miércoles, 29 de agosto de 2012

Oración al Espíritu Santo por los sacerdotes (para pedir la renovación de los dones recibidos del Espíritu Santo)



     
¡Oh Espíritu Santo! En este día Te pido que vuelvas a inundar el alma de Tu SACERDOTE ..... como en el día de su ordenación. 
     Que vuelva él a sentir el gozo, la felicidad, la emoción tan grande de ese día. 
     Que nunca deje de sentir lo que sintió ese primer día, que nunca se vaya a convertir su vida en una rutina, que cada día amanezca con el mismo celo y la misma voluntad de servirte, sirviendo a los demás. 
     Haz que dé siempre buen ejemplo sin provocar envidias, haz que los que se acerquen a él sientan que se acercaron a Ti y que por medio de él tocaste sus vidas.
     Dale la humildad de reconocer que no somos nada, ni somos dignos de nada pero que por medio de Tu misericordia y por medio de Tu amor nos das todo sin merecerlo, y que lo único que nos queda es aceptarlo y pasar cada instante de nuestras vidas agradeciéndotelo.
     Fortalece sus puntos débiles que son donde Tú manifiestas Tu gloria y sostén sus puntos fuertes, y que sepa reconocer con humildad y con verdad que lo bueno que hay en él, no es más que un reflejo de Ti mismo. No permitas que satanás obstaculice su camino, que cuando lleguen las tentaciones tenga la fuerza para vencerlas al instante, que nunca llegue a ofenderte con la ayuda de Tu gracia. Que sepa reconocer al demonio cuando se le llegue a presentar disfrazado y que sepa ahuyentarlo con el nombre de Jesús y de María. 
     Tu pueblo, Señor, necesita que él y todos Tus sacerdotes sean santos y totalmente entregados a Tu servicio. Ayúdalos porque lo que Tú les pides es muy difícil y sin Ti nada podrán  hacer.
     Tú sabes todo lo que deseo pedir y no puedo expresar y lo tomas en cuenta.
     También Te pido por todas las intenciones que él tenga en su corazón. Que sus sueños, sus anhelos y sus deseos siempre estén de acuerdo con Tu voluntad.
     No permitas que conozca la tristeza, que su alegría interior sea tan grande que no haya nada que la pueda destruir ni afectar.
     Tú sabes que mi intención es la de pedir por él ahora y siempre con la esperanza de que escuches mis pobres oraciones.
     Gracias por todo lo que nos das y esperamos un día, por medio de Tu amor, Tu perdón, y Tu misericordia, llegar a gozar contigo por toda la eternidad en el cielo. Así sea. 



Quien desee descargar esta oración puede hacerlo desde aquí:




Mensaje extraordinario dado por la Virgen a Iván el día 17 -08-12 en el Podbrodo


Ivan dijo:


      «Esto es lo más importante del encuentro con la Virgen esta noche, descrito con las siguientes palabras que les doy. La Virgen ha venido esta noche muy contenta y feliz, y al inicio, como en cada encuentro, nos ha saludado a todos con su saludo materno: “Sea alabado Jesús, queridos hijos míos.” 

      Luego la Virgen ha extendido los brazos y ha orado sobre todos nosotros un largo tiempo.  Oró particularmente por los enfermos aquí presente, luego nos ha bendecido a todos con su bendición materna y ha bendecido todo lo que ustedes han traído para la bendición. Después la Virgen dijo:
      “Queridos hijos, también hoy los invito, en modo particular, a orar especialmente por mis sacerdotes, mis amados, a orar por los obispos y por el Santo Padre. Oren, queridos hijos, por mis pastores, oren más que nunca. La Madre ora con ustedes y está con ustedes. Por lo tanto, perseveren en la oración y oren junto conmigo por mis intenciones. Gracias, queridos hijos, por haber respondido a mi llamado.”

