lunes, 26 de noviembre de 2012

Mensaje de la Reina de la Paz 25-11-12



      
       "¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a todos ustedes a renovar la oración. Ábranse a la Santa Confesión, para que cada uno de ustedes pueda aceptar mi llamada con todo el corazón. Estoy con ustedes y los protejo de la perdición del pecado, y ustedes deben abrirse al camino de la conversión y de la santidad, para que vuestro corazón arda de amor por Dios. Concédanle tiempo, y Él se donará a ustedes, y así, en la voluntad de Dios, podrán descubrir el amor y la alegría de vivir. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"

Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz

http://www.mensajerosdelareinadelapaz.org/ 

reinadelapaz@mensajerosdelareinadelapaz.org

Publicado con el permiso de Mensajeros de la Reina de la Paz.

La vía que os conduce a su Reino

Mensaje dado por nuestra Madre al Padre Stefano Gobbi, fundador del Movimiento Sacerdotal Mariano.


Fort Lauerdale (Florida-U.S.A.), 23 de noviembre de 1986
Fiesta de Cristo Rey


La vía que os conduce a su Reino.

      «Hoy, en la gloria del Paraíso y en la luz purificadora del Purgatorio, acojo el homenaje de toda la Iglesia terrena  y peregrina para ofrecer, junto con todos vosotros, la corona de Su realeza a Jesucristo nuestro Dios, nuestro Salvador y nuestro Rey.
      Jesús debe reinar ante todo en los corazones y en las almas de todos, porque la suya es una realeza de Gracia, de santidad, y de amor.
      Cuando Jesús reina en el alma de una criatura, es tranformada por una luz divina, que la hace cada día más bella, luminosa, santa y amada por Dios.
      Por esto, mi deber maternal es alejar de las almas de mis hijos toda sombra de pecado, cualquier insidia de egoísmo, todo predominio de pasión para guiar a todos por el camino de una gran santidad.
      Entonces Jesús puede verdaderamente instaurar su Reino en vuestro corazones y en vuestras almas y vosotros pasáis a ser el precioso dominio de Su divina Realeza.
      Jesús debe reinar en las familias, que deben abrirse , como brotes, al sol de su Realeza.
Por esto obro Yo en estos tiempos, a fin de que las familias crezcan en armonía y en paz, en comprensión y en concordia, en unidad y fidelidad.
      Jesús debe reinar en toda la humanidad, para que sea un nuevo jardín, donde la Santísima Trinidad reciba encanto y belleza, amor y perfume de toda criatura y, siendo así, glorificada, ponga su morada habitual entre vosotros.
      Por esto obro Yo fuertemente hoy para guiar a toda la humanidad por el camino de su retorno a Dios, por medio de la conversión, de la oración y de la penitencia.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Solemnidad de Cristo Rey del Universo Ciclo B 25-11-12

      Llegamos al fin del año litúrgico y la Iglesia nos presenta el final esperado de la historia: la manifestación de Cristo Rey. El año se transforma así en una gran metáfora del camino que hace la humanidad hasta encontrarse con su verdadero destino: un mundo en donde reine la paz y el amor, porque reina el Señor.

LECTURA
Dn 7, 13-14

Lectura de la profecía de Daniel.

      Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; Él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido.

Palabra de Dios.
                  
SALMO
Sal 92, 1-2. 5

¡Reina el Señor, revestido de majestad!

¡Reina el Señor, revestido de majestad!
El Señor se ha revestido de majestad,
se ha ceñido de poder. 

El mundo está firmemente establecido:
¡no se moverá jamás! 
Tu trono está firme desde siempre,
Tú existes desde la eternidad. 

Tus testimonios, Señor, son dignos de fe,
 la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos. 

PRIMERA LECTURA
Apoc 1, 5-8

Lectura del libro del Apocalipsis.

      Jesucristo es el "Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes de la tierra". Él nos ama y nos liberó de nuestros pecados, por medio de su sangre, e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén. Él viene sobre las nubes y todos lo verán, aun aquéllos que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén. Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.

Palabra de Dios.

Aleluya. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! Aleluya.

EVANGELIO
Jn 18, 33b-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

      Pilato llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres tú el rey de los judíos?". Jesús le respondió: "¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?". Pilato replicó: "¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?". Jesús respondió: "Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí". Pilato le dijo: "¿Entonces tú eres rey?". Jesús respondió: "Tú lo dices: Yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz".

Palabra del Señor.


