viernes, 30 de septiembre de 2011

Domingo 25° Tiempo Ordinario Ciclo A 18-09-11


Libro de Isaías 55,6-9. 

      ¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca! 
Que el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva el Señor, y él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso en perdonar. 
Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos -oráculo del Señor-. 
Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes. 


Salmo 145(144),2-3.8-9.17-18. 

      Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar.
¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable!
El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas.

El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus acciones;
está cerca de aquellos que lo invocan, de aquellos que lo invocan de verdad.

Carta de San Pablo a los Filipenses 1,20c-24.27a.

      Así lo espero ansiosamente, y no seré defraudado. Al contrario, estoy completamente seguro de que ahora, como siempre, sea que viva, sea que muera, Cristo será glorificado en mi cuerpo. 
      Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si la vida en este cuerpo me permite seguir trabajando fructuosamente, ya no sé qué elegir. 
      Me siento urgido de ambas partes: deseo irme para estar con Cristo, porque es mucho mejor, pero por el bien de ustedes es preferible que permanezca en este cuerpo. 
Solamente les pido que se comporten como dignos seguidores del Evangelio de Cristo. De esa manera, sea que yo vaya a verlos o que oiga hablar de ustedes estando ausente, sabré que perseveran en un mismo espíritu, luchando de común acuerdo y con un solo corazón por la fe del Evangelio. 

Evangelio según San Mateo 20,1-16a. 

       Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. 
Trató con ellos un denario por día y los envío a su viña. 
      Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, 
les dijo: 'Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. 
      Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. 
      Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: '¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?'. 
      Ellos les respondieron: 'Nadie nos ha contratado'. Entonces les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'. 
      Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: 'Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros'. 
      Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. 
      Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. 
      Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, 
diciendo: 'Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada'.
      El propietario respondió a uno de ellos: 'Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? 
      Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. 
     ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?'. 
      Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos".



Comentario de San Gragorio Magno


       El Señor no cesa en ningún momento de enviar obreros para cultivar su viña...: por medio de los patriarcas, luego de los doctores de la Ley y los profetas, y por último, los apóstoles, trabajaba, en cierto modo, cultivando su viña por medio de sus trabajadores. Todos aquellos que, a una fe recta, se unen las buenas obras han sido los obreros de esta viña...
        Los trabajadores del principio del día, de la tercera, de la sexta y de la novena hora representan, pues, el antiguo pueblo hebreo, que, se aplica... desde el comienzo del mundo, a dar culto a Dios con una fe recta, y por tanto, no ha cesado, por así decirlo, de trabajar en el cultivo de la vid. Pero a la 11ª hora, son llamados los paganos, y es a ellos a quienes se destinan estas palabras: "¿por qué habéis estado allí, toda la jornada, sin hacer nada? " pues a lo largo de mucho tiempo, los paganos se habían descuidado de trabajar para la vida eterna, y estaban ahí, en cierta forma, toda la jornada, sin hacer nada. Pero observad, hermanos, lo que responden a la pregunta que se les ha planteado: «porque nadie nos ha contratado». En efecto, ningún patriarca, ni ningún profeta habían llegado a ellos. Y ¿qué quiere decir: "nadie nos ha contratado para trabajar" sino: "nadie nos ha predicado el camino de la vida «?
        Pero nosotros, ¿qué excusa pondremos, si no hacemos buenas obras? Recordemos que hemos recibido la fe, al salir del seno de nuestra madre, escuchado las palabras de vida desde
nuestra cuna, y fueron las ubres de la santa Iglesia el alimento de la doctrina celestial al mismo tiempo que la leche materna.



Fuente: El Evangelio del día

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