viernes, 25 de mayo de 2012

Novena al Espíritu Santo (Día ocho)


Inicio

¡El mundo brilla de alegría!
¡Se renueva la faz de la tierra!
¡Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo!

Lectura bíblica: Jn 16, 12-13

      Todavía, tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él les hará conocer toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará las cosas futuras. Palabra de Dios.

Invocaciones

Glorifiquemos a Cristo, que ha subido al cielo para enviar el   Espíritu Santo sobre sus Apóstoles, y digámosle suplicantes:

Envíanos, Señor, tu Espíritu.

Señor Jesucristo, que has sido glorificado a la derecha del Padre, envíanos el Espíritu prometido para que nos veamos revestidos de su fortaleza.

Envíanos, Señor, tu Espíritu.

Tú que quieres que tu discípulos sean prudentes como la serpiente y sencillos como palomas, enséñanos por tu Espíritu la verdadera prudencia y sencillez.

Envíanos, Señor, tu Espíritu.


Concédenos que en nuestras tribulaciones compartamos tus sufrimientos, para que podamos compartir también tu gloria.

Envíanos, Señor, tu Espíritu.

Padre nuestro
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros Tu Reino.
Hágase Tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

Oración final

Tu Hijo, Señor, después de subir al cielo, envió sobre los Apóstoles el Espíritu Santo, para que penetraran en los misterios del Reino; te pedimos que repartas también entre nosotros los dones de este mismo Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.

No hay comentarios :

Publicar un comentario