sábado, 30 de junio de 2012

Santos Pedro y Pablo 29-06-12

      

       Jesús pregunta: "Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?". En realidad esta es la misma pregunta que vuelve a dirigir el Señor a cada uno de nosotros, para que revisemos qué lugar está ocupando él en este momento de nuestras vidas. Pedro toma la iniciativa, y es lo que Jesús estaba esperando. Y Pedro, iluminado por el Padre Celestial, responde con una clara confesión de fe: "Tú eres el  Mesías, el Hijo de Dios vivo".
     
      Jesús elogia a Pedro por haberse dejado iluminar de esa manera y le hace notar que su respuesta no viene de su inteligencia humana o de sus luces naturales. Su respuesta viene de Dios que lo ha iluminado. Pero al mismo tiempo, el Señor anuncia el lugar particular que ocupará Pedro  en su Iglesia para mantenerla en la verdadera fe. De ahí que Jesús le diga en otro momento: "Yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca. Y tú, por tu parte, confirma a tus hermanos. " (Lc. 22,32).
     
      Pablo, por otra parte, ha sido el gran evangelizador de la Iglesia primitiva; incansable e infatigable viajero, fundador de comunidades en el mundo pagano. Gracias a él, la Iglesia no quedó encerrada en las comunidades de Jerusalén, sino que pudo abrirse al mundo. 
Pedro y Pablo juntos nos recuerdan el llamado a comunicar a los hermanos la fe que hemos recibido, sabiendo que el mundo necesita de ese anuncio. Creemos que la fe puede hacer nacer un mundo nuevo. De hecho, Pedro y Pablo, con su misión, ayudaron a cambiar la sociedad pagana de aquella época.
     
      Ellos nos enseñan a alimentar una esperanza comunitaria, porque no esperamos sólo para nosotros, sino para el mundo y la historia donde estamos insertos. En realidad esta es la dinámica propia del amor, por el cual se hace particularmente presente en la historia el dinamismo del Espíritu Santo, que nos arroja a lo insospechado. Estamos llamados a vivir el gozo de cooperar con la novedad del Espíritu. Pero hay que dejar la cómoda orilla y arrojarse "mar adentro" (Lc 5, 1-11), venciendo los miedos (Mc 4, 35-41) con la mirada puesta en Cristo (Mt. 14, 22-33). Es el gozo de decir a los demás que "hemos encontrado al Mesias." (Jn. 1, 41-45).
Cuando dejamos que el Espíritu Santo -que brota del corazón del Resucitado- nos impulse en esta tarea, seguramente experimentamos las maravillas que él puede hacer en los corazones, y nos admiramos viendo lo que puede lograr su gracia.
     
       Eso es lo que vivió intensamente san Pablo, que predicaba el Evangelio "no sólo con palabras, sino también con poder y con el Espíritu Santo, con plena persuasión" (1 Tes. 1, 5). También san Pedro hablaba de este precioso Evangelio predicado "en el Espíritu Santo" (1Ped 1, 12).
     
      Es el mismo gozo de los discípulos de Emaus que sintieron "arder su corazón" junto a cristo y por eso salieron a comunicarlo a los demás: " ¡Es verdad, el Señor ha resucitado!" (Lc 24, 34).

Oración: 

      Señor, derrama sobre nosotros la esperanza activa, la confianza de que el mundo puede ser mejor si en él penetran tu luz, tu verdad, tu amor, tu vida. Danos la certeza de que comunicando tu Evangelio podremos cambiar el mundo, y derrama tu espíritu para que podamos hacerlo.

Fuente: El Evangelio de cada día

Película El libro de los Hechos

Mensaje de la Reina de la Paz 25-06-12

      
       ¡Queridos hijos! Con gran esperanza en el corazón, también hoy los invito a la oración. Cuando oran hijitos, ustedes están conmigo y buscan la voluntad de mi Hijo y la viven. Estén abiertos y vivan la oración, y que en cada momento ella sea para ustedes condimento y alegría de su alma. Yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes ante mi Hijo Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!


Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz


http://www.mensajerosdelareinadelapaz.org/
reinadelapaz@mensajerosdelareinadelapaz.org.


Publicado con el permiso de Mensajeros de la Reina de la Paz

María nos sigue llamando. 31° aniversario de las apariciones de nuestra Madre en Medjugorje.

