lunes, 31 de diciembre de 2012

Oración a la Sagrada Familia


¡Oh nuestro Señor Jesucristo!, que junto a tu Madre, la Virgen María, y a tu Padre San José, consagraste la magnífica virtud de la vida familiar, haz que por la intermediación de tus padres sepamos aprender del ejemplo de tu Sagrada Familia.
Elevamos nuestra sentida oración a Ti Señor para poner a nuestra familia bajo tu mirada y protección, te pedimos la acompañes, la asistas en sus necesidades, la mantengas en amorosa unión y sepas guiar sus pasos hasta conseguir estar en tu compañía en el cielo.
Ayúdame, ¡Oh Santa Virgen Madre!, junto con San José, tu casto y fiel esposo, a poder comprender el oculto esplendor de la vida sencilla y el mensaje de paz, humildad, caridad cristiana que la Sagrada Familia nos transmitió.
Te lo pedimos, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Pueden descargarse la oración desde aquí:



Fiesta de la Sagrada Familia Ciclo C 30-12-12


Jesús crecía en gracia
       El libro del Eclesiástico puede haber sido escrito alrededor el 132 a.C. El nombre del autor es Jesús, y lo conocemos por su nieto, el cual lo admiraba mucho: "...mi abuelo Jesús, después de haberse dado intensamente a la lectura de la Escritura, adquirió un gran dominio de ella". Para que, entonces, no se pierda esta sabiduría de su abuelo, decide traducir su libro afindeque los que aman la sabiduría, la aprendan. Hoy es el día de la familia, empezando por los abuelos, en efecto el texto habla de tres generaciones: "Quien honra a su padre expía sus pecados y recibirá contento de sus hijos". Un antiguo texto egipcio del 1000 a.C. reza así: "Sostén a tu madre como ella te sostuvo a ti. Ella sufrio mucho por ti al darte a la luz y, una vez nacido, te llevó en sus brazos y por tres años pegaste tu boca a su seno. Pueda ella no tener nunca que reprocharte algo, ni levantar sus manos a Dios y que éste no tenga nunca que oír sus lamentos". Honrar al padreyala madre, en el libro de tobías, se entiende como no causarles disgusto (4, 3-4); en el libro de Proverbios es cuidar que no les falte el sustento (Prov 19, 26). Para el libro del Eclesiástico, la familia es el lugar en donde se encuentra el consuelo y se sanan las heridas que "la calle" inflige: "Come con alegría tu pan y bebe de buen agrado tu vino, que Dios está contento de tus obras. Vive la vida con la mujer que amas ya que muchas son las fatigas con que te afanas bajo el sol" (Qo 9, 7). La lectura de la carta a los Colosenses tiene consejos que Pablo repetía mucho en sus cartas. La capacidad de "perdonarse mutuamente" en familia sigue siendo el fundamento de la paz.
P. Aldo Ranieri
      Esta fiesta nos hace presente la realidad tangible y palpable de la Encarnación del Hijo de Dios: nació en el seno de una familia, perteneció a un pueblo y fue heredero de una tradición y de una historia. Como todos los niños, aprendió una lengua y una cultura entre sus parientes y vecinos. En este contexto sencillo y vital, Dios quiso revelarse. Esta fiesta es una buena ocasión para renovar nuestro ruego, para que Dios esté presente en todas las familias de la tierra.

PRIMERA LECTURA
1Sam 1, 20-22. 24-28

Lectura del primer libro de Samuel.

      En aquellos días, Ana concibió, y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Samuel, diciendo: "Se lo he pedido al Señor". El marido, Elcaná, subió con toda su familia para ofrecer al Señor el sacrificio anual y cumplir su voto. Pero Ana no subió, porque dijo a su marido: "No iré hasta que el niño deje de mamar. Entonces lo llevaré y él se presentará delante del Señor y se quedará allí para siempre". Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años, una mediada de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era aún muy pequeño. Y después de inmolar el novillo, se lo llevaron a Elí. Ella dijo: "Perdón, señor mío, ¡por tu vida, señor!, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti, para orar al Señor. Era este niño lo que yo suplicaba al Señor, y él me concedió lo que le pedía. Ahora yo, a mi vez, se lo cedo a él: para toda su vida queda cedido al Señor". Después se postraron delante del Señor.

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 83, 2-3. 5-6. 9-10

¡Señor, felices los que habitan en tu Casa!

¡Qué amable es tu Morada, 
Señor del Universo!
Mi alma se consume de deseos 
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos 
por el Dios viviente. 

¡Felices los que habitan en tu Casa 
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación! 

