Jesús se encuentra con su aflijida Madre
Sacerdote: Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Fieles: Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Simeón, después de bendecirlos dijo a María, la madre: "este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción y a tí misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos". (Lucas 2, 34-35).
Jesús (Sacerdote): Aunque todas las obras que surgen por mi voluntad están expuestas a
grandes sufrimientos, sin embargo considera si alguna de ellas estuvo expuesta
a mayores dificultades que la obra directamente Mía, la obra de la
Redención. No debes preocuparte demasiado por las contrariedades (1643).
Santa Faustina (Fieles): Vi a la Santísima Virgen
(…), que se acercó mí (…) y me dijo estas palabras: Sé valiente, no
tengas miedo de los obstáculos engañosos, sino contempla atentamente la Pasión
de mi Hijo y de este modo vencerás. (449).
Sacerdote: Tú, que sufriste heridas por nosotros.
María, Madre de la Misericordia, está
conmigo siempre, sobre todo en el sufrimiento, así como estabas en la vía
dolorosa de tu Hijo.
Sacerdote: Tú, que sufriste heridas por nosotros.
Fieles: Cristo Jesús, ten misericordia de nosotros.
Canto: Salmo 50
Piedad, Señor, pecamos contra Ti.
Tu amas el corazón sincero,
y me enseñas la verdad en mi interior;
purifícame, Señor, quedaré limpio,
quedaré más blanco que la nieve.
Canto: Salmo 50
Piedad, Señor, pecamos contra Ti.
Tu amas el corazón sincero,
y me enseñas la verdad en mi interior;
purifícame, Señor, quedaré limpio,
quedaré más blanco que la nieve.
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