jueves, 8 de diciembre de 2011

Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María 8-12-11


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis

Pondré enemistad entre tu descendencia y la de la mujer


Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?”.  “Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí”.  Él replicó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?”.  El hombre respondió: “La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él”.  El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Cómo hiciste semejante cosa?”. La mujer respondió: “La serpiente me sedujo y comí”.
 Y el Señor Dios dijo a la serpiente: ,“Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo.
Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida.
Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo.
Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón”.
 El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

¡Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas!


Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria.

El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso

Dios nos ha elegido en Cristo antes de la creación del mundo


 Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bienes espirituales en el cielo, 

y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, 
para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor.
Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, 

conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, 
que nos dio en su Hijo muy querido.
 En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano 

- según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad - 
a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.


Palabra de Dios.

ALELUIA


¡Aleluia! 

El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”. ¡Aleluia!

EVANGELIO

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!


En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”.  Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido.  Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;  él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?”. El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho”. Y el Ángel se alejó.

Palabra del Señor.


Alocución del Papa Benedicto XVI previa al rezo del Angelus en la fiesta de la Inmaculada

      Hoy la Iglesia celebra solemnemente la Concepción Inmaculada de María. Como lo declaró el beato Pío IX en su Carta 'Apostólica Ineffabilis Deus' de 1854, Ella “fue preservada, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en previsión de los méritos de Cristo Jesucristo Salvador del género humano, inmune de toda mancha de pecado original”.
      Esta verdad de fe está contenida en las palabras del saludo que le dirige el Arcángel Gabriel: “Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo” (Lc 1,28). 
      La expresión “llena de gracia” indica la obra maravillosa del amor de Dios, que ha querido devolvernos la vida y la libertad, perdidas con el pecado, mediante su Hijo Unigénito encarnado, muerto y resucitado. Por esto, desde el siglo II en Oriente y en Occidente, la Iglesia invoca y celebra la Virgen que, con su “Sí”, acercó el Cielo a la tierra, haciéndose “generadora de Dios y nodriza de nuestra vida”, como afirma San Romano el Meloda en un antiguo cántico (Canticum XXV en Nativitatem B. Mariae Virginis, en J.B. PITRA, Analecta Sacra t. I, París 1876, 198). En el siglo VII san Sofronio de Jerusalén elogia la grandeza de María porque en Ella el Espíritu Santo ha hecho morada: “Tú superas todos los dones que la magnificencia de Dios haya jamás concedido a persona humana alguna. Más que todas eres rica de la posesión de Dios que habita en ti”. (Oratio II, 25 in SS. Deiparæ Annuntiationem: PG 87, 3, 3248 AB). Y san Beda el Venerable explica: «María es bendita entre la mujeres, porque con el decoro de la virginidad ha gozado de la gracia de ser generadora de un hijo que es Dios (Hom I, 3: CCL 122, 16).
     También a nosotros nos es donada la “plenitud de la gracia” que tenemos que hacer resplandecer en nuestra vida, porque “el Padre de nuestro Señor Jesucristo -escribe San Pablo- nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales… y nos ha elegido antes de la creación del mundo para que fuéramos santos e inmaculados… Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos” (Ef 1, 3-5). Esta filiación la recibimos por medio de la Iglesia, en el día del Bautismo.
      A tal propósito, santa Hidelgarda de Bingene escribe: “La Iglesia es, por lo tanto, la virgen madre de todos los cristianos. En la fuerza secreta del Espíritu Santo la concibe y la da a la luz ofrendándola a Dios de modo que seamos llamados también hijos de Dios (Scivias, visio III, 12: CCL Continuatio Mediævalis XLIII, 1978, 142). Entre los muchísimos cantores de la belleza espiritual de la Madre de Dios, resalta san Bernardo de Chiaravalle que afirma que la invocación “Ave María llena de gracia” es “agradable a Dios, a los ángeles y a los hombres. A los hombres, gracias a la maternidad, a los Ángeles, gracias a la virginidad, a Dios gracias a la humildad” (Sermo XLVII, De Annuntiatione Dominica: SBO VI,1, Roma 1970, 266).
     Queridos amigos, en la espera de realizar esta tarde, como es costumbre, el homenaje a María Inmaculada en Plaza España, dirijamos ahora nuestra férvida oración a Aquella que intercede ante Dios, para que nos ayude a celebrar con fe la Navidad del Señor que se acerca.

(Traducción Claudia Alberto-RV)

Fuente: 

* Nuestra Biblia Abierta. El Libro del Pueblo de Dios. Editorial San Pablo


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