En español, la alocución de Benedicto XVI previa al rezo del Angelus, domingo 25-11-2012 (Cristo Rey)

      Hoy la Iglesia celebra a Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo. Esta solemnidad se coloca al término del año litúrgico y resume el misterio de Jesús «primogénito de los muertos y dominador de todos los poderosos de la tierra» (Oración Colecta Año B), ensanchando nuestra mirada hacia la plena realización del Reino de Dios, cuando Dios será todo en todos (Cfr. 1 Co 15, 28). 

      San Cirilo de Jerusalén afirma: «Nosotros anunciamos no sólo la primera venida de Cristo, sino también una segunda mucho más bella que la primera. La primera, en efecto, fue una manifestación de padecimiento, la segunda trae la diadema de la realeza divina; en la primera fue sometido a la humillación de la cruz, en la segunda está rodeado y glorificado por una multitud de ángeles » (Catequesis XV,1 Illuminandorum, De secundo Christi adventu: PG 33, 869 A).

Cristo Rey del Universo


Jesús, Señor tu eres Rey

¡Jesús, Señor tu eres Rey!
¡Jesús, señor tu eres Rey!
Y por siempre durará tu descendencia
y tu trono junto al Padre como el sol brillará.

Y como luna, testigo fiel en el cielo
así tu reino será firme y con María vencerá.


domingo, 18 de noviembre de 2012

Domingo 33° del Tiempo Ordinario Ciclo B 18-11-12


PRIMERA LECTURA
Dn 12, 1-3

Lectura de la profecía de Daniel.

      En aquel tiempo, se alzará Miguel, el gran Príncipe, que está de pie junto a los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de tribulación, como no lo hubo jamás, desde que existe una nación hasta el tiempo presente. En aquel tiempo, será liberado tu pueblo: todo el que se encuentre inscrito en el Libro. Y muchos de los que duermen en el suelo polvoriento se despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el horror eterno. Los hombres prudentes resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que hayan enseñado a muchos la justicia brillarán como las estrellas, por los siglos de los siglos.

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 15, 5. 8-11

Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti.

El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,
¡Tú decides mi suerte!
Tengo siempre presente al Señor:
Él está a mi lado, nunca vacilaré. 

Por eso mi corazón se alegra,
se regocijan mis entrañas
y todo mi ser descansa seguro:
porque no me entregarás a la muerte
ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. 

Me harás conocer el camino de la vida,
saciándome de gozo en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha.

SEGUNDA LECTURA
Heb 10, 11-14. 18

Lectura de la carta a los Hebreos.

      Hermanos: Los sacerdotes del culto antiguo se presentan diariamente para cumplir su ministerio y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios, que son totalmente ineficaces para quitar el pecado. Cristo, en cambio, después de haber ofrecido por los pecados un único Sacrificio, se sentó para siempre a la derecha de Dios, donde espera que sus enemigos sean puestos debajo de sus pies. Y así, mediante una sola oblación, Él ha perfeccionado para siempre a los que santifica. Y si los pecados están perdonados, ya no hay necesidad de ofrecer por ellos ninguna otra oblación.

Palabra de Dios.

Aleluya. Estén prevenidos y oren incesantemente: así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre. Aleluya.

EVANGELIO
Mc 13, 24-32

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

      Jesús dijo a sus discípulos: "En aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán. Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria. Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte. Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre".

Palabra del Señor.

En español, la alocución previa al Ángelus del Papa Benedicto XI
      En este penúltimo domingo del año litúrgico se proclama, en la redacción de Marcos, una parte de las palabras de Jesús sobre los últimos tiempos, en término técnico “escatológico” (Cfr. Mc 13, 24-32).
      Estas palabras se encuentran, con algunas variantes, también en Mateo y Lucas, y es probablemente el texto más difícil de los Evangelios. Esta dificultad deriva, tanto del contenido como del lenguaje: en efecto, se habla de un futuro que supera nuestras categorías, y por esto Jesús utiliza imágenes y palabras tomadas del Antiguo Testamento, pero, sobre todo, coloca un nuevo centro, que es Él mismo, el misterio de su persona y de su Muerte y Resurrección.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

La Imitación de Cristo. Libro 1. Capítulo 9. Es verdad...


2. Es verdad que cada uno prefiere obrar a su antojo y que elije las personas que opinan como él. Pero si queremos que Dios esté entre nosotros, es necesario abandonar a veces nuestro parecer por amor a la paz. 
¿ Hay persona tan docta que lo sepa todo? No debes, pues confiar demasiado en tus impresiones, sino escuchar atentamente también la opinión de los demás. Aunque tu punto de vista fuera exacto, si, por amor a Dios, lo abandonas para seguir el ajeno, sacarás mucho provecho para tu alma.


domingo, 11 de noviembre de 2012

La Imitación de Cristo. Libro 1. Capítulo 9.

