miércoles, 23 de marzo de 2011

Ámame como eres

"Conozco tus miserias, las luchas y las tribulaciones de tu alma,
las deficiencias y las enfermedades de tu cuerpo,
sé de tu vileza, de tus pecados y te digo los mismo:
dame tu corazón, ámame como eres...
Si esperas ser un ángel para abandonarte al Amor,
no amarás nunca.
Aún si eres vil en la práctica del deber y de la virtud,
si vuelves a caer a menudo en aquellas culpas
que quisieras no cometer mas, no te permito no amarme,
ámame como eres.
En cada instante y en cualquier situación en que te encuentres,
en el fervor o en la aridez, en la felicidad o en la deslealtad,
ámame como eres. Quiero el amor de tu pobre corazón...
Si esperas para ser perfecto, no me amarás jamás...
Hijo mío, deja que te ame, quiero tu corazón.
Amo en tí también tu debilidad, amo el amor de los pobres
y miserables; quiero que desde los harapos de tu nada
suba continuamente un gran grito: ¡Jesús, te amo!
Hoy estoy ante la puerta de tu corazón como un mendigo.
Yo, el Rey de los Reyes! Llamo y espero, apúrate a abrirme.
Cualquier cosa que suceda, no esperes a ser santo para
abandonarte al amor, no me amarías nunca... Ámame como eres"

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