      Luego yo encomendé a todos los presentes, todas sus necesidades, sus intenciones, sus familias, y en particular a todos los enfermos. Luego la Virgen continuó orando un tiempo sobre todos nosotros,  y en particular, Ella sola, por los sacerdotes aquí presente y por los sacerdotes en general, y después se marchó en oración, se marchó en el signo luminoso de la luz y de la cruz con su saludo: “Vayan en paz, queridos hijos míos.”»

Mensaje extraordinario dado por la Reina de la Paz a Ivan Dragicevic el 10-08-12 en el Podbrodo

Ivan dijo:
«Esto es lo más importante del encuentro con la Virgen esta noche, descrito con las siguientes palabras que les doy. La Virgen ha venido esta noche muy contenta y feliz, y al inicio, como en cada encuentro, nos ha saludado a todos con su saludo materno: “Sea alabado Jesús, queridos hijos míos.” 
Después la Virgen dijo:

            “Queridos hijos, he venido a ustedes y me presenté como la Reina de la Paz porque mi Hijo me envío. Deseo, queridos hijos, ayudarlos. Ayudarlos de modo que tengan paz. Pero, tantas veces les he dicho y se los repito a todos ustedes, mis hijos: ¡Yo los necesito, queridos hijos! Yo con ustedes puedo realizar la paz. Por eso hoy los invito: ¡oren por la paz! Oren por la paz en el mundo, oren por la paz en las familias. Renueven la oración en sus familias y pongan a Dios en el primer lugar en sus familias. La Madre ora junto con ustedes e intercede por todos ustedes con su Hijo. Oren, oren y perseveren en la oración. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

lunes, 27 de agosto de 2012

Mensaje de la Reina de la Paz 25-08-12


      ¡Queridos hijos! También hoy, con la esperanza en el corazón, oro por ustedes y agradezco al Altísimo por cada uno de ustedes que viven mis mensajes con el corazón. Agradezcan al amor de Dios porque puedo amar y guiar a cada uno de ustedes por medio de mi Corazón Inmaculado, y también hacia la conversión. Abran sus corazones y decídanse por la santidad, y la esperanza hará nacer la alegría en sus corazones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Fuente: Mensajeros de la Reina de la Paz
www.mensajerosdelareinadelapaz.org

Publicado con el permiso de Mensajeros de la Reina de la Paz

domingo, 26 de agosto de 2012

Domingo 21° del Tiempo Ordinario Ciclo B 26-08-12


Jesús es el pan de vida
La lectura de hoy es la última parte el discurso del Pan de Vida. Desde el próximo domingo, volveremos al evangelio de Marcos que veníamos leyendo. La liturgia introdujo este capítulo del evangelio de Juan, cortando la lectura del de Marcos. ¿Por qué? Las lecturas de los domingos después de Pentecostés apuntan a confrontar nuestro modo diario de pensar y actuar con el evangelio. Pero la lectura del discurso del Pan de Vida está aquí para decirnos que sin la Palabra y la Eucaristía como alimento espiritual es imposible ser constructores de un “cielo nuevo y tierra nueva“ (Apoc 21, 1). Vemos, en efecto, como es caótico en nuestra sociedad el curso de la historia; el discurso del Pan de Vida está ahí para que nuestra propia vida sea plena. La reacción a las palabras de Jesús fue catastrófica. Muchos lo abandonaron, otros quedaron perplejos, otros se dieron cuenta de la absoluta novedad de estas palabras y, aún sin entender mucho, se quedaron con él. Jesús no cedió ni un milímetro; al contrario, estaba dispuesto a quedar solo y empezar de nuevo desde el principio. Para Juan, aceptar este discurso es el primer paso para llegar a ser el “discípulo amado“. Sólo éste tiene el derecho de apoyar su cabeza en el hombro de Jesús, sólo él no lo abandonará en el momento extremo de la cruz y sólo él lo reconocerá, antes que todos los demás, al verlo resucitado (Jn 21, 7). Entonces no es suficiente “creer“, es indispensable “unirse a él como un solo cuerpo“ (Col 2, 9. 17), como el grupito que estaba al pié de la cruz, un único cuerpo el de ellos y el del crucificado, para salvar a la humanidad. Una condición más: para esto es necesario nacer de María, recibirla “en la propia casa” (19, 27), es decir amarla e imitar su vida.
P. Aldo  Ranieri
Inclina tu oído, Señor, respóndeme; salva a tu servidor que en ti confía. Ten piedad de mí, Señor, que te invoco todo el día.

