El tiempo
de Cuaresma tiene como finalidad preparar a los fieles para la
celebración de la Pascua; en efecto, la liturgia cuaresmal prepara la
celebración del Misterio Pascual, tanto a los catecúmenos mediante las diversas
etapas de la iniciación cristiana como a los fieles, al rememorar su bautismo y
por la penitencia. Durante este tiempo, la Iglesia, como pueblo sacerdotal,
está llamada a una oración más ferviente y constante, especialmente a favor de
aquellos que se han alejado del Evangelio y de los que no lo conocen. Por eso
no debe dejarse de pedir por quienes Dios busca como el pastor a la oveja
perdida.
Antífona
cf. Sab 11, 23. 24. 26
Señor, tú
eres misericordioso con todos y no aborreces nada de lo que has hecho, cierras
los ojos a los pecados de los hombres para que se arrepientan y los perdones,
porque tú eres el Señor, nuestro Dios.
Oración colecta
Señor
nuestro, concédenos iniciar con el santo ayuno cuaresmal un camino de verdadera
conversión y de afrontar con la penitencia la lucha contra el espíritu del mal.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
1ª Lectura Jl 2, 12-18
Lectura de la profecía de Joel.
Ahora dice el Señor: "Vuelvan a mí
de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos". Desgarren su corazón y no
sus vestiduras, y vuelvan al Señor, su Dios, porque él es bondadoso y
compasivo, lento para la ira y rico en amor, y se arrepiente de sus amenazas.
¡Quién sabe si él no se volverá atrás y se arrepentirá, y dejará detrás de sí
una bendición: la ofrenda y la libación para el Señor, su Dios! ¡Toquen la
trompeta en Sión, prescriban un ayuno, convoquen a una reunión solemne, reúnan
al pueblo, convoquen a la asamblea, congreguen a los ancianos, reúnan a los
pequeños y a los niños de pecho! ¡Que el recién casado salga de su alcoba y la
recién casada de su lecho nupcial! Entre el vestíbulo y el altar lloren los
sacerdotes, los ministros del Señor, y digan: “¡Perdona, Señor, a tu pueblo, no
entregues tu herencia al oprobio, y que las naciones no se burlen de ella! ¿Por
qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?”. El Señor se llenó
de celos por su tierra y se compadeció de su pueblo.
Palabra de Dios.
Comentario
Por medio del profeta, Dios comienza su
anuncio con esta exhortación: “¡Vuelvan a mí!”. La Iglesia nos ofrece el tiempo
de Cuaresma como momento propicio para desapegarnos de las cosas vanas y
dirigir nuestra mirada hacia Dios. Volvernos hacia él implica reorientar las
prioridades y las opciones cotidianas. Él está mirando hacia nosotros. Él
quiere abrazarnos.
Salmo 50, 3-6a. 12-14. 17
R. ¡Ten
piedad, Señor, porque hemos pecado!
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado! R.
Porque yo reconozco mis faltas
y mi pecado está siempre ante mí.
Contra ti, contra ti solo pequé
e hice lo que es malo a tus ojos. R.
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo
espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
que tu espíritu generoso me sostenga.
Abre mis labios, Señor,
y mi boca proclamará tu alabanza. R.
2ª Lectura 2Cor 5, 20—6, 2
Lectura de la segunda carta del apóstol
san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Nosotros somos embajadores de
Cristo, y es Dios el que exhorta a los hombres por intermedio nuestro. Por eso,
les suplicamos en nombre de Cristo: déjense reconciliar con Dios. A Aquel que
no conoció el pecado, Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro, a fin
de que nosotros seamos justificados por él. Y porque somos sus colaboradores,
los exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios. Porque él nos dice en la
Escritura: “En el momento favorable te escuché, y en el día de la salvación te
socorrí”. Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación.
Palabra de Dios.
Comentario
San Pablo, como “embajador de Cristo”,
exhorta a la comunidad a la reconciliación. ¿No será también Cuaresma el tiempo
propicio para que cada uno de nosotros se convierta en embajador de Dios, y
así, con esta Buena Noticia de nuestro Dios que perdona, nos acerquemos al que
está lejos, al que piensa que Dios no lo escucha, y lo exhortemos a aprovechar
este tiempo de misericordia.
Versículo cf. Sal 94, 8a. 7d
No endurezcan su corazón, sino escuchen
la voz del Señor.
Evangelio Mt 6, 1-6. 16-18
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan
cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por
ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre de ustedes
que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando
delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para
ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha,
para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les
gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser
vistos por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en
cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu
Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los
hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. Les
aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando
ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido
por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve
en lo secreto, te recompensará”.
Palabra del Señor.
Comentario
“El Evangelio de hoy indica los
elementos de este camino espiritual: la oración, el ayuno y la limosna (Cf. Mt
6, 1-6. 16-18). Los tres comportan la necesidad de no dejarse dominar por las
cosas que aparecen: lo que cuenta no es la apariencia; el valor de la vida no
depende de la aprobación de los demás o del éxito, sino de cuanto tenemos
dentro [...] Una vez más la Cuaresma viene a dirigir su llamamiento profético,
para recordarnos que es posible realizar algo nuevo en nosotros mismos y en
torno a nosotros, simplemente porque Dios es fiel, es siempre fiel, porque no
puede renegar de sí mismo, porque es fiel y sigue siendo rico de bondad y de
misericordia, y está siempre dispuesto a perdonar y volver a comenzar de nuevo.
¡Con esta confianza filial, pongámonos en camino!” (Papa Francisco, Miércoles
de Ceniza, 2014).
Oración sobre las ofrendas
Al ofrecerte
el sacrificio con el que iniciamos solemnemente la Cuaresma, te pedimos, Señor,
que por las obras de penitencia y caridad, dominemos nuestras pasiones y,
limpios de pecado, podamos celebrar con fervor la Pasión de tu Hijo. Que vive y
reina por los siglos de los siglos.
Antífona de comunión
Cf. Sal 1, 2-3
El que medita
la ley del Señor de día y de noche, da fruto a su debido tiempo.
Oración después de la comunión
Fortalécenos,
Señor Dios, con los sacramentos recibidos para que nuestro ayuno sea agradable
a tus ojos y cure todos nuestros males. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente: San Pablo
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