martes, 24 de mayo de 2011

Domingo 5°de Pascua Ciclo A 22-05-11

 
Libro de los Hechos de los Apóstoles 6,1-7. 

      En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos.
      Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: "No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas.
      Es preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea.
      De esa manera, podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra".
      La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía.
       Los presentaron a los Apóstoles, y estos, después de orar, les impusieron las manos.
      Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe.

Salmo 33(32),1-2.4-5.18-19. 

Aclamen, justos, al Señor; 
es propio de los buenos alabarlo.
Alaben al Señor con la cítara, 
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas;
Porque la palabra del Señor es recta 
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho, 
y la tierra está llena de su amor.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, 
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte 
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.

Epístola I de San Pedro 2,4-9. 

      Al acercarse a él, la piedra viva, rechazada por los hombres pero elegida y preciosa a los ojos de Dios, también ustedes, a manera de piedras vivas, son edificados como una casa espiritual, para ejercer un sacerdocio santo y ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo.
      Porque dice la Escritura: Yo pongo en Sión una piedra angular, elegida y preciosa: el que deposita su confianza en ella, no será confundido.
       Por lo tanto, a ustedes, los que creen, les corresponde el honor. En cambio, para los incrédulos, la piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular:
piedra de tropiezo y roca de escándalo. Ellos tropiezan porque no creen en la Palabra: esa es la suerte que les está reservada.
       Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz.

Evangelio según San Juan 14,1-12.
 
     "No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí.
En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes.
     Ya conocen el camino del lugar adonde voy".
     Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?".
     Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.
Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".
     Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta".
Jesús le respondió: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: 'Muéstranos al Padre'?
     ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras.
     Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras.
     Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. 

Reflexión. Tomada de "...y habitó entre nosotros" de Juan A. Pujol O.F.M.

Caminando en la verdad hacia la vida

       Cristo es Camino. Siguiendo sus huellas, la Iglesia se va construyendo y va avanzando hacia la Jerusalén celestial. Pero es también Verdad y Vida.
El hombre moderno tiende a concebir la verdad como algo merarmente intelectual, cuando no lo reduce al fruto de la constatación de los sentidos. La verdad de que habla Jesús es la plena verdad, la verdad que es camino a la vida, la verdad que es revelación del misterio profundo de la vida.
       La verdad no es para ser meramente contemplada, sino para ser vivida. No no es dada en posesión, sino para que la sirvamos. Es la verdad quien nos toma a nosotros, nos envuelve y nos desborda.
       Cristo es el camino que lleva en la verdad hacia la vida en razón de ser uno con el Padre. No es simplemente un gran hombre, es el Hijo eterno del Dios único. Viéndolo a él, vemos al Padre. La conducta de Jesús resulta a veces incomprensible, sobre todo a los pecadores. Es el misterio mismo de Dios que se nos presenta en él, no para confirmar e ilustrar las deduccciones de los filósofos, sino para mostrarnos dimensiones insospechables del amor de Dios hacia los hombres.
       En razón de su misma divinidad, Jesús puede prometernos que las obras que él hace las hará quien crea en él, se confíe en él y se una vitalmente a él por la fe. Es un anticipo de la promesa del Espíritu. La fiesta de Pentecostés asoma en el horizonte. El Espíritu Santo descenderá sobre la comunidad, no para evitar los obstáculos del camino, sino para asegurar que la Iglesia no pierda el rumbo. Hasta la casa del Padre, donde Jesús nos espera porque fue a prepararnos un lugar.



Les dejo este hermoso video de hace 11 años atrás cuando Juan Pablo II se encontró con los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud del año 2.000 en Tor Vergata Roma.
¿Recuerdan que un jovencito se animó a llegar hasta él y conversó? Para él debe haber sido realmente emocionante ese momento que aquí les dejo para que recordemos con cariño a quien ahora, gracias a Dios, fue proclamado beato, y más que nunca está cerca nuestro, intercediendo ante Jesús y María por la Iglesia y por el mundo.

En esa oportunidad Juan Pablo II llamaba a los jóvenes a ser los santos del nuevo siglo. También les dijo:

"Queridos amigos, también hoy creer en Jesús, seguir a Jesús siguiendo las huellas de Pedro, de Tomás, de los primeros Apóstoles y testigos, conlleva una opción por Él y, no pocas veces, es como un nuevo martirio: el martirio de quien, hoy como ayer, es llamado a ir contra corriente para seguir al divino Maestro, para seguir “al Cordero a dondequiera que vaya” (Ap 14,4). No por casualidad, queridos jóvenes, he querido que durante el Año Santo fueran recordados en el Coliseo los testigos de la fe del siglo XX."

Si quieren leer todo el discurso que el Papa diera en esa oportunidad pueden leerlo aquí

 Ese desafío que el Papa le planteaba a los jóvenes debe movernos también a nosotros para llegar también nosotros a ser santos desde lo cotidiano y a pesar de las problemáticas actuales.

La canción del video se llama "Jesus Christ you are my life "


Jesus Christ, you are my life

 (Marco Frisina)


Fratelli e Sorelle! Non abbiate paura di 
accogliere Cristo e di accettare la sua potestà! 
E, con la potestà di Cristo, servire l'uomo e l'umanità intera! 
Non abbiate paura! Aprite, anzi, spalancate le porte a Cristo!

Jesus Christ, you are my life,
alleluia, alleluia.
Jesus Christ, you are my life.
You are my life, alleluia.
Tu sei via, sei veritá,
tu sei la nostra vita,
camminando insieme a te
vivrem o in te per sempre.

Jesus Christ, you are my life,
alleluia, alleluia.
Jesus Christ, you are my life.
You are my life, alleluia.

En el gozo caminaremos
trayendo tu evangelio;
testimonios de caridad,
hijos de Dios en el mundo.
Jesus Christ, you are my life,
alleluia, alleluia.

Jesus Christ, you are my life.
You are my life, alleluia.

Tu nous rassembles dans l´unité
réunis dans ton grand amour,
devan toi dans la joie
nous chanterons ta gloire.
Jesus Christ, you are my life,
alleluia, alleluia.
Jesus Christ, you are my life.
You are my life, alleluia.

No hay comentarios :

Publicar un comentario