PRIMERA LECTURA
Jos 24, 1-2a. 15-17. 18b

Lectura del libro de Josué.

      Josué reunió en Siquém a todas las tribus de Israel, y convocó a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas, y ellos se presentaron delante del Señor. Entonces Josué dijo a todo el pueblo: "Si no están dispuestos a servir al Señor, elijan hoy a quién quieren servir: si a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país ustedes ahora habitan. Yo y mi familia serviremos al Señor". El pueblo respondió: "Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses. Porque el Señor, nuestro Dios, es el que nos hizo salir de Egipto, de ese lugar de esclavitud, a nosotros y a nuestros padres, y el que realizó ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios. Él nos protegió en todo el camino que recorrimos y en todos los pueblos por donde pasamos. Por eso, también nosotros serviremos al Señor, ya que él es nuestro Dios".

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 33, 2-3. 16-23

¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!

Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren. 

Los ojos del Señor miran al justo
y sus oídos escuchan su clamor;
pero el Señor rechaza a los que hacen el mal
para borrar su recuerdo de la tierra. 

Cuando ellos claman, el Señor los escucha
y los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca del que sufre
y salva a los que están abatidos.
.
El justo padece muchos males,
pero el Señor lo libra de ellos.
Él cuida todos sus huesos,
no se quebrará ni uno solo.

La maldad hará morir al malvado,
y los que odian al justo serán castigados;
pero el Señor rescata a sus servidores,
y los que se refugian en él no serán castigados. 

SEGUNDA LECTURA
Ef 5, 21-33

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.

      Hermanos: Sométanse los unos a los otros, por consideración a Cristo. Las mujeres a su propio marido como al Señor, porque el varón es la cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo. Así como la Iglesia está sometida a Cristo, de la misma manera las mujeres deben respetar en todo a su marido. Los maridos amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella para santificarla. Él la purificó con el bautismo del agua y la palabra, porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada. Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo. Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Así hace Cristo por la Iglesia, por nosotros, que somos los miembros de su Cuerpo. "Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán una sola carne". Éste es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia. En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su propia mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Jn 6, 60-69

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Después de escuchar la enseñanza de Jesús, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?". Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede". Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?". Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios".

Palabra del Señor.

Dice el Señor: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día".

 Alocución del Papa Benedicto XVI previa al rezo del Angelus del domingo 26 de agosto 2012
      Los domingos pasados hemos meditado el discurso sobre el «pan de la vida», que Jesús pronunció en la sinagoga de Cafarnaúm luego de haber saciado miles de personas con cinco panes y dos peces. Hoy, el Evangelio presenta la reacción de los discípulos a aquel discurso, una reacción que el mismo Cristo provoca conscientemente.
      Ante todo, el evangelista Juan – que estaba presente junto a los otros Apóstoles – refiriere que «desde aquel momento muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo» (Jn 6,66). ¿Por qué? Porque no creyeron en las palabras de Jesús que decía: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente (cfr Jn 6,51.54). Para ellos esta revelación permanecía incomprensible, porque la entendían solo en sentido material, mientras en aquellas palabras estaba preanunciado el misterio pascual de Jesús, en el que Él se ha donado a sí mismo para la salvación del mundo.

sábado, 25 de agosto de 2012

Solemnidad de la Asunción de la Virgen María a los cielos 15-08-12


Algunos día después de esta solemnidad, a pesar de no haber publicado esta entrada en la fecha justa, me parece oportuno igualmente subir las lecturas y una homilía del Padre Justo Antonio Lofeudo. Disculpen el atraso.

