A partir de hoy y de modo que les sirva como material de reflexión durante el resto de esta Cuaresma y del año, pondré a disposición de ustedes las páginas de un libro que ha servido de inspiración y de modelo para comenzar a vivir el día a día de un modo diferente. Incluso, la lectura y meditación de este libro ha servido como impulso de cambio y de conversión a muchos hombres y mujeres a lo largo de la historia, incluso a grandes santos.
Es necesario profundizar en los consejos que
nos da el autor a través de éstas páginas. Por lo tanto iré publicándolas con
asiduidad, de modo que puedan hacer con ellas una reflexión diaria.
Ésta es una de esas lecturas que no debieran
abandonarse. Incluso finalizado el año, es bueno retomar su lectura al año
siguiente de modo que el rumiar estos sencillos pero profundos consejos vayan
dejando huella en nuestra alma mediante la constancia, la paciencia y la puesta
en práctica. Debiera ser un libro de cabecera para todos aquellos que deseamos
avanzar por el camino de la perfección espiritual.
Sobre su autor. ¿Quién fue Tomas de Kempis?
La
fama mundial de Tomás de Kempis se debe a que él escribió La Imitación de
Cristo: el libro que más ediciones ha tenido, después de la Biblia. Este
precioso librito es llamado "el consentido