OBEDIENCIA Y SUMISIÓN

1.   Cosa muy valiosa es estar sujetos, vivir sometidos a un superior y no disponer de sí mismo. Es más seguro obedecer que mandar. Muchos están sometidos más por fuerza que por amor y por eso sufren y critican con toda imprudencia. Jamás llegarán a la libertad de espíritu si su sumisión no procede de los profundo del corazón y si no está arraigada en Dios.
     Aunque tú andes de un lado para otro, no hallarás la paz sino en la humilde sujeción de un superior que te guíe. El soñar continuamente el cambio de lugar ha engañado a muchos.

Domingo 32° del Tiempo Ordinario Ciclo B 11-11-12


PRIMERA LECTURA
1Rey 17, 8-16

Lectura del primer libro de los Reyes.

        La palabra del Señor llegó al profeta Elías en estos términos: "Ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y establécete allí; ahí yo he ordenado a una viuda que te provea de alimento". Él partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba juntando leña. La llamó y le dijo: "Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber". Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: "Tráeme también en la mano un pedazo de pan". Pero ella respondió: "¡Por la vida del Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un puñado de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña, entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos". Elías le dijo: "No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así habla el Señor, el Dios de Israel: El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo". Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo. El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías.

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 145, 6c-10

¡Alaba al Señor, alma mía! O bien: Aleluya.

El Señor mantiene su fidelidad para siempre,
hace justicia a los oprimidos
y da pan a los hambrientos.
El Señor libera a los cautivos. 

El Señor abre los ojos de los ciegos
y endereza a los que están encorvados.
El Señor ama a los justos
y protege a los extranjeros. 

Sustenta al huérfano y a la viuda
y entorpece el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión,
a lo largo de las generaciones. 

SEGUNDA LECTURA
Heb 9, 24-28

Lectura de la carta a los Hebreos.

        Cristo no entró en un santuario erigido por manos humanas ?simple figura del auténtico Santuario? sino en el cielo, para presentarse delante de Dios en favor nuestro. Y no entró para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como lo hace el Sumo Sacerdote que penetra cada año en el Santuario con una sangre que no es la suya.   Porque en ese caso, hubiera tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. En cambio, ahora él se ha manifestado una sola vez, en la consumación de los tiempos, para abolir el pecado por medio de su Sacrificio. Y así como el destino de los hombres es morir una sola vez, después de lo cual viene el Juicio, así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, aparecerá por segunda vez, ya no en relación con el pecado, sino para salvar a los que lo esperan.

Palabra de Dios.

Aleluya. Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Aleluya.

EVANGELIO
Mc 12, 38-44

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

        Jesús enseñaba a la multitud: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Éstos serán juzgados con más severidad". Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir".
      Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir".

Palabra del Señor.


En español, la alocución del Papa Benedicto XVI previa al Ángelus del domingo 11 noviembre 2012

        La Liturgia de la Palabra de este domingo nos presenta como modelos de fe las figuras de dos viudas. Nos las presenta paralelamente: una en el Primer libro de los Reyes (17,10-16), la otra en el Evangelio de Marcos (12,41-44). Ambas mujeres son muy pobres, y justo en esta condición demuestran una gran fe en Dios.
        La primera aparece en el ciclo de las narraciones sobre el profeta Elías. Él durante un tiempo de carestía, recibe del Señor la orden de acudir a las proximidades de Sidón, fuera de Israel, en territorio pagano. Ahí encuentra a esta viuda y le pide agua de beber y un poco de pan. La mujer le responde que solamente le queda solo un puñado de harina y un poco de aceite, pero, porque el profeta insiste y le promete, que, si lo escuchará, harina y aceite no faltarán, satisface su petición y es recompensada.

sábado, 10 de noviembre de 2012

La Imitación de Cristo. Libro 1. Capítulo 8. La caridad...


