Cuando los Apóstoles hablaban a Helí de Hebrón, éste entró en la casa por el patio, los discípulos volvieron a la derecha y bajaron el Monte Sión hasta el norte. Pasaron un puente y se fueron por un sendero cubierto de árboles al otro lado del barranco, que está delante del Templo y de la fila de casas situadas al mediodía de este edificio. Allí estaba la casa del viejo Simeón, muerto en el Templo luego de la Presentación de Jesucristo, y sus hijos, de los cuales algunos eran secretamente discípulos de Jesús, vivían en ella actualmente. Los Apóstoles hablaron a uno de ellos, que tenía un empleo en el Templo; era un hombre alto, moreno. Fueron con él al este del Templo, atravesando la puerta de Ofel por donde Jesús había entrado en Jerusalén el día de Ramos, y fueron a la plaza de los ganados, situada al norte del Templo. Yo vi en la parte meridional de esta plaza pequeños cercados en donde saltaban hermosos corderos sobre la hierba, como en jardines pequeños. Allí se compraban los corderos de Pascua. Yo vi al hijo de Simeón entrar en uno de estos cercados; los corderos saltaban a su alrededor como7 si lo hubiesen conocido. Escogió cuatro que fueron llevados al Cenáculo. Por la tarde le vi ocuparse en el Cenáculo de la preparación del cordero pascual; vi a Pedro y a Juan ir, además a diversos sitios y encargar diversos objetos. Los vi también delante de una puerta al norte de la montaña del Calvario, en una casa en donde se esperaban la mayor parte del tiempo los discípulos de Jesús, y que pertenecía a Serafia, tal era el nombre de la que después es llamada Verónica. Pedro y Juan enviaron desde allí a algunos discípulos al Cenáculo y les dieron algunos encargos que he olvidado.
Entraron también en la casa de Serafia, donde tenían que arreglar algunas cosas. Su marido, miembro de Consejo, estaba mucho tiempo fuera de casa con sus negocios, y aún cuando estaba en casa, ella le veía poco. Era una mujer de la edad de María Santísima y que estaba en relaciones con la Sagrada Familia desde mucho tiempo antes; pues cuando el Niño Jesús se quedó en el Templo después de la Fiesta, ella le dio de comer. Los dos Apóstoles tomaron allí, entre otras cosas, el Cáliz de que se sirvió el Señor para institución de la Sagrada Eucaristía.
Entraron también en la casa de Serafia, donde tenían que arreglar algunas cosas. Su marido, miembro de Consejo, estaba mucho tiempo fuera de casa con sus negocios, y aún cuando estaba en casa, ella le veía poco. Era una mujer de la edad de María Santísima y que estaba en relaciones con la Sagrada Familia desde mucho tiempo antes; pues cuando el Niño Jesús se quedó en el Templo después de la Fiesta, ella le dio de comer. Los dos Apóstoles tomaron allí, entre otras cosas, el Cáliz de que se sirvió el Señor para institución de la Sagrada Eucaristía.
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