viernes, 6 de abril de 2012

Novena preparatoria a la Fiesta de la Divina Misericordia. Día uno

      

      El corazón de Jesús rebosa de amor por la humanidad, es esencialmente misericordioso. Además de haberse ofrecido en la cruz para salvarnos de una muerte eterna, desea continuar derramando su misericordia hasta el fin de los tiempos de manera que las almas alcancen la salvación por nuevos medios. A su vez Jesús desea que nosotros también aprendamos a ser misericordiosos con nuestro hermanos, a perdonar.
      Con este propósito, Santa Faustina Kowalska, una religiosa polaca, fue llamada por Jesús para hacer conocer la devoción a su Divina Misericordia.   Esta misión de sor Faustina está detallada en su "Diario. La Divina Misericordia en mi alma". 
      Jesús desea seguir comunicando su amor a la humanidad. En esta devoción, el mensaje de la misericordia y del perdón asume una nueva modalidad, llevándonos a una nueva y más profunda comprensión del alcance del amor de Dios por nosotros: El amor de Dios no tiene límites, está disponible para todos, especialmente para los pecadores más grandes. A este respecto dijo Jesús a santa Faustina: " Cuánto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia (Diario, 723).
      Entre los nuevos elementos de esta devoción se encuentran:

  • La Imagen de Jesús, quien encargó a santa Faustina que pintara un cuadro según la visión que ella tenía de su imagen.
  • La Fiesta de la Divina Misericordia. Jesús pide a santa Faustina que fuese celebrada el domingo siguiente a Pascua de Resurrección.
  • La coronilla
  • La novena, que prepara a la fiesta, la cual pidió Jesús que se rezara a partir del Viernes Santo.
  • La Oración a las 3 de la tarde (la Hora de la Gran Misericordia).
      Sobre todo, lo que caracteriza a esta devoción es la confianza en la ilimitada misericordia divina. Sin ella , esta devoción no existe, y sobre todo la misericordia, reflejada en obras y actitudes de misericordia hacia el prójimo. 

      En sucesivos post continuaré dando más detalles sobre la devoción. Ahora quiero poner a disposición de ustedes la Novena preparatoria a la Fiesta. No pierdan la oportunidad de rezarla.

Novena antes de la fiesta de la Misericordia.
(Comenzar el Viernes Santo)

      Deseo - dijo el Señor Jesús a Sor Faustina - que durante esos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda la gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa de mi Padre (...) cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga pasión.

Rezar primero el Acto de Consagración

Acto de Consagración

      Oh Jesús Misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son inagotables. Me abandono a tu misericordia que supera a todas tus obras, me consagro enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de tu Gracia y de tu Amor que brotaron de tu corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de misericordia corporales y espirituales especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos y enfermos. Mas Tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en Ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad. Amén.


Primer día.

      Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas.

      Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

      Padre eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión, muéstranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia

    Usamos un rosario común.
  • Al comenzar se reza un Padre Nuestro, un Avemaría, y el Credo.
  • Al iniciar cada decena, en las cuentas grandes del Padre Nuestro decimos:
      "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero."
  • En las cuentas pequeñas del Ave María (diez veces)
      "Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."
  • Al terminar las cinco decenas de la coronilla repetimos tres veces:
      "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de 
nosotros y del mundo entero."

Oración final (opcional) 

      Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles nos nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos. 
(Diario, 950)      

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