2. La caridad hay que profesarla hacia todos, pero hay que evitar la familiaridad. Sucede, en algunos casos, que alguien que no conocemos brille por su buena fama y que, más tarde, su sola presencia nos fastidie.
Por otra parte, a veces pensamos complacer a una persona con nuestra visita y sucede que le desagradamos porque ella ve algo reprobable en nuestras costumbres.


viernes, 9 de noviembre de 2012

La Imitación de Cristo. Libro 1. Capítulo 8

COMO EVITAR LA 
EXCESIVA FAMILIARIDAD

     1. No descubras tu corazón a cualquiera (Eclo. 8, 19). Tus problemas trátalos con quien posea la sabiduría y el temor de Dios.
Conversa poco con los inexpertos y los desconocidos. No adules a los ricos, ni te gustes mostrarte entre grandes. Unete con los humildes y los sencillos, con los piadosos y los virtuosos, y con ellos trata de argumentos que favorezcan  tu santificación. No tengas familiaridad con ninguna mujer, pero encomienda a Dios todas las mujeres buenas. Esfuérzate en vivir únicamente unido a Dios y a sus ángeles y evita el ser conocido de los hombres.

      

martes, 6 de noviembre de 2012

Domingo 31° del Tiempo Ordinario Ciclo B 4-11-12


LECTURA
Deut 6, 1-6

Lectura del libro del Deuteronomio.

       Moisés habló al pueblo diciendo: Éste es el mandamiento, y éstos son los preceptos y las leyes que el Señor, su Dios, ordenó que les enseñara a practicar en el país del que van a tomar posesión, a fin de que temas al Señor, tu Dios, observando constantemente todos los preceptos y mandamientos que yo te prescribo, y así tengas una larga vida, lo mismo que tu hijo y tu nieto. Por eso, escucha, Israel, y empéñate en cumplirlos. Así gozarás de bienestar y llegarás a ser muy numeroso en la tierra que mana leche y miel, como el Señor, tu Dios, te lo ha prometido. Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy.

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 17, 2-4. 47. 51ab

Yo te amo, Señor, mi fortaleza.

Yo te amo, Señor, mi fuerza, Señor,
mi Roca, mi fortaleza y mi libertador. 

Mi Dios, el peñasco en que me refugio,
mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoqué al Señor, que es digno de alabanza
y quedé a salvo de mis enemigos. 

¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca!
¡Glorificado sea el Dios de mi salvación!
Él concede grandes victorias a su rey
y trata con fidelidad a su Ungido. 

PRIMERA LECTURA
Heb 7, 23-28

Lectura de la carta a los Hebreos.

      Hermanos: En la antigua Alianza los sacerdotes tuvieron que ser muchos, porque la muerte les impedía permanecer; pero Jesús, como permanece para siempre, posee un sacerdocio inmutable. De ahí que él puede salvar en forma definitiva a los que se acercan a Dios por su intermedio, ya que vive eternamente para interceder por ellos. Él es el Sumo Sacerdote que necesitábamos: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado por encima del cielo. Él no tiene necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus pecados, y después por los del pueblo. Esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. La Ley, en efecto, establece como sumos sacerdotes a hombres débiles; en cambio, la palabra del juramento ?que es posterior a la Ley? establece a un Hijo que llegó a ser perfecto para siempre.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Mc 12, 28b-34

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

      Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es el primero de los mandamientos?". Jesús respondió: "El primero es: 'Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas'. El segundo es: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo'. No hay otro mandamiento más grande que éstos". El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios". Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: "Tú no estás lejos del Reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor.

En español, la alocución de Benedicto XVI para el Ángelus del domingo 4 noviembre 2012
      El Evangelio de este domingo, (Mc 12,28-34) nos vuelve a proponer las enseñanzas de Jesús, sobre el más grande mandamiento: el mandamiento del amor, que es doble: amar a Dios y amar al prójimo.
      Los Santos, que hemos celebrado todos recientemente en una única fiesta solemne, son propiamente aquellos, que, confiando en la gracia de Dios, buscan vivir según esta ley fundamental.
      En efecto, el mandamiento del amor lo puede poner plenamente en práctica quien vive una relación profunda con Dios, así como el niño aprende a amar a partir de una buena relación con la madre y el padre.
      San Juan de Ávila, que proclamé hace poco Doctor de la Iglesia, escribe así al inicio de su Tratado sobre el amor de Dios: «La causa que más empuja nuestro corazón al amor de Dios es considerar profundamente el amor que Él ha tenido por nosotros… Esto más que los mismos beneficios, empuja el corazón a amar; porque aquel que ofrece a otro un beneficio, le da algo que posee; pero aquel que ama se da así mismo con todo lo que tiene, sin que le queda nada más que dar» (n. 1). Antes de ser un mandato, el amor es un don, una realidad que Dios nos hace conocer, experimentar, de manera que como una semilla, que pueda germinar incluso dentro de nosotros y desarrollarse en nuestra vida.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Mensaje de la Reina de la Paz 2-11-12