   

      El domingo 24 de junio, Fiesta de San Juan Bautista, el precursor del Señor, se cumplieron 31 años de la primera visita de nuestra Madre, la Virgen María, al pueblo de MedjugorjeNo es casualidad la fecha y el lugar que eligió la Virgen para comenzar a dar sus mensajes al mundo a través de 6 jóvenes (Vicka, Mirjana, Ivan, Marija, Ivanka y Jakov), hoy ya adultos pero que aún siguen teniendo visitas y recibiendo los mensajes dirigidos al mundo cada día 25, los días 2 para llamar a la conversión a los que nuestra Madre llama, "aquellos que no conocen el amor de Dios" y mensajes particulares que los videntes comparten también con el mundo.

      Si leemos el Evangelio, vemos que San Juan Bautista se preparó toda su vida para llevar a cabo una misión: preparar el camino del Señor, su Venida al mundo y al pueblo de Israel para que este lo recibiera como Mesías. Dios mismo le habló en el desierto y Juan deja ese lugar y comienza a recorrer la zona del río Jordán y a predicar, y nunca habló al pueblo con palabras suaves sino duras, para que la gente tomara conciencia de la vida que llevaba:

      «Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías:

Una voz grita en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
allanen sus senderos.
Los valles serán rellenados,
las montañas y las colinas serán aplanadas.
Serán enderezados los senderos sinuosos
y nivelados los caminos desparejos.
Entonces, todos los hombres
verán la Salvación de Dios.

Juan decía a la multitud que venía a hacerse bautizar por él: «Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan los frutos de una sincera conversión, y no piensen: “Tenemos por padre a Abraham”. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego». (Evangelio de San Lucas)

domingo, 24 de junio de 2012

Señor, tu me conoces. Salmo (139) 138


SALMO 139 (138)

Mi Dios, Tú me conoces,
entiendes desde lejos mi pensar; 
adviertes mi andar y mi reposo,
conoces todos mis caminos,
y pues aún no está la palabra
en mi voz y Tú la sabes.
Delante y detrás Tú me rodeaste, 
pusiste sobre mi tu Amor. 
Grande eres y no lo puedo comprender.

¿A DONDE ME IRE DE TU ESPI-
RITU? ¿A DONDE HUIRE
DE TU PRESENCIA?
PORQUE SI FUERA A LOS CIELOS 
TE HALLARE;
Y SI TOMARA LAS ALAS DEL ALBA 
TE ENCONTRARE. 
AUNQUE HABITARA 
EN EL EXTREMO DEL MAR
TU MANO ME GUIARA, 
CONMIGO ESTARAS. (2)



Domingo 12° del Tiempo Ordinario Ciclo B 24-06-12

      Juan "Bautista" es llamado así por su misión de predicar y administrar un bautismo de preparación para la llegada del Reino de Dios. El evangelio y la tradición cristiana nos revelan que su misión fue preparada por Dios desde el mismo momento de la concepción.

PRIMERA LECTURA
Is 49, 1-6

Lectura del libro de Isaías.

      ¡Escúchenme, costas lejanas, presten atención, pueblos remotos! El Señor me llamó desde el vientre materno, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre. Él hizo de mi boca una espada afilada, me ocultó a la sombra de su mano; hizo de mí una flecha punzante, me escondió en su aljaba. Él me dijo:  "Tú eres mi Servidor, Israel, por ti yo me glorificaré". Pero yo dije: "En vano me fatigué, para nada, inútilmente, he gastado mi fuerza". Sin embargo, mi derecho está junto al Señor y mi retribución, junto a mi Dios. Y ahora, ha hablado el Señor, el que me formó desde el vientre materno para que yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. Él dice: "Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra".

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 138, 1-3. 13-15

Te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable.

Señor, Tú me sondeas y me conoces,
Tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
 y todos mis pasos te son familiares.
 
Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el vientre de mi madre:
te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras! 

Tú conocías hasta el fondo de mi alma
y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,
cuando era tejido en lo profundo de la tierra. 

