"Queridos
hijos, con mucho amor y paciencia trato que sus corazones sean símiles al mío.
Trato, con mi ejemplo, de enseñarles la humildad, la sabiduría y el amor,
porque los necesito, no puedo sin ustedes, hijos míos. De acuerdo a la voluntad
de Dios los elijo, por su fuerza los fortalezco. Por ello, hijos míos, no
tengan miedo de abrirme sus corazones. Se los daré a mi Hijo y Él, a cambio,
les dará el don de la paz divina. Ustedes llevarán ese don a todos los que
encuentren, darán testimonio del amor de Dios con su vida y darán el don de mi
Hijo a través de ustedes mismos. Yo los guiaré a través de la reconciliación,
el ayuno y la oración. Mi amor es inmenso. ¡No teman! Hijos míos, recen por los
pastores. Que sus labios estén cerrados a todo juicio, porque no olviden que mi
Hijo los ha elegido y sólo Él tiene el derecho de juzgar. Gracias."
Fuente: Mensajeros de la Reina de al Paz
Publicado con el permiso de Mensajeros de la Reina de la Paz
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