La
devoción al Espíritu Santo proviene del Bautismo. La gracia que recibimos nos
hace “hijos” en el Hijo y “templos” en el Espíritu. El Espíritu mantiene la
sabiduría de las “cosas altas” en nosotros y el “amor de Dios” en la comunidad
de los creyentes.
Día primero
¡El mundo brilla de alegría!
¡Se renueva la faz de la tierra!
¡Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu
Santo!
Lectura bíblica: Gál. 5, 16.22-25
Caminen
según es Espíritu y no realicen los deseos de la carne. El fruto del Espíritu
es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad,
amabilidad, dominio de sí. Si vivimos por el Espíritu, caminemos tras el
Espíritu. Palabra de Dios
Invocaciones
Bendigamos
a Dios Padre, que con tanta generosidad ha derramado los dones del Espíritu
sobre todos los pueblos, y pidámosle que no cese nunca de derramar su gracia
sobre el mundo. Digamos:
Que la gracia del Espíritu Santo abunde,
Señor, en el mundo.
Tú,
que ungiste a Cristo con la fuerza del Espíritu Santo para que realizara la
salvación de los hombres.
Que la gracia del Espíritu Santo abunde,
Señor, en el mundo.
Tú,
que ungiste a Cristo con la fuerza del Espíritu Santo para que realizara la
salvación de los hombres.
Que la gracia del Espíritu Santo abunde,
Señor, en el mundo.
Envía
tu Espíritu, luz de los corazones, para que confirme en la fe a los que viven
en medio de incertidumbres y dudas.
Que la gracia del Espíritu Santo abunde,
Señor, en el mundo.
Padre
nuestro
que
estás en el cielo,
santificado
sea tu Nombre.
Venga
a nosotros Tu Reino.
Hágase
Tu voluntad
en la
tierra como en el cielo.
Danos
hoy nuestro pan de cada día.
Perdona
nuestras ofensas,
como
también nosotros
perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos
dejes caer en la tentación
y
líbranos del mal.
Amén.
Oración final
¡Oh
Dios, que por la glorificación de Jesucristo y la venida del Espíritu Santo nos
has abierto las puertas de tu Reino! Haz que la recepción de dones tan grandes
nos mueva a dedicarnos con mayor empeño a tu servicio y a vivir con mayor
plenitud las riquezas de nuestra fe.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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