SEGUNDA LECTURA
Hech 13, 22-26

Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

      En la sinagoga de Antioquía de Pisidia, Pablo decía: "Dios suscitó para nuestros padres como rey a David, de quien dio este testimonio: 'He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón, que cumplirá siempre mi voluntad'. De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús. Como preparación a su venida, Juan Bautista había predicado un bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel; y al final de su carrera, Juan Bautista decía: 'Yo no soy el que ustedes creen, pero sepan que después de mí viene Aquél a quien yo no soy digno de desatar las sandalias'. Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen a Dios".

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lc 1, 57-66. 80

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

      Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan". Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre". Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Éste pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados, y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.

Palabra del Señor.

Alocución del Papa Benedicto XVI en el Ángelus 24 junio 2012 (San Juan Bautista)
      Hoy, 24 de junio, celebramos la solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista. Si se excluye la Virgen María, el Bautista es el único santo de quien la liturgia festeja el nacimiento y lo hace porque está estrechamente relacionado con el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. 
     
      Desde el seno materno, en efecto, Juan es el precursor de Jesús: su prodigiosa concepción es anunciada por el Ángel a María como signo de que “nada es imposible a Dios” (Lc 1,37), seis meses antes del grande prodigio que nos da la salvación, la unión de Dios con el hombre es obra del Espíritu Santo. Los cuatro Evangelios resaltan la figura de Juan el Bautista, como profeta que concluye el Antiguo Testamento e inaugura el Nuevo, indicando a Jesús de Nazaret como el Mesías, el Consagrado del Señor.
     
      En efecto, será el mismo Jesús que hablará de Juan en estos términos: “Él es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino. Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que Él” (Mt 11, 10-11).
     

sábado, 23 de junio de 2012

La Imitación de Cristo. Libro 1. Capítulo 4.


PRUDENCIA EN LAS ACCIONES

     1. No hay que prestar fe a todo lo que oímos o a toda sugerencia. Al contrario: cada cosa debe ser examinada ante Dios con prudencia y magnanimidad de alma.
Muy a menudo pensamos y hablamos mal del prójimo, en vez de pensar y hablar bien. Así es nuestra miseria. Pero los varones perfectos no creen a la ligera todo lo que se les dice porque conocen la debilidad humana, propensa a la maledicencia y aficionada a la murmuración.
 2. Gran sabiduría es no ser precipitado en el obrar, ni tercamente agarrado a las propias impresiones. Gran sabiduría es, además, no creer todo lo que cuenta la gente y, en seguida, relatar a los demás cuanto hemos oído y creído.

      Prefiere hacerte guiar por un hombre mejor que tú y no caminar en pos de tu parecer. Antes de obrar toma consejo de persona prudente y de recta conciencia. La vida virtuosa hace al hombre sabio según el espíritu de Dios y experimentado en muchos asuntos. Cuánto más intimamente humilde y obediente a Dios sea uno, tanto más será prudente y medido en todos sus actos.

domingo, 17 de junio de 2012

Domingo 11° del Tiempo Ordinario Ciclo B 17-06-12


PRIMERA LECTURA
Ez 17, 22-24

Lectura de la profecía de Ezequiel.

      Así habla el Señor: "Yo tomaré la copa de un gran cedro, cortaré un brote de la más alta de sus ramas, y lo plantaré en una montaña muy elevada: lo plantaré en la montaña más alta de Israel. Él echará ramas y producirá frutos, y se convertirá en un magnífico cedro. Pájaros de todas clases anidarán en él, habitarán a la sombra de sus ramas. Y todos los árboles del campo sabrán que yo, el Señor, humillo al árbol elevado y exalto al árbol humillado, hago secar al árbol verde y reverdecer al árbol seco. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré".

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 91, 2-3. 13-16

Es bueno darte gracias, Señor.

Es bueno dar gracias al Señor, 
y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre;
proclamar tu amor de madrugada, 
y tu fidelidad en las vigilias de la noche. 

El justo florecerá como la palmera, 
crecerá como los cedros del Líbano: 
trasplantado en la Casa del Señor, 
florecerá en los atrios de nuestro Dios. 

En la vejez seguirá dando frutos, 
se mantendrá fresco y frondoso, 
para proclamar qué justo es el Señor, 
mi Roca, en quien no existe la maldad. 

SEGUNDA LECTURA
2Cor 5, 6-10

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.

