Jesús es despojado de sus vestiduras
Sacerdote: Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Fieles: Porque por tu Santa cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Te adoramos Cristo y te bendecimos.
Fieles: Porque por tu Santa cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba a abajo, se dijeron entre sí: "No la rompamos. Vamos a sortearla, para ver a quién le toca". Así se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica. Esto fue lo que hicieron los soldados (Juan 19, 23-24).
Santa Faustina (Fieles): Jesús se presentó delante
de mí inesperadamente, despojado de las vestiduras, cubierto de llagas en todo
el cuerpo, con los ojos llenos de sangre y de lágrimas, la cara
desfigurada, cubierta de salivazos.
Jesús (Sacerdote): La esposa debe asemejarse al Esposo.
Santa Faustina (Fieles): Entendí estas palabras en
profundidad. Aquí no hay lugar para ninguna duda. Mi semejanza a Jesús debe
realizarse a través del sufrimiento y de la humildad (268).
Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi
corazón según tu Corazón.
Sacerdote: Tú, que sufriste heridas por nosotros.
Fieles: Cristo Jesús, ten misericordia de nosotros.
Canto: Perdona a tu pueblo, Señor
Perdona a tu pueblo, Señor,
perdona a tu pueblo,
perdónalo, Señor.
No estés eternamente enojado,
no estés eternamente enojado,
perdónanos, Señor.
Canto: Perdona a tu pueblo, Señor
Perdona a tu pueblo, Señor,
perdona a tu pueblo,
perdónalo, Señor.
No estés eternamente enojado,
no estés eternamente enojado,
perdónanos, Señor.
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