Apocalipsis 11,19a.12,1-6a.10ab.
 
      En ese momento se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de su Alianza, y hubo rayos, voces, truenos y un temblor de tierra, y cayó una fuerte granizada.
      Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.
Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz.
      Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema.
      Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera.
      La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono,
y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio para que allí fuera alimentada durante mil doscientos sesenta días.
      Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: "Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías, porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios.
      Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: "Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías, porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios.

Salmo 45(44),10bc.11.12ab.16.
 
Una hija de reyes está de pie a tu derecha:
es la reina, adornada con tus joyas y con oro de Ofir.

¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
Olvida tu pueblo y tu casa paterna,
y el rey se prendará de tu hermosura.
El es tu señor: inclínate ante él.

Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían;
con gozo y alegría entran al palacio real.

Carta I de San Pablo a los Corintios 15,20-26.
 
      Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos.
Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección.
      En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida.
      En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder.
      Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies.
      El último enemigo que será vencido es la muerte,

Evangelio según San Lucas 1,39-56.

      En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
      Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
      María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
      Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre".
      María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.



ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Homilía

La primera lectura de la Misa del día nos presenta el final del capítulo 11 y parte del 12 del Apocalipsis. Primero se nos muestra el santuario, que no es ya el santo de los santos del templo, sino el santuario del Cielo y en él el Arca de la Alianza. Según 2 Mac 2,7, Jeremías había ocultado el Arca de la Alianza que, de acuerdo a  interpretaciones rabínicas, reaparecerá al final de los tiempos, o como dice el texto: “cuando Dios reúna a su pueblo y le sea propicio”. ¿Qué contenía el Arca de la Alianza? Maná, las Tablas de piedra de la Ley y la vara de Aarón. Pero atención, inmediatamente después del Arca aparece la Mujer, figura portentosa “vestida de sol, la luna por pedestal y coronada con doce estrellas”.

Ya desde la época de los primeros Padres de la Iglesia se personificó a esta Mujer en María, la Madre del Señor. Entre las razones que la avalan están que esa Mujer “da a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro”, y ese Hijo no es otro que el Mesías, o sea Cristo. Está vestida de sol porque está revestida de la maternidad divina y es Reina, Madre del Rey. Coronada con doce estrellas que aluden tanto a las doce tribus de Israel, por ser Hija de Sión, como a los doce apóstoles de la Iglesia.

viernes, 24 de agosto de 2012

La Imitación de Cristo. Libro 1. Capítulo 7. No te estimes...

3. No te estimes mejor que otros para que no seas, quizás, considerado peor ante Dios que sabe lo que hay en el hombre (cfr. Jn. 2, 25). No te enaltezcas por tus buenas obras porque los juicios humanos son muy distintos de los de Dios, al cual, muchas veces, desagrada lo que a los hombres agrada. Si algo bueno tuvieres, para conservar la humildad, piensa que otros son mejores. No hay nada malo en considerarte por debajo de todos; muy dañino, en vez, es anteponerte aunque fuera a una sola persona.

En el humilde hay paz indefectible y en el corazón del soberbio continua envidia e inquietud.

martes, 21 de agosto de 2012

La Imitación de Cristo. Libro 1. Capítulo 7. No te enaltezcas...

2. No te enaltezcas por las riquezas, si las tienes, ni por las amistades, aunque sean influyentes; tu gloria sea Dios que da todas las cosas y sobre todas ellas quiere darse a sí mismo.
No te ensoberbezcas por la gallardía y la hermosura del cuerpo que pueden perderse o afearse por una pequeña enfermedad.