      Hermanos: Nosotros nos sentimos plenamente seguros, sabiendo que habitar en este cuerpo es vivir en el exilio, lejos del Señor; porque nosotros caminamos en la fe y todavía no vemos claramente. Sí, nos sentimos plenamente seguros, y por eso, preferimos dejar este cuerpo para estar junto al Señor; en definitiva, sea que vivamos en este cuerpo o fuera de él, nuestro único deseo es agradarle. Porque todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba, de acuerdo con sus obras buenas o malas, lo que mereció durante su vida mortal.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Mc 4, 26-34

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

      Jesús decía a sus discípulos: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha". También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra". Y con muchas parábolas como éstas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.

Palabra del Señor.

Alocución del Papa Benedicto XVI para el Ángelus del domingo 17 de junio de 2012

      La liturgia de hoy nos ofrece dos breves parábolas de Jesús: la de la semilla que crece por sí misma y la de la semilla de mostaza (cfr Mc 4,26-34). A través de imágenes del mundo de la agricultura, el Señor presenta el misterio de la Palabra y del Reino de Dios, e indica las razones de nuestra esperanza y nuestro compromiso.

      En la primera parábola, la atención se centra en el dinamismo de la siembra: la semilla que se echa en el suelo, tanto si el agricultor duerme, como si está despierto, sigue creciendo y germinando por su cuenta. El hombre siembra con la confianza de que su trabajo no será infructuoso. Lo que sostiene al agricultor en sus fatigas diarias es, precisamente, la confianza en la fuerza de la semilla y en la bondad de la tierra. Esta parábola recuerda el misterio de la creación y la redención, de la obra fecunda de Dios en la historia. Es Él el Señor del Reino, el hombre es su humilde colaborador, que contempla y disfruta de la acción creadora divina y espera pacientemente sus frutos. La cosecha final nos hace pensar en la intervención conclusiva de Dios al final de los tiempos, cuando Él realizará plenamente su Reino. El tiempo presente es el tiempo de la siembra, y el crecimiento de la semilla está asegurado por el Señor. Todo cristiano, por lo tanto, sabe muy bien que debe hacer todo lo posible, pero que el resultado final depende de Dios: esta conciencia lo sostiene en la fatiga cotidiana, especialmente en situaciones difíciles. En este contexto - escribe san Ignacio de Loyola: "Actúa como si todo dependiera de ti, sabiendo muy bien que, en realidad, todo depende de Dios." (cfr Pedro de Ribadeneira, Vida de San Ignacio de Loyola, Milán, 1998).

      También la segunda parábola utiliza la imagen de la semilla. Aquí, sin embargo, se trata de una semilla específica, el grano de mostaza, considerada la semilla más pequeña de todas las semillas. A pesar de lo pequeño, sin embargo, está llena de vida, desde su despedazarse nace un brote capaz de romper el terreno, de salir a la luz del sol y de crecer hasta convertirse en " la más grande de todas las hortalizas " (cfr Mc 4,32): la debilidad es la fuerza de la semilla, el despedazarse es su poder. Así es el Reino de Dios: una realidad humanamente pequeña, compuesta por los pobres de corazón, por los que no tienen confianza en su propia fuerza, sino en la del amor de Dios, por quienes no son importantes a los ojos del mundo; y, sin embargo, precisamente a través de ellos irrumpe el poder de Cristo y transforma lo que aparentemente es insignificante.

      La imagen de la semilla es particularmente querida por Jesús, porque expresa muy bien el misterio del Reino de Dios. En las dos parábolas de hoy, representa un "crecimiento" y "contraste": el crecimiento que se produce gracias a un dinamismo presente en la semilla misma y el contraste que existe entre la pequeñez de la semilla y la grandeza de lo que produce. El mensaje es claro: el Reino de Dios - aun si exige nuestra colaboración - es, ante todo, don del Señor, la gracia que precede al hombre y sus obras. Nuestra pequeña fuerza, aparentemente impotente ante los problemas del mundo, si se suma en la de Dios, no teme ningún obstáculo, porque la victoria del Señor es segura. Es el milagro del amor de Dios, el que hace germinar y crecer cada semilla de bien esparcida en la tierra. Y la experiencia de este milagro de amor nos hace ser optimistas, a pesar de las dificultades, de los sufrimientos y del mal que encontramos. La semilla brota y crece, porque la hace crecer el amor de Dios. Que la Virgen María, que acogió como "tierra buena" la semilla de la Palabra de Dios, fortalezca en nosotros esta fe y esta esperanza