      "Queridos hijos, como Madre les imploro: perseveren como mis apóstoles. Ruego a mi Hijo para que les dé sabiduría y la fuerza divina. Ruego para que puedan discernir todo lo que los rodea según la verdad de Dios y se opongan fuertemente a todo lo que desea alejarlos de mi Hijo. Ruego para que puedan testimoniar el amor del Padre Celestial según mi Hijo. Hijos míos, grandes gracias les han sido dadas para ser testimonios del amor de Dios. No tomen a la ligera la responsabilidad que les es dada. No aflijan a mi Corazón maternal. Como Madre deseo fiarme de mis hijos, de mis apóstoles. Por medio del ayuno y la oración ustedes me abren el camino a que yo ruegue a mi Hijo, para que Él esté junto a ustedes y para que a través de ustedes su Nombre sea santificado. Oren por los pastores, porque nada de todo esto sería posible sin ellos. Gracias."

Queridos hijos, como Madre les imploro: perseveren como mis apóstoles
 
          
En este mensaje hay un llamado concreto con un nombre también concreto: ser apóstoles y perseverar como tales.
         Sentir que formamos parte de aquellos hijos que escuchan a la Madre no necesariamente equivale a afirmar que se la sigue y se cumple con lo que Ella nos pide. El seguimiento va más allá del sentimiento de amor que digamos profesarle. El seguimiento es la acción concreta en el amor. Seguirla significa ir a los demás y no encerrarse en un reducto, es convertirse en enviado de Ella, ya que apóstol significa eso: enviado. Ser apóstol no es una cuestión de exhibir un título sino de ejercerlo. Y el apostolado, lo dice, es el de dar testimonio del amor de Dios revelado en su Hijo, Jesucristo.
Ruego a mi Hijo para que les dé sabiduría y la fuerza divina


          
Nuestra Madre no deja de orar por nosotros para que seamos sus auténticos enviados, para que perseveremos en la misión que se nos encomienda y para que el Señor nos dé sabiduría y fortaleza, que son dones del Espíritu Santo. Sabiduría para tener la luz del discernimiento en la gran confusión actual y en la aún mayor confusión que se cierne sobre el mundo: la gran apostasía, la impostura de la mentira que niega a Dios, niega su salvación –incluso bajo la diabólica trampa que siendo Dios bueno no puede condenar a nadie y que todos finalmente se salvan-, y niega a Jesucristo como único Salvador de los hombres.
          La persecución, por parte del poder en sus distintas manifestaciones, que ha comenzado y que cada vez será mayor, más evidente y feroz, requerirá tesón y heroísmo para poder dar testimonio, y por ello, debemos ser revestidos de fortaleza. Fortaleza para el combate espiritual y para, en medio de ese combate, dar testimonio de la fe verdadera en el amor de Dios. Ese mismo amor que envía a la Virgen Santísima para guiarnos y revelarnos el tiempo que estamos viviendo. Por eso mismo, una de las estrategias del Enemigo –para sembrar más confusión, que es lo suyo propio, y para desviar del verdadero camino a los fieles y a toda persona que intenta acercarse a Dios- es la de disfrazarse del Señor o de la Virgen con falsos videntes, con mensajes que remedan a los de Medjugorje y a través de estos inocular el veneno. Para ello se vale de muchas debilidades nuestras y una, no menor, la de la curiosidad.
          La curiosidad, a veces asociada a la morbosidad de conocer calamidades que se dice van a acontecer, lleva a muchos a hurgar en la red para saber qué dice en tal o en cual parte la supuesta Virgen, qué apariciones nuevas hay, y por añadidura a volverse, por falta de discernimiento, en propagadores de esas mentiras que de inocentes no tienen nada. Pues, la exhortación es a abandonar todas esas cosas y a dedicarse a vivir los mensajes. A rezar y ayunar. Poniendo siempre el corazón en el ayuno y en la oración, para que sean verdaderamente del corazón. A confesarse asiduamente, no por rutina sino para purificar el corazón, convencidos del mal que anida en nosotros, acusando los propios pecados (¡no lo de los demás!) con ánimo contrito y por ese medio de la reconciliación acercarse cada vez más a Dios. A vivir la Eucaristía que se celebra y a adorarla, que es adorar a Dios mismo. A leer y orar la Palabra de Dios, sobre todo los Evangelios. Y siempre a vivir en la caridad, en el amor, amando y perdonando.