No te engrías por tu habilidad o talento para no desagradar a Dios al cual pertenece todo lo que de bueno te dio la naturaleza.

lunes, 20 de agosto de 2012

Domingo 20° del Tiempo Ordinario Ciclo B 19-08-12


Comida y bebida que sacian el deseo de vivir
      La lectura del evangelio nos presenta la segunda parte del discurso del Pan de Vida. Ahora cambian los verbos que lo tienen como referente. Aparece, en efecto, el verbo “comer” y la palabra “carne” (v 51). Aquí se habla de la Eucaristía. La celebración de la Misa tiene entonces las dos formas del “pan de vida eterna”: la Palabra y la Eucaristía. Si ésta no siempre es posible para todos, la primera sí lo es. Todos van a Jesús y él no rechaza a nadie (vv 37). Resuena aquí una frase de la segunda carta a Timoteo: “Dios quiere que todos los hombres se salven.” (1, 4). Esta vez la audiencia de Jesús no murmura, sino que “se pelea”. Están horrorizados frente a un absurdo, pero Jesús no se desdice, al contrario insiste. “Carne y Sangre” son dos palabras que indican el cuerpo físico de Jesús, el que será “dado”, entregado en la muerte real del Calvario para la vida del mundo (v 51). “Comer y beber”, son dos verbos unidos en una expresión que indica “participar de la intimidad de una persona” (Hch 10, 40-41); aquí, sin embargo, el sentido que les da Juan es el de la experiencia de un auténtico acto físico del comer (v 54), como aparece también en una expresión de la narración de la última cena (Jn 13, 18). El contexto de este pasaje es el de la Pascua y ésta es muerte y resurrección. La idea que domina es la de la Vida. La pregunta no es la que se hacían los judíos discutiendo entre sí escandalizados: ¿qué sentido tiene lo que dice?, sino la que hace Pedro: ¿A quién vamos a ir? Sólo en el sacramento de la Eucaristía encontramos el “Cuerpo y Sangre” de Jesús, humanidad ofrecida al Padre y, resucitada, distribuida a los creyentes, los que han aceptado la Palabra del Padre, como ulterior sacramento de vida eterna.
P. Aldo  Ranieri


PRIMERA LECTURA
Prov 9, 1-6

Lectura del libro de los Proverbios.

      La Sabiduría edificó su casa, talló sus siete columnas, inmoló sus víctimas, mezcló su vino, y también preparó su mesa. Ella envió a sus servidoras a proclamar sobre los sitios más altos de la ciudad: "El que sea incauto, que venga aquí". Y al falto de entendimiento, le dice: "Vengan, coman de mi pan, y beban del vino que yo mezclé. Abandonen la ingenuidad, y vivirán, y sigan derecho por el camino de la inteligencia".

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 33, 2-3. 10-15

¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!

Bendeciré al Señor en todo tiempo, 
su alabanza estará siempre en mis labios. 
Mi alma se gloría en el Señor; 
que lo oigan los humildes y se alegren. 

Teman al Señor, todos sus santos, 
porque nada faltará a los que lo temen. 
Los ricos se empobrecen y sufren hambre, 
pero los que buscan al Señor no carecen de nada. 

Vengan, hijos, escuchen: 
voy a enseñarles el temor del Señor. 
¿Quién es el hombre que ama la vida 
y desea gozar de días felices? 

Guarda tu lengua del mal, 
y tus labios de palabras mentirosas. 
Apártate del mal y practica el bien, 
busca la paz y sigue tras ella. 

SEGUNDA LECTURA
Ef 5, 15-20

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.

      Hermanos: Cuiden mucho su conducta y no procedan como necios, sino como personas sensatas que saben aprovechar bien el momento presente, porque estos tiempos son malos. No sean irresponsables, sino traten de saber cuál es la voluntad del Señor. No abusen del vino que lleva al libertinaje; más bien, llénense del Espíritu Santo. Cuando se reúnan, reciten salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y celebrando al Señor de todo corazón. Siempre y por cualquier motivo, den gracias a Dios, nuestro Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Palabra de Dios.

Aleluya. "El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él", dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO
Jn 6, 51-59

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

      Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo". Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?". Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente". Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm.

Palabra del Señor.