Fuente: 
Publicado con el permiso de San Pablo y Ecclesia Digital

Los Sagrados Corazones de Jesús y de María

      
      San Juan Eudes (1601-1680) fue el iniciador de la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. El culto al Sagrado Corazón de Jesús recibió luego un fuerte impulso gracias a las revelaciones de santa Margarita María de Alacoque (1641-1682) y las publicaciones de su confesor, el beato Claudio de la Colombiére (1641-1682).

      Este santo escribió el tratado sobre el admirable Corazón de Jesús: Fuente de salvación y de vida verdadera

      Predicador incansable, promovió y difundió la devoción y celebración de su fiesta en Francia y otros países. Fundó en 1643 la Congregación de Jesús y María. El Papa san Pío X le dio el título de "Padre, Doctor y Apóstol".

      El 8 de diciembre de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, el Papa Pío XII consagró el mundo al Corazón Inmaculado de María.

María en Medjugorje habla sobre los Sagrados Corazones.


      "El mundo vive en medio de fuertes tensiones y está al borde de la catástrofe. No juzguen, no calumnien y no desprecien. Den sólo amor, bendigan a sus adversarios y oren por ellos. Sé bien que son capaces de hacerlo. Les aconsejo que oren todos los días, por lo menos durante 5 minutos, a los Sagrados Corazones para que les den el don del amor divino, con el que podrán amar a sus enemigos."

      "¡Oren! Ustedes pueden hacerlo todo con la oración. Coloquen en sus hogares una imagen de los Corazones de Jesús y de María." (11-11-83)

      "Conságrense al Corazón Inmaculado. Entréguense completamente. Yo los protegeré. Oraré al Espíritu Santo. Ustedes también récenle." (2-08-83)

      (A Jelena) Dediquen cinco minutos al Sagrado Corazón. (2-07-83)

      "Oren y ayunen. Deseo que profundicen su vida de oración. Recen cada mañana la oración de Consagración al Corazón de María. Háganlo en familia. Recen cada mañana el Ángelus; el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria, cinco veces en honor a la Santa Pasión y una sexta por el Santo Padre, el Papa. Recen después el Credo y la oración al Espíritu Santo, y si es posible sería bueno que se rezara cinco misterios del Rosario." (27-01-84)

Oraciones de Consagración:

       Al Sagrado Corazón de Jesús:

Oh Jesús, sabemos que Tú eres manso y humilde de corazón y que has ofrecido Tu Corazón por nosotros. Está coronado de espinas por nuestros pecados. Sabemos que incluso hoy Tú pides por nosotros, a fin de que no nos perdamos. Jesús, acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado. Por medio de Tu Corazón Sacratísimo, haz que nos amemos unos a otros. Haz que el odio desaparezca entre los hombres. Muéstranos Tu amor, todos nosotros Te amamos y queremos que nos protejas con Tu Corazón de Buen Pastor. ¡Entra a cada corazón, oh Jesús! ¡Llama a la puerta de nuestros corazones! Sé paciente y perseverante. Nosotros seguimos cerrados porque aún no hemos entendido Tu voluntad. Llama continuamente, oh Jesús, y haz que Te abramos nuestros corazones, al menos en el momento en que recordemos Tu Pasión sufrida por nosotros. Amén.

      Al Inmaculado Corazón de María:

Oh Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad, muéstranos tu amor por nosotros. Haz que la llama de tu Corazón, oh María, descienda sobre todos los hombres. Nosotros te amamos inmensamente. Imprime el amor verdadero en nuestros corazones. Haz que nuestros corazones tengan un deseo continuo de Ti. Oh María, dulce y humilde de corazón. Acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado. Tú sabes que todos los hombres pecan. Por medio de tu Corazón Inmaculado y materno, haz que seamos sanados de toda enfermedad espiritual. Haznos capaces de contemplar la bondad de tu Corazón maternal, a fin de que podamos convertirnos por la llama de tu Corazón. Amén.

