martes, 10 de abril de 2012

Novena preparatoria a la Fiesta de la Divina Misericordia. Día 5


Deseo - dijo el Señor Jesús a Sor Faustina - que durante esos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda la gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa de mi Padre (...) cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga pasión.

Rezar primero el Acto de Consagración

Acto de Consagración

      Oh Jesús Misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son inagotables. Me abandono a tu misericordia que supera a todas tus obras, me consagro enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de tu Gracia y de tu Amor que brotaron de tu corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de misericordia corporales y espirituales especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos y enfermos. Mas Tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en Ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad. Amén.

Quinto día.

      Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de ese modo alivian mi pasión.

      Jesús misericordiosísimo, que eres la bondad misma, tu no niegas la luz a quienes te piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.

      Padre eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones  y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia

Usamos un rosario común.

·              Al comenzar se reza un Padre Nuestro, un Avemaría, y elCredo.

·              Al iniciar cada decena, en las cuentas grandes del Padre Nuestro decimos:
  
      "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,  la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero."

·              En las cuentas pequeñas del Ave María:

      "Por Su dolorosa Pasión,  ten misericordia de nosotros y del mundo entero."

·              Al terminar las cinco decenas de la coronilla se repetimos tres veces:

      "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de 
nosotros y del mundo entero."

Oración final (opcional) 

      Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles nos nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometemos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos (Diario, 950)

No hay comentarios :

Publicar un comentario