El 20 de noviembre de 1887, León XIII había recibido la
visita de peregrinos franceses, con ellos iba Teresita Martín casi una niña, de
Alezán (Normandía). En silencio se acercó al Sumo Pontífice, y le pidió con
humildad y regocijo que la hiciera ingresar en la orden del Carmelo, tenía 15
años. León XIII reconoció en la mirada de la niña algo mágico. Cuatro décadas
transcurrieron, y la niña aquella llegada al Vaticano con los peregrinos
franceses, fue primero beatificada en 1923, y elevada a los altares en 1925,
por el Papa Pío XI con el nombre de Santa Teresita de Lisieux. Había nacido el
2 de enero de 1873. Alumbrada su alma una noche vio a la Virgen María; su
misión era conducir almas por el amor a Dios. En Lisieux, entrando al convento,
cumple las tareas en comunidad y lo hace con honda resignación y extraordinario
valor. El amor a Dios fue su vocación. Su salud se quebranta muriendo el 30 de
septiembre de 1897. Es desde 1927 patrona de las misiones extranjeras. Es
también doctora de la Iglesia junto a Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de
Ávila.
Decía Santa Teresita:
"Comprendí que si la Iglesia tenía un cuerpo, compuesto por
diferentes miembros, el más necesario, el más noble de todos no le faltaba,
comprendí que la Iglesia tenía un corazón, que este corazón estaba ARDIENDO DE
AMOR. Comprendí que el Amor solo hacía obrar a los miembros de la Iglesia, que
si el Amor llegara a apagarse, los Apóstoles ya no anunciarían el Evangelio,
los Mártires rehusarían verter su sangre... Comprendí que EL AMOR ENCERRABA TODAS LAS
VOCACIONES. QUE EL AMOR ERA TODO, QUE ABARCABA TODOS LOS TIEMPOS Y TODOS LOS
LUGARES... EN UNA PALABRA,
QUE
ES ¡ETERNO!"
Comentario
Oración por las misiones
Santa Teresa del Niño Jesús, que has sido justamente proclamada Patrona de las misiones de todo el mundo: acuérdate de los ardientes deseos que manifestaste cuando vivías en la tierra, de querer plantar la Cruz de Jesucristo en todas las naciones y anunciar el Evangelio hasta la consumación de los siglos. Te suplicamos que ayudes, según tu promesa, a los sacerdotes, a los misioneros y a toda la Iglesia.
Amén
Fuente:
Encuentro con la Palabra. Ciclo B. Octubre 2012
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