Pueden bajar estas oraciones desde aquí:


Fuente:
  • La Virgen María y todas las advocaciones de la República Argentina
  • Mensajes para crecer y para recordar (Mensajeros de la Reina de la Paz - 1995)
  • Corazones.org

viernes, 15 de junio de 2012

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús


      ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo! Adoro reverentemente tu Corazón, inflamado en amor nuestro y herido por nuestros pecados. Quiero ratificar cada día mi consagración bautismal a Ti y servirte fielmente según ella 
por amor.
      Me uno a tus designios de redención y salvación y quiero hacer del Sacrificio de la Cruz y de la misa el centro de mi vida, que me impulses a crecer en tu amor y cooperar a la expansión de tu Reino en el mundo entero.
      ¡Oh Jesús, vivo y glorioso en el cielo y en el Sagrario! Me entrego del todo a ti y confío plenamente en ti todos los momentos de mi vida y sobre todo en la hora de mi muerte que acepto humildemente desde este momento como la mayor muestra de acatamiento y gratitud al amor de tu Corazón.
      ¡Oh Corazón de Jesús, me entrego a Ti por manos de tu Madre! Espero que no quedará frustrada mi esperanza.
      Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. Amén.      

Para descargar esta oración hacerlo desde aquí:



Fuente: Devocionario para el cristiano

Reparar el mal

      
      Celebramos hoy la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. El 16 de junio de 1675 el señor se apareció a santa Margarita María de Alacoque y le mostró su corazón que ama a los hombres y sufre por sus actitudes. Al amor de Cristo el ser humano responde con ingratiutd y desprecio. Es preciso, por tanto, reparar ese mal y hacer lo posible para que el ser humano ame más a Cristo y deje de ser ingrato con él. Ese es el sentido de esta solemnidad y de esta devoción al Sagrado Corazón de Jesús. El destinatario es Cristo y el beneficiado siempre será el ser humano. Ahora nos corresponde a nosotros hacer lo posible para lograr esa reparación. Eso pide Dios y eso necesita el mundo.

Acto de desagravio al Sagrado Corazón de Jesús.

      Señor Jesús, cuyo inmenso amor a los hombres no ha recibido en pago, de los ingratos más que olvido, negligencias y menosprecio: míranos postrados ante tu altar para reparar, con especiales homenajes de honor, la frialdad indigna de los hombres y las injusticias con que, en todas partes, hieren tu amante Corazón.

      Pero recordando que también nosotros alguna vez nos manchamos con tal indignidad, de la cual nos dolemos ahora vivamente, deseamos, ante todo, obtener para nuestras almas tu divina misericordia, dispuestos a reparar, con voluntaria expiación, no sólo nuestros propios pecados, sino también los de aquellos que, alejados del camino de la salvación y obstinados en su infidelidad, o no quieren seguirte como pastor y Guía, o conculcando las promesas del bautismo, han sacudido el suave yugo de tu ley.

      Nosotros queremos expiar esos pecados, especialmente la deshonestidad de la vida y de los vestidos, la pornografía, las innumerables asechanzas tendidas contra las almas inocentes, la profanación de los días festivos, las injurias proferidas contra tí y contra tus santos, los insultos dirigidos a tu Vicario y al orden sacerdotal, las negligencias y sacrilegios con que es profanado el mismo Sacramento del Amor y, en fin, los públicos pecados de las naciones que oponen resistencia a los derechos y al Magisterio de la Iglesia por ti fundada.

      ¡Ojalá nos fuese dado lavar tantos crímenes con nuestra propia sangre! Mas, entre tanto, como reparación del amor divino conculcado, uniéndola con la expiación de la Virgen, tu santísima Madre, de los santos y de las almas buenas, te ofrecemos la satisfacción que tú mismo ofreciste un día sobre la cruz al eterno Padre y que diariamente se renueva en nuestros altares, prometiendo de todo corazón que, en cuanto sea posible y con el auxilio de tu gracia, reparemos los pecados propios  y ajenos, y la indiferencia de las almas hacia tu amor, oponiendo la de la firmeza de la fe, la inocencia de la vida y la observancia perfecta de la ley evangélica, sobre todo de la caridad, mientras nos esforzamos, además, por impedir que seas injuriado y por atraer a cuantos podamos para que vayan en tu seguimiento.