Señor del universo, 
oye mi plegaria,
escucha, Dios de Jacob; 
protege, Dios, a nuestro Escudo
y mira el rostro de tu Ungido. 

SEGUNDA LECTURA
1Jn 3, 1-2. 21-24

Lectura de la Primera carta de san Juan.

      Queridos hermanos: ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él. Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dios con plena confianza, y él nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Su mandamiento es éste: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como él nos ordenó. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lc 2, 41-52

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

      Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados". Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?". Ellos no entendieron lo que les decía. Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.

Palabra del Señor.


Alocución del Papa Benedicto XVI para el Ángelus del domingo 30 de diciembre 2012. Fiesta de la Sagrada Familia de Nazareth
Queridos hermanos y hermanas!

      Hoy es la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret. En la liturgia el pasaje del Evangelio de Lucas presenta a la Virgen María y San José, fieles a la tradición, van a Jerusalén para la Pascua con Jesús de doce años. La primera vez que Jesús entró en el templo del Señor fue de cuarenta días después de su nacimiento, cuando sus padres habían ofrecido "un par de tórtolas o dos pichones" (Lucas 2:24), que era el sacrificio de pobres. "Lucas, cuyo evangelio está lleno de toda una teología de los pobres y la pobreza, deja en claro ... que la familia de Jesús fue contada entre los pobres de Israel, entendemos que el derecho podría crecer entre ellos el cumplimiento de la promesa" ( La infancia de Jesús, 96). Jesús hoy está de nuevo en el templo, pero esta vez tiene un papel diferente, que lo involucra en persona. Lo hace, con María y José, la peregrinación a Jerusalén según lo prescrito en la Ley (cf. Ex 23,17, 34,23 ss), a pesar de que aún no estaba en el decimotercer año de edad: un signo de la profunda religiosidad de la Sagrada Familia. Pero cuando sus padres vuelven a Nazaret, sucede algo inesperado: él, sin decir nada, se queda en la ciudad. Durante tres días, María y José lo buscan y lo encuentran en el Templo, para hablar con los maestros de la Ley (cf. Lc 2,46-47), y cuando le piden explicaciones, Jesús dice que él no tiene que preguntarse, porque es el lugar , que es su casa, con el Padre, que es Dios (cf. La infancia de Jesús, 143). "Él - Orígenes - profesa estar en el templo de su Padre, el Padre, que se ha revelado a nosotros y de la que se dice que es el Hijo» (Homilías sobre el Evangelio de Lucas, 18, 5).

domingo, 30 de diciembre de 2012

La Familia Sagrada. Canción



En un rincón del establo más
pobre en Belén una Madre
que arrulla a un Bebé 
con un canto de adoración
admirada de poder tener
en sus brazos a su Salvador.

“¡Duerme Jesús, que
la aurora ya llega a Belén!
Una estrella te viene a alumbrar
para que todos te puedan ver.
Duerme ya mi Jesús Emmanuel, 
mi tesoro y mi Salvador"

"Mira José: ¡Que pequeños
sus manos y pies! Y pensar
que es el Rey de Israel,
el caudillo que vino a salvar
a su Pueblo de la oscuridad.
Este Niño es mi Dios y mi Rey!"

Y así siguió arrullando María
a Jesús acunando en sus brazos
a Dios, y José conmovido también,
se asombra de poder formar

la Familia Sagrada con Él.



Mensaje extraordinario de la Reina de la Paz dado a Jakob Colo el día 25-12-12




     “Queridos hijos, entréguenme su vida y abandónense completamente a mí para que pueda ayudarlos a comprender mi amor materno y el amor de mi Hijo hacia ustedes. Hijos míos, yo los amo inmensamente y en particular hoy, en el día de la Natividad de mi Hijo, deseo recibir a cada uno de ustedes en mi Corazón y entregar sus vidas a mi Hijo. Hijos míos, Jesús los ama y les concede 
la gracia de vivir en Su misericordia, pero muchos  de sus corazones han sido aprisionados por el pecado y viven en las tinieblas. Por tanto, hijos míos, no esperen más, digan no al pecado y entreguen sus corazones a mi Hijo, porque
solamente así podrán vivir la misericordia de Dios y, con Jesús en sus corazones, emprender el camino de la salvación.” 



      En la última aparición diaria del 12 de setiembre de 1998, la Virgen le dijo a Jakov Colo que tendría una aparición cada año, el 25 de diciembre. Así ha ocurrido también este año. La aparición comenzó a las 14:15, y duró 10 minutos.


