Que canten de alegría las naciones, 
    porque gobiernas a los pueblos con justicia 
    y guías a las naciones de la tierra. 
    El Señor tenga piedad y nos bendiga.

    ¡Que los pueblos te den gracias, Señor; 
    que todos los pueblos te den gracias! 
    Que Dios nos bendiga, 
    y lo teman todos los confines de la tierra.

    SEGUNDA LECTURA
    Gál 4, 4-7

    Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.

          Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley, para redimir a los que estaban sometidos a la ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abbá!, es decir: ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.

    Palabra de Dios.

    EVANGELIO
    Lc 2, 16-21

    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

          Los pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el ángel del Señor, y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en un pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban, quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el ángel antes de su concepción.

    Palabra del Señor.

    Alocución de S. S. Benedicto XVI en el Ángelus

          Queridos hermanos y hermanas: En la liturgia de este primer día del año resuena la triple bendición bíblica, “Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz” (Nm 6,24-26). 

          El rostro de Dios lo podemos contemplar se ha hecho visible, se ha revelado en Jesús: Él es la imagen visible de Dios invisible. Y esto gracias también a la Virgen María, de la cual hoy celebramos el título más grande, aquél con el que participa en modo único en la historia de la salvación: ser Madre de Dios. En su seno el Hijo del Altísimo asumió nuestra carne, y nosotros podemos contemplar su gloria (cfr Jn 1,14), sentir su presencia de Dios-con-nosotros.