En español, la alocución del Papa Benedicto XVI para el Ángelus del domingo 19 agosto 2012
      Queridos hermanos y hermanas: El Evangelio de este domingo (cfr. Jn 6,51-58) es la parte final y culminante del discurso hecho por Jesús en la sinagoga de Cafarnaum, después de que el día anterior había dado de comer a miles de personas con solo cinco panes y dos peces.
      Jesús revela el sentido de aquel milagro, es decir que el tiempo de las promesas se ha cumplido: Dios Padre, que con el maná había saciado el hambre de los israelitas en el desierto, ahora lo ha mandado a Él, el Hijo, como verdadero Pan de vida eterna, y este pan es su carne, su vida, ofrecida en sacrificio por nosotros. Se trata por lo tanto de acogerlo con fe, no escandalizándose de su humanidad; y se trata de «comer su carne y beber su sangre» (cfr. Jn 6,54), para tener en sí mismos la plenitud de la vida. Es evidente que este discurso no está hecho para obtener consensos.

martes, 14 de agosto de 2012

Lo bueno que hay en vos (Canción) Padre Eduardo Meana

Te cuento que en un invierno
algún invierno del alma, ya sabés,
en que peleás con vos mismo,
en que te anulás, y en vos nada bueno ves,

Vino al rescate un hermano
viéndome ciego de mí, se compadeció
“Dejá a los otros –me dijo-
que encuentren y tomen lo bueno que hay en vos”.

LO BUENO QUE HAY EN VOS,
ESE MILAGRO ÚNICO QUE SOS,
MISTERIO QUE HAY EN VOS,
TU MANANTIAL QUE NOS FLUYE DESDE DIOS.

LO BUENO QUE HAY EN VOS,
QUE A VECES ESTÁ OCULTO PARA VOS,
LO HERMOSO QUE HAY EN VOS,
DEJA QUE TOMEN LO BUENO
QUE HAY EN VOS,
LO BUENO QUE HAY,
EN CADA CUAL, EN MÍ Y EN VOS.

Herida y sin aceptarse,
tu alma baja a su sótano, y allí
olvida el bien de su vida,
no hay nada digno de ser amado en mí.

Amnesia autodestructiva,
que el amor y la memoria podrán curar.
Memoria de tantos bienes
amor que se alegra y comparte la vida que hay.

Cuando esa niebla te pierda,
cuando parezca que sólo, a tu alrededor,
sea lícito el pesimismo,
y vale muy poco una vida y ya no es un don.

Dejame ir a tu rescate,
cuando esa nada ahogue tu corazón,
sean mis ojos tu espejo,
y vuelvas a ver lo valioso que hay en vos.





Fuente: Esto que soy

lunes, 13 de agosto de 2012

Domingo 19° del Tiempo Ordinario Ciclo B 12-08-12

Todos serán enseñados por Dios


      Jesús había dicho que era el pan “bajado del cielo” (v 41). La verdad que es difícil entender esta expresión. En el Éxodo la encontramos a propósito del maná (16, 4) y se puede entender como un pan que es “don de Dios”. Jesús se identifica con ese “don de Dios” (6, 32). Este capítulo de Juan está dividido en dos partes por un estribillo que se repite tres veces (6, 31. 49. 58). Hoy leemos la primera parte (vv 35-48). En ella aparecen verbos que con el “pan” no tienen mucho que ver: por ej. “...el que crea”, “...el que escucha...”; “... serán enseñados ”, “...el que aprende”. Todos tienen como referente “el pan”. ¿De qué pan se habla? En esta primera parte, el “pan” es la Palabra de Jesús y quién recibe este pan “no tendrá más hambre”, es decir “tendrá la vida eterna”, o también “será resucitado en el último día” (vv. 35. 40). No se está hablando de la Eucaristía, sino de la Palabra y de la fe en la Palabra. Los que escuchan, en efecto, se resisten a creer a lo que Jesús dice. El evangelio dice que “murmuran”: si Jesús es hijo de José y de María, su palabra no viene del cielo, es una más de las muchas palabras de los hombres. Jesús añade una frase difícil de entender. “si el Padre no lo atrae” (v 44). ¿Habrá entonces alguien a quien el Padre no lo atraiga”? No creo. Pocos antes, Jesús dice: “Todo lo que me dé el Padre, vendrá a mí” y añade que la voluntad del Padre, acerca de lo que le ha dado a Jesús, es que él “no pierda nada” (v 39). ¿Qué le ha dado el Padre a Jesús? La humanidad entera con sus desgracias, fatigas y pecados. Pero, dicen los profetas que: “ Serán todos enseñados por Dios” (v 45). No hay entonces ningún ser humano que no pueda llegar a Jesús.
P. Aldo  Ranieri
PRIMERA LECTURA
1Rey 19, 1-8