Solemnidad de la Natividad del Señor Ciclo C 25-12-12


Jesús es el rostro amoroso del Padre
      El evangelio presenta el tema fundamental de la teología de Juan: Jesús es la Encarnación del Amor del Padre, es decir el Hijo de María, que comunica el Padre a la humanidad. El evangelio inicia con las misma palabras del libro del Génesis. Aquí, "Al principio" mide un tiempo sin tiempo, porque habla del proyecto que el Padre imaginó, antes de la creación del mundo, de dar la existencia a una creatura a "su imagen y semejanza" (Gn 1, 26). San Pablo vuelve sobre este "Al principio" fuera de la his- toria, y nos revela cuál era la imagen de Dios sobre la cual se construiría la semejanza: "...nos ha elegido en Cristo... de antemano, para ser sus hijos adoptivos..." (Ef 1, 4-5). En el pasaje de hoy, Juan nos introduce en la intimidad misma de la trinidad: "el Hijo único que está en el seno del Padre", él se ofreció al Padre como "la imagen y semejanza" para modelar la creación del ser humano. Jesús constituye la única posibilidad ofrecida a los hombres de conocer ese misterio sin límites que es Dios y que nos supera totalmente. Y, sin embargo, curiosamente, siempre estuvo, y sigue estan- do en el ser humano, la tentación de construirse un Dios a su propia imagen y semejanza. De ahí la raíz de todas las guerras entre hermanos, desde Caín y Abel. Es el contexto histórico del 540 a.C. de la lectura del profeta Isaías: Jerusalén está destruida totalmente por los ejércitos babilónicos. Sobre esas ruinas, el profeta divisa un mensajero que trae "buenas nuevas": el retorno del Señor a esas ruinas. Isaías ni se imaginaba quién sería ese mensajero. Este día, nosotros lo celebramos: es Jesús que nos trae la paz, la presencia misma de Dios, en una humanidad que necesita contemplar el amor del Padre en el rostro de Jesús.
P. Aldo Ranieri
Como antiguamente no era costumbre registrar las fechas de los nacimientos, no sabemos con certeza el día del nacimiento de Jesús. Los primeros cristianos, al expandirse en el Imperio Romano, eligieron la fecha del 25 de diciembre porque ese día los paganos celebraban el Nacimiento del Sol. Por eso hoy celebramos el nacimiento de quien es la Luz que llega a iluminar este mundo.

PRIMERA LECTURA
Is 9, 1-6

Lectura del libro de Isaías.

      El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín. Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. Porque las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presa de las llamas, pasto del fuego. Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: "Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz". Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 95, 1-3. 11-13

Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.

Canten al Señor un canto nuevo, 
cante al Señor toda la tierra; 
canten al Señor, 
bendigan su Nombre. 

Día tras día, proclamen su victoria, 
anuncien su gloria entre las naciones, 
y sus maravillas entre los pueblos. 

Alégrese el cielo y exulte la tierra, 
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos, 
griten de gozo los árboles del bosque. 

Griten de gozo delante del Señor, 
porque él viene a gobernar la tierra: 
Él gobernará al mundo con justicia, 
y a los pueblos con su verdad. 

SEGUNDA LECTURA
Tit 2, 11-14

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a Tito.

     La gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. Él se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lc 2, 1-14

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

      Apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque donde se alojaban no había lugar para ellos. En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por él!".

Palabra del Señor.

Cristianos vayamos



Cristianos vayamos, jubilosa el alma
la estrella nos llama junto a Belén.
Hoy ha nacido el Rey de los Cielos.

CRISTIANOS ADOREMOS (3)

A NUESTRO DIOS.


Humildes pastores dejan su rebaño
y llevan sus dones al Niño Dios,
nuestras ofrendas con amor llevemos.

Bendita la noche que nos trajo el día,
bendita la noche de Navidad.
Desde un pesebre el Señor nos llama.

El Dios invisible vístese de carne,
el Rey de la Gloria llorando está,
viene a la tierra a darnos el Cielo.

La luz de la estrella que guió a los Magos
alumbra el Misterio de Navidad.
Fieles sigamos esa luz del Cielo.



Misa de gallo. Natividad del Señor 24-12-12


PRIMERA LECTURA
Is.9, 1-3.5-6

LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 

      El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande, habitaban tierras de sombra, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repetirse el botín. Porque la bota que pisa con estrépito y la túnica empapada en sangre, serán combustible, pasto del fuego. Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madían. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz. Para dilatar el principado con una paz sin limites, sobre el Trono de David y sobre su Reino. Para sostenerlo y consolarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor lo realizará.

Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL
SALMO 95

HOY NOS HA NACIDO UN SALVADOR: EL MESÍAS, EL SEÑOR

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.