      ¡Benignísimo Jesús! Por intecesión de la santísima Virgen María reparadora, te suplicamos que recibas este voluntario acto de expiación; concédenos que seamos fieles a tus mandatos y a tu servicio hasta la muerte, y otórganos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, en donde, en unión del Padre y del Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.      


Pueden descargarse esta oración desde aquí:


Fuente: 
  • Encuentro con la palabra (Ciclo B)
  • Mi libro de oraciones

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús 15-06-12


      Para comprender el sentido de esta devoción, podemos recordar el simbolismo teológico del concepto "corazón": "Corazón significa el centro más íntimo de la persona humana, centro desde el cual el hombre se relaciona original y totalmente con las demás personas. El corazón es la unidad original y configuradora de los comportamientos de una persona. Sólo las personas tienen centro de la "existencia" y sus comportamientos son "cordiales", o sea, nacen de un punto central común e íntimo que los reúne a todos y les acuña su último sentido" (Karl Rahner, Escritos de Teología, T. III).

Lectura de la profecía de Oseas.
Os 11, 1. 3-4. 8-9

      Así habla el Señor: Cuando Israel era niño, Yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba. Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer. Mi corazón se subleva contra mí y se enciende toda mi ternura: no daré libre curso al ardor de mi ira, no destruiré otra vez a Efraím. Porque yo soy Dios, no un hombre: soy el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.

Palabra de Dios.

Comentario

¿Cómo ama Dios? Con un corazón totalmente apasionado. Por eso toma las fuertes experiencias del amor humano ?la de un padre o una madre por su criatura, la de los amantes que no se pueden dejar uno a otro? para decirnos cómo y cuánto nos ama. Dejémonos atrapar por este amor.

SALMO
Sal Is 12, 2-6

Sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación.

Éste es el Dios de mi salvación: 
yo tengo confianza y no temo, 
porque el Señor es mi fuerza 
y mi protección; 
Él fue mi salvación. 

Ustedes sacarán agua con alegría 
de las fuentes de la salvación. 
Den gracias al Señor, 
invoquen su Nombre, 
anuncien entre los pueblos sus proezas, 
proclamen qué sublime es su Nombre. 

Canten al Señor 
porque ha hecho algo grandioso: 
¡que sea conocido en toda la tierra! 
¡Aclama y grita de alegría, 
habitante de Sión, 
porque es grande en medio de ti 
el Santo de Israel! 

LECTURA
Éf 3, 8-12. 14-19

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.

      Hermanos: Yo, el menor de todos los santos, he recibido la gracia de anunciar a los paganos la insondable riqueza de Cristo, y manifestar a todos la dispensación del misterio que estaba oculto desde siempre en Dios, el creador de todas las cosas, para que los Principados y las Potestades celestiales conozcan la infinita variedad de la sabiduría de Dios por medio de la Iglesia. Éste es el designio que Dios concibió desde toda la eternidad en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien nos atrevemos a acercarnos a Dios con toda confianza, mediante la fe en él. Por eso doblo mis rodillas delante del Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra. Que él se digne fortificarlos por medio de su Espíritu, conforme a la riqueza de su gloria, para que crezca en ustedes el hombre interior. Que Cristo habite en sus corazones por la fe, y sean arraigados y edificados en el amor. Así podrán comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios.

Palabra de Dios.

Comentario

¿Habrá forma de medir el amor de Dios? Es incontenible en el universo e incomprensible en nuestra mente. Siendo nosotros tan pequeños y pecadores, mezquinos tantas veces en nuestros sentimientos y acciones, somos amados por un amor tan grande. Ante este amor no nos queda más que la gratitud y la alabanza.

EVANGELIO
Jn 19, 31-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

      Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne. Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua. El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: "No le quebrarán ninguno de sus huesos". Y otro pasaje de la Escritura, dice: "Verán al que ellos mismos traspasaron".

Palabra del Señor.

Comentario

"Esto es amor en su forma más radical. Poner la mirada en el costado traspasado de Cristo, del que habla Jn 19, 37, ayuda a comprender este punto: 'Dios es amor'. Es allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar" (Benedicto XVI, "Deus caritas est")

Fuente: San Pablo