Lectura del primer libro de los Reyes.

      El rey Ajab contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había pasado a todos los profetas al filo de la espada. Jezabel envió entonces un mensajero a Elías para decirle: "Que los dioses me castiguen si mañana, a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de ellos". Él tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente. Luego Elías caminó un día entero por el desierto, y al final se sentó bajo una retama. Entonces se deseó la muerte y exclamó: "¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!". Se acostó y se quedó dormido bajo la retama. Pero un ángel lo tocó y le dijo: "¡Levántate, come!". Él miró y vio que había a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua.  Comió, bebió y se acostó de nuevo. Pero el Ángel del Señor volvió otra vez, lo tocó y le dijo: "¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!". Elías se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb.

Palabra de Dios.

SALMO
Sal 33, 2-9

¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!

Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren. 

Glorifiquen conmigo al Señor,
alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: Él me respondió
y me libró de todos mis temores. 

Miren hacia él y quedarán resplandecientes,
y sus rostros no se avergonzarán.
Este pobre hombre invocó al Señor:
Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. 

El Ángel del Señor acampa en torno de sus fieles,
y los libra. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
¡Felices los que en él se refugian! 

SEGUNDA LECTURA
Ef 4, 30?5, 2

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.

      Hermanos: No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, que los ha marcado con un sello para el día de la redención. Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo. Traten de imitar a Dios, como hijos suyos muy queridos. Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio agradable a Dios.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Jn 6, 41-51

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

      Los judíos murmuraban de Jesús, porque había dicho: "Yo soy el pan bajado del cielo". Y decían: "¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: 'Yo he bajado del cielo?'". Jesús tomó la palabra y les dijo: "No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: 'Todos serán instruidos por Dios'. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero éste es el pan que desciende del cielo, para que aquél que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".

Palabra del Señor.

En español, la alocución de Benedicto XVI previa al rezo del Ángelus del domingo 12 de agosto de 2012
      La lectura del sexto capítulo del Evangelio de Juan, que nos acompaña en la Liturgia estos Domingos, nos ha llevado a reflexionar sobre la multiplicación milagrosa, en la que cinco panes y dos pescados fueron suficientes para saciar una multitud de cinco mil hombres, y sobre la invitación que Jesús dirige a cuantos había saciado de empeñarse por un alimento que permanece para la vida eterna. Él quiere ayudarles a comprender el significado profundo del prodigio que ha obrado: en el saciar en manera milagrosa su hambre física, los predispone a recibir el anuncio que Él es el pan bajado del cielo (cfr Jn 6,41), que sacia de forma definitiva.
      También el pueblo judío, durante el largo camino en el desierto, había probado un pan bajado del cielo, el maná, que lo había mantenido con vida, hasta la llegada a la tierra prometida. Ahora, Jesús habla de si como del verdadero pan bajado del cielo, capaz de mantener con vida no por un momento o por un trecho del camino, sino para siempre. Él es el alimento que da la vida eterna, porque es el Hijo unigénito de Dios, que está en el seno del Padre, venido para donar al hombre la vida en plenitud, para introducir al hombre en la vida misma de Dios.