Papa Francisco ha dedicado la catequesis de la audiencia general
de los miércoles al Espíritu Santo, “sin el cual -ha dicho el Papa- la Iglesia
no podría vivir y realizar la misión que Jesús nos ha confiado de ir y hacer
discípulos de todas las naciones. Esta misión no es sólo de algunos, sino la
mía, la tuya, la nuestra. Todos deben ser evangelizadores, sobre todo con la propia
vida. Para ello es necesario abrirse sin temor a la acción del Espíritu Santo.
En Pentecostés, el Espíritu Santo hizo salir de sí mismos a los Apóstoles y los
transformó en anunciadores de las grandezas de Dios, que cada uno entendía en
su propia lengua. Este es un primer efecto importante de la acción del Espíritu
Santo, la unidad, la comunión”.
“La confusión de las lenguas, como en
Babel, queda superada, porque ahora reina la apertura a Dios y a los demás, y
lleva al anuncio de la Palabra de Dios con un lenguaje que todos entienden, el
del amor que el Espíritu derrama en los corazones”. “¿Yo qué hago en mi vida?,
-ha dicho el Papa dirigiéndose a los presentes- ¿creo unidad al rededor de mi o
divido, con la charla, la crítica, la envidia?. ¿Qué debo hacer?. Pensemos en
esto”.
“Un segundo efecto del Espírito Santo
-ha continuado el Papa- es la valentía que infunde de anunciar la novedad del
Evangelio con franqueza (parresía), en voz alta y en todo tiempo y lugar. Y
esto, bien apoyado en la oración, sin la cual toda acción queda vacía y el
anunciar carece de alma, pues no está animado por el Espíritu…”Evangelizar,
anunciar Jesús, nos da alegría; en cambio el egoísmo nos da amargura, tristeza,
nos deprime; evangelizar nos alegra”.
El Papa ha destacado la nueva
evangelización como tercer efecto importante. “Una Iglesia que evangeliza debe
comenzar siempre desde la oración, pidiendo como los Apóstoles en el cenáculo,
el fuego del Espíritu Santo. Sólo la relación fiel e intensa con Dios permite
dejar de estar encerrado y anunciar con parresía el Evangelio”.
Papa Francisco antes de concluir ha
recordado las palabras de Benedicto XVI: “Hoy la Iglesia siente el viento del
Espíritu Santo que nos ayuda, nos muestra el camino justo”.. “Renovemos cada
día -ha dicho- la confianza en la acción del Espíritu Santo, dejémonos guiar
por Él, seamos hombres y mujeres de oración, que dan testimonio del Evangelio
con valentía, convirtiéndose en este mundo herramientas de unidad y comunión
con Dios”.
Al finalizar la catequesis, el Santo Padre ha saludado
a los cerca de 50.000 peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. En lengua
inglesa, ha invitado a todos a rezar por las victimas, especialmente los niños,
del desastre ocurrido en Oklahoma.Fuente: Ecclesia Digital
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