Morado
(Cátedra de san Pedro).
Antífona
de entrada cf. Sal 90, 15-16
Me invocará,
y yo le responderé. Estaré con él, en el peligro, lo defenderé y lo
glorificaré; le haré gozar de una larga vida.
Oración colecta
Dios
todopoderoso, concédenos que por la práctica anual de la Cuaresma, progresemos
en el conocimiento del misterio de Cristo y vivamos en conformidad con él. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
1ª Lectura Gn 9, 8-15
Lectura del libro del Génesis.
Dios dijo a Noé y a sus hijos: “Yo
establezco mi Alianza con ustedes, con sus descendientes, y con todos los seres
vivientes que están con ustedes: con los pájaros, el ganado y las fieras
salvajes; con todos los animales que salieron del arca, en una palabra, con
todos los seres vivientes que hay en la tierra. Yo estableceré mi Alianza con
ustedes: los mortales ya no volverán a ser exterminados por las aguas del
Diluvio, ni habrá otro Diluvio para devastar la tierra”. Dios añadió: “Este
será el signo de la Alianza que establezco con ustedes, y con todos los seres
vivientes que los acompañan, para todos los tiempos futuros: Yo pongo mi arco
en las nubes, como un signo de mi Alianza con la tierra. Cuando cubra de nubes
la tierra y aparezca mi arco entre ellas, me acordaré de mi Alianza con ustedes
y con todos los seres vivientes, y no volverán a precipitarse las aguas del
Diluvio para destruir a los mortales”.
Palabra de Dios.
Comentario
El arco iris es señal de la Alianza
entre Dios y la humanidad. Esta alianza posterior al diluvio tiene una
particularidad: se establece con todos los seres vivientes que están con los
seres humanos, pájaros, ganados y fieras. Esta armonía y convivencia entre el
ser humano y los animales recrea la situación paradisíaca, ya que en el Edén
todos los seres habitaban sobre la tierra pacíficamente. Un mundo que vive en
alianza con Dios es un mundo en paz.
Salmo 24, 4-5b.
6. 7b-9
R. Tus
senderos, Señor, son amor y fidelidad.
O bien: Guía nuestros pasos, Señor, por el camino de la paz.
Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame
tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame,
porque tú eres mi
Dios y mi salvador. R.
Acuérdate, Señor, de tu compasión
y de tu
amor, porque son eternos.
Por tu bondad, Señor,
acuérdate de mí según tu
fidelidad. R.
El Señor es bondadoso y recto:
por eso
muestra el camino a los extraviados;
él guía a los humildes para que obren
rectamente
y enseña su camino a los pobres. R.
2ª Lectura
1Ped 3, 18-22
Lectura de la primera Carta del apóstol
san Pedro.
Queridos hermanos: Cristo padeció una
vez por los pecados –el justo por los injustos– para que, entregado a la muerte
en su carne y vivificado en el Espíritu, los llevara a ustedes a Dios. Y
entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros, a los
que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en
que Noé construía el arca. En ella, unos pocos –ocho en total– se salvaron a
través del agua. Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora ustedes son
salvados, el cual no consiste en la supresión de una mancha corporal, sino que
es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la resurrección de
Jesucristo, que está a la derecha de Dios, después de subir al cielo y de
habérsele sometido los Ángeles, las Dominaciones y las Potestades.
Palabra de Dios.
Comentario
La carta contiene una comparación entre
la alianza que Dios hizo con Noé y la que hace con nosotros en el Bautismo. En
ambos casos, el símbolo es pasar por el agua que nos renueva y no une a Cristo.
Aclamación
Mt 4, 4b
El hombre no vive solamente de pan, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Evangelio
Mc 1, 12-15
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Marcos.
El Espíritu llevó a Jesús al desierto,
donde fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Vivía entre las fieras, y
los ángeles lo servían. Después que Juan Bautista fue arrestado, Jesús se
dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: “El
tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la
Buena Noticia”.
Palabra del Señor.
Comentario
En el desierto, Jesús “vivía entre las
fieras”. Esta situación reproduce la imagen del paraíso, donde el ser humano
vivía pacíficamente en medio de los animales. Jesús se nos presenta como el
nuevo Adán, el ser humano renovado, sin pecado, que ha vencido todas las
tentaciones. También nosotros, desde nuestra fragilidad, queremos vivir la
Cuaresma como ese desierto, porque dejamos atrás el pecado y somos conducidos a
la vida nueva de la gracia.
Oración
sobre las ofrendas
Te pedimos
que nos dispongas, Señor, para ofrecer convenientemente estos dones con los que
iniciamos el camino cuaresmal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona
de comunión Mt 4, 4
No sólo de
pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.
O
bien: cf. Sal 90, 4
El Señor te
cubrirá con sus plumas, y hallarás un refugio bajo sus alas.
Oración
después de la comunión
Te pedimos,
Padre, que reconfortados con el pan del cielo que alimenta nuestra fe,
acrecientes nuestra esperanza y fortalezcas nuestra caridad, para que
aprendamos a tener hambre de este pan vivo y verdadero y a vivir de toda
palabra que sale de tu boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración
sobre el pueblo (Facultativa)
Señor,
derrama una copiosa bendición sobre tu pueblo, para que su esperanza crezca en
la adversidad, la virtud se afirme ante la tentación, y obtenga así la
redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente: San Pablo
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