Proclamad día tras día su victoria,
contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque.

Delante del Señor que ya llega,
ya llega a regir la tierra.
El juzgará el orbe con justicia
y a los pueblos con su verdad. 

SEGUNDA LECTURA
2, 11-14

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A TITO 

      Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres; enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro: Jesucristo. El se entregó por nosotros para rescatarnos de toda impiedad, y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.
Palabra de Dios
ALELUYA 
Lc 2, 10-11

Os traigo la buena noticia: nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.

EVANGELIO
2, 1- 14

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 


      En aquel tiempo salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David, que se llama Belén para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.
Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo:
--No temáis, os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
--Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que Dios ama.

Palabra del Señor

En español, la homilía del Papa Benedicto XVI en la Misa del Gallo de la Nochebuena 2012
Queridos hermanos y hermanas:
      Una vez más, como siempre, la belleza de este Evangelio nos llega al corazón: una belleza que es esplendor de la verdad. Nuevamente nos conmueve que Dios se haya hecho niño, para que podamos amarlo, para que nos atrevamos a amarlo, y, como niño, se pone confiadamente en nuestras manos. Dice algo así: Sé que mi esplendor te asusta, que ante mi grandeza tratas de afianzarte tú mismo. Pues bien, vengo por tanto a ti como niño, para que puedas acogerme y amarme.
      Nuevamente me llega al corazón esa palabra del evangelista, dicha casi de pasada, de que no había lugar para ellos en la posada. Surge inevitablemente la pregunta sobre qué pasaría si María y José llamaran a mi puerta. ¿Habría lugar para ellos? Y después nos percatamos de que esta noticia aparentemente casual de la falta de sitio en la posada, que lleva a la Sagrada Familia al establo, es profundizada en su esencia por el evangelista Juan cuando escribe: «Vino a su casa, y los suyos no la recibieron» (Jn 1,11). Así que la gran cuestión moral de lo que sucede entre nosotros a propósito de los prófugos, los refugiados, los emigrantes, alcanza un sentido más fundamental aún: ¿Tenemos un puesto para Dios cuando él trata de entrar en nosotros? ¿Tenemos tiempo y espacio para él? ¿No es precisamente a Dios mismo al que rechazamos? Y así se comienza porque no tenemos tiempo para Dios. Cuanto más rápidamente nos movemos, cuanto más eficaces son los medios que nos permiten ahorrar tiempo, menos tiempo nos queda disponible. ¿Y Dios? Lo que se refiere a él, nunca parece urgente. Nuestro tiempo ya está completamente ocupado. Pero la cuestión va todavía más a fondo. ¿Tiene Dios realmente un lugar en nuestro pensamiento? La metodología de nuestro pensar está planteada de tal manera que, en el fondo, él no debe existir.   Aunque parece llamar a la puerta de nuestro pensamiento, debe ser rechazado con algún razonamiento. Para que se sea considerado serio, el pensamiento debe estar configurado de manera que la «hipótesis Dios» sea superflua. No hay sitio para él.  Tampoco hay lugar para él en nuestros sentimientos y deseos. Nosotros nos queremos a nosotros mismos, queremos las cosas tangibles, la felicidad que se pueda experimentar, el éxito de nuestros proyectos personales y de nuestras intenciones. Estamos completamente «llenos» de nosotros mismos, de modo que ya no queda espacio alguno para Dios. Y, por eso, tampoco queda espacio para los otros, para los niños, los pobres, los extranjeros. A partir de la sencilla palabra sobre la falta de sitio en la posada, podemos darnos cuenta de lo necesaria que es la exhortación de san Pablo: «Transformaos por la renovación de la mente» (Rm 12,2). Pablo habla de renovación, de abrir nuestro intelecto (nous); habla, en general, del modo en que vemos el mundo y nos vemos a nosotros mismos. La conversión que necesitamos debe llegar verdaderamente hasta las profundidades de nuestra relación con la realidad. Roguemos al Señor para que estemos vigilantes ante su presencia, para que oigamos cómo él llama, de manera callada pero insistente, a la puerta de nuestro ser y de nuestro querer. Oremos para que se cree en nuestro interior un espacio para él. Y para que, de este modo, podamos reconocerlo también en aquellos a través de los cuales se dirige a nosotros: en los niños, en los que sufren, en los abandonados, los marginados y los pobres de este mundo.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mensaje de la Reina de la Paz 25-12-12


      La Virgen vino con el Niño Jesús en brazos y no dio ningún mensaje, pero el Niño Jesús comenzó a hablar y dijo: "Yo soy vuestra paz, vivan mis mandamientos". Con la señal de la Cruz, la Virgen y el Niño Jesús, juntos, nos bendijeron.

Comentario


      Este mensaje no conoce precedentes. En todos los años, desde que comenzó la Virgen a dar los mensajes los días 25 (1) de cada mes, nunca dejó Ella de hablarnos. Alguna vez nos dijo muy lacónicamente “oren, oren, oren”. Pero, nunca faltó a su empeño de hablarnos en esas fechas. Tampoco nunca, desde hace 31 años y medio o sea desde el comienzo de las apariciones, hubo un solo mensaje de nuestro Señor (2). Pues, ahora no sólo la Virgen no habla sino que quien lo hace es su Hijo.
        
      Todo esto puede hacernos pensar que estamos ante el cierre de una etapa o que nos encontremos quizás hasta ya próximos al mismo final de los mensajes.
       
       No es de descartar que tal impresión pueda estar condicionada porque, según se había dicho, pronto Roma dirá algo y, es de suponer también, que hará algo con respecto a Medjugorje. Es decir que el Vaticano podría disponer que se haga algo distinto de lo que estamos acostumbrados a ver y vivir.
       
       Este mensaje, en su modalidad y contenido, nos daría razones para pensar en un cambio radical a partir de ahora y el primer indicio sería justamente este cambio en la modalidad de quién da el mensaje.

Mensaje Urbi et Orbi del Papa Benedicto XVI para la Navidad 2012


«Veritas de terra orta est» – «La verdad ha brotado de la tierra» (Sal 85,12)

      Queridos hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero, feliz Navidad a todos vosotros y vuestras familias.
      Expreso mi felicitación esta Navidad, en este Año de la fe, con estas palabras tomadas del Salmo: «La verdad brota de la tierra». En realidad, en el texto del Salmo las encontramos en futuro: «La verdad brotará de la tierra»; es un anuncio, una promesa, acompañada de otras expresiones que juntas suenan así: «La misericordia y la verdad se encontrarán, / la justicia y la paz se besarán; / la verdad brotará de la tierra, / y la justicia mirará desde el cielo; / el Señor nos dará la lluvia, / y nuestra tierra dará su fruto. / La justicia marchará ante él, / la salvación seguirá sus pasos» (Sal 85,11-14).
Hoy, esta palabra profética se ha cumplido. En Jesús, nacido en Belén de la Virgen María, se encuentran realmente la misericordia y la verdad, la justicia y la paz se han besado; la verdad ha brotado de la tierra y la justicia mira desde el cielo. San Agustín explica con feliz concisión: «¿Qué es la verdad? El Hijo de Dios. ¿Qué es la tierra? La carne. Investiga de dónde nació Cristo, y verás que la verdad nació de la tierra… la verdad nació de la Virgen María» (En. in Ps. 84, 13). Y en un sermón de Navidad afirma: «Con esta festividad anual celebramos, pues, el día en que se cumplió la profecía: “La verdad ha brotado de la tierra, y la justicia ha mirado desde el cielo”. La Verdad que mora en el seno del Padre ha brotado de la tierra para estar también en el seno de una madre. La Verdad que contiene al mundo, ha brotado de la tierra para ser llevada por manos de una mujer… La Verdad a la que no le basta el cielo, ha brotado de la tierra para ser colocada en un pesebre. ¿En bien de quién vino con tanta humildad tan gran excelsitud? Ciertamente, no vino para bien suyo, sino nuestro, a condición de que creamos» (Serm. 185, 1).

lunes, 24 de diciembre de 2012

Ven Salvador


Oración de la mañana (laudes) 


HIMNO II


¡Cielos, lloved vuestra justicia!
¡Ábrete, tierra!
¡Haz germinar al Salvador!

Oh Señor, Pastor de la casa de Israel,
que conduces a tu pueblo,
ven a rescatarnos por el poder de tu brazo.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Sabiduría, salida de la boca del Padre,
anunciada por profetas,
ven a enseñarnos el camino de la salvación.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Hijo de David, estandarte de los pueblos y los reyes,
a quien clama el mundo entero,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Llave de David y Cetro de la casa de Israel,
tú que reinas sobre el mundo,
ven a libertar a los que en tinieblas te esperan.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Sol naciente, esplendor de la luz eterna
y sol de justicia,
ven a iluminar a los que yacen de sombras de muerte.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia,
tú que unes a los pueblos,
ven a libertar a los hombres que has creado.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Emmanuel, 
nuestro rey, salvador de las naciones,
esperanza de los pueblos,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!


Puedes escuchar este himno aquí: