martes, 22 de mayo de 2012

Novena al Espíritu Santo (Día cuatro)



¡El mundo brilla de alegría!
¡Se renueva la faz de la tierra!
¡Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo!

Lectura bíblica: Rom 8, 10-11

Si Cristo está con ustedes, aunque el cuerpo está muerto a causa del pecado, el espíritu vive por la fuerza salvadora de Dios. Y si el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también sus cuerpos mortales por el mismo Espíritu, que habita en ustedes. Palabra de Dios

Invocaciones

Bendigamos a Cristo, el Señor, por quien tenemos acceso al Padre en el Espíritu Santo, y supliquémosle diciendo:

Escúchanos, Señor Jesús.

Envía tu Espíritu, huésped deseado de las almas, y haz que nunca le causemos pena.

Escúchanos, Señor Jesús.

Tú, que resucitaste de entre los muertos y estás sentado a la derecha de Dios, intercede siempre por nosotros ante el Padre.

Escúchanos, Señor Jesús.

Enséñanos a acogernos mutuamente, como tú nos acogiste para gloria de Dios.

Escúchanos, Señor Jesús.

Padre nuestro
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros Tu Reino.
Hágase Tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

Oración final

Padre lleno de amor, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, dedicarse plenamente a tu servicio y vivir unida en el amor, según tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

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