jueves, 7 de abril de 2011

Los 5 minutos de la Madre Teresa. Abril 7



Los 5 minutos de la Madre Teresa es una compilación de pensamientos y reflexiones de esta gran santa del siglo XX, sencilla y a la vez profunda y realista que, como sabemos, desde que respondió al llamado de Jesús no dejó de practicar la misericordia y la caridad con el prójimo, y de dar cobijo, alimento y amor a la gente más necesitada en Calcuta, allí donde llevó a cabo su obra con las Misioneras de la Caridad.
En este espacio dejaré sus reflexiones para que nos guie con la luz que proviene de su deseo de saciar la sed de Jesús, según ese fue el llamado al que ella respondió, cumpliéndolo con total fidelidad hasta el final.

Abril 7

Jesús quiere que nos amemos los unos a los otros como el Padre lo amó a Él. No hay amor más grande que el que sentimos por los demás. Sin embargo, muchas veces hay más dolor que amor, más amargura que dulzura, más ruido que silencio.

Si no hay amor en nuestro hogar, ante todo examinemos nuestra vida de oración. ¿Es confiada, verdadera, constante, plena, tan real que en el silencio de nuestros corazones podemos escuchar a Dios hablándonos? Si tan sólo conociéramos el arte, la alegría, la fecundidad del silencio, nuestros hogares se convertirían en un reflejo del amor de Dios, en una llama ardiente del amor de Dios en acción.


ORACION PARA APRENDER A AMAR

Señor, cuando tenga hambre,
dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed,
dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío,
dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra,
dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada,
déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre,
pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo,
dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación,
dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado,
dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan,
dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí,
dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo,
vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor,
de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos,
no sólo el pan de cada día,
también nuestro amor misericordioso, 
imagen del tuyo.

                     Madre Teresa de Calcuta

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