“Queridos hijos, vengo a ustedes feliz, y con alegría deseo invitarlos también hoy, a que acepten y vivan mis mensajes. Queridos hijos, deseo realizar con ustedes los proyectos que tengo para el mundo y para la Iglesia. De manera especial, hoy los invito a renovar y vivir mis mensajes. Al comienzo me presenté como la Reina de la Paz y hoy los invito, de modo particular, a orar por la paz, por la paz en los corazones de los hombres, por la paz en sus corazones, ¡porque la paz viene de sus corazones! Queridos hijos, la Madre ora por todos ustedes. La Madre los ama a todos con Su amor materno e intercede por ustedes ante Su Hijo. Queridos hijos, también hoy les digo gracias: gracias por haberme aceptado y por continuar acogiendo y viviendo mis mensajes.”
Fuente: Rosas para la Gospa
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