lunes, 3 de octubre de 2011

Domingo 27° Tiempo ordinario Ciclo A 2-10-11

PRIMERA LECTURA


La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel.

Lectura del libro de Isaías


1 Voy a cantar en nombre de mi amigo el canto de mi amado a su viña.
Mi amigo tenía una viña
en una loma fértil.
2 La cavó, la limpió de piedras
y la plantó con cepas escogidas;
edificó una torre en medio de ella
y también excavó un lagar.
Él esperaba que diera uvas,
pero dio frutos agrios.
3 Y ahora, habitantes de Jerusalén
y hombres de Judá,
sean ustedes los jueces
entre mi viña y yo.
4 ¿Qué más se podía hacer por mi viña
que yo no lo haya hecho?
Si esperaba que diera uvas,
¿por qué dio frutos agrios?
5 Y ahora les haré conocer
lo que haré con mi viña:
Quitaré su valla, y será destruida,
derribaré su cerco y será pisoteada.
6 La convertiré en una ruina,
y no será podada ni escardada.
Crecerán los abrojos y los cardos,
y mandaré a las nubes
que no derramen lluvia sobre ella.
7 Porque la viña del Señor de los ejércitos
es la casa de Israel,
y los hombres de Judá
son su plantación predilecta.
¡Él esperó de ellos equidad,
y hay efusión de sangre;
esperó justicia,
y hay gritos de angustia!

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

R. La viña del Señor es su pueblo.


9 Tú sacaste de Egipto una vid,
expulsaste a los paganos y la plantaste;
10 le preparaste el terreno, echó raíces
y llenó toda la región.
11 Las montañas se cubrieron con su sombra,
y los cedros más altos con sus ramas;
12 extendió sus sarmientos hasta el mar
y sus retoños hasta el Río.
19 y nunca nos apartaremos de ti:
devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre.
20 ¡Restáuranos, Señor de los ejércitos,
que brille tu rostro y seremos salvados!

SEGUNDA LECTURA

Pongan esto en práctica y el Dios de la paz estará con ustedes.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos


6 No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios.7 Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.
8 En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos.9 Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes.

Palabra de Dios.

ALELUIA


¡Aleluia! 

16 No son ustedes los que me eligieron a mí,
sino yo el que los elegí a ustedes,
y los destiné para que vayan y den fruto,
y ese fruto sea duradero.
Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre,
él se lo concederá.
¡Aleluia!

EVANGELIO

Arrendará la viña a otros.

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo


33 Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. 34 Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. 35 Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. 36 El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera. 37 Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: “Respetarán a mi hijo”. 38 Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: “Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia”. 39 Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?”. 41 Le respondieron: “Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo”.
42 Jesús agregó: “¿No han leído nunca en las Escrituras:
La piedra que los constructores rechazaron
ha llegado a ser la piedra angular:
esta es la obra del Señor,
admirable a nuestros ojos?
43 Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos”. 44 . *45 Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos. 46 Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.

Palabra del Señor.

Alocución de S.S. Benedicto XVI luego del Ángelus de este domingo

      ¡Queridos hermanos y hermanas!: El Evangelio de este domingo se cierra con una amonestación de Jesús, particularmente severa, dirigido a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos del Pueblo: 
      “Por eso les digo que a ustedes se les quitará el reino, y se lo dará a un pueblo que produzca los frutos debidos.” (Mt 21,43). Son palabras que hacen pensar sobre la gran responsabilidad de quien en cada época, está llamado a trabajar en la viña del Señor, especialmente con el papel de autoridad, y empujan a renovar la plena fidelidad a Cristo. Él es “la piedra que los constructores han rechazado”, (cfr Mt 21,42), porque lo han juzgado enemigo de la ley y peligroso para el orden público, pero Él mismo, rechazado y crucificado, ha resucitado, convirtiendo la “piedra de ángulo” donde se pueden apoyar con absoluta seguridad los fundamentos de cada existencia humana y del mundo entero. De esta verdad habla la parábola de los viñadores infieles, a los cuales un hombre había confiado su viñedo para que lo cultivaran y recogieran los frutos.
      El propietario de la viña representa a Dios mismo, mientras la viña simboliza a su pueblo, así como la vida que Él nos dona para que, con su gracia y nuestro compromiso, hagamos el bien. San Agustín comenta que “Dios nos cultiva como un campo para hacernos mejores” (Sermo 87, 1, 2: PL 38, 531). Dios tiene un proyecto para sus amigos, pero por desgracia la respuesta del hombres es muy a menudo orientada a la infidelidad, que se traduce en rechazo. El orgullo y el egoísmo impiden reconocer y acoger incluso el don más valioso de Dios: su Hijo unigénito. En efecto, cuando “les mandó su propio hijo –escribe el evangelista Mateo- Los viñeros “Así que le echaron mano, lo sacaron de la viña y lo mataron” (Mt 21,37.39). Dios se entrega a sí mismo en nuestras manos, acepta convertirse en misterio impenetrable de debilidad y manifiesta su omnipotencia en la fidelidad a un diseño de amor, que al final prevé también la justa punición para los malvados. (cfr Mt 21,41).
      Firmemente anclados en la fe a la piedra angular que es Cristo, permanezcamos en Él como un gajo que no puede dar fruto de sí misma si no permanece en la vid. Solamente en Él, por Él y con Él se edifica la Iglesia, pueblo de la nueva Alianza. Al respecto escribió el Siervo de Dios Pablo VI: “El primer fruto de la conciencia profunda de la Iglesia, sobre sí misma, es el renovado descubrimiento de su relación vital con Cristo. Algo bien conocido, pero fundamental e indispensable, pero jamás conocida suficientemente, meditada y celebrada. (Enc. Ecclesiam suam, 6 agosto 1964: AAS 56 [1964], 622).
      Queridos amigos, el Señor está siempre cercano y operante en la historia de la humanidad, y nos acompaña también con la presencia singular de sus Ángeles, que hoy la Iglesia venera como “Custodios”, o sea, ministros de la divina premura para todo hombre. Desde el inicio hasta la hora de la muerte, la vida humana está rodeada de su incesante protección. Y los Ángeles coronan a la Augusta Reina de las Victorias, la Beata Virgen María del Rosario, que en el primer domingo de octubre, en estos momentos, en el Santuario de Pompeya y en Edmundo entero, acoge la ferviente súplica, para que sea abatido el mal y se revele, en plenitud, la bondad de Dios. 

Traducción Patricia Ynestroza- RV

Fuente
  • Nuestra Biblia Abierta. El Libro del Pueblo de Dios. (Editorial San Pablo. Cd)
  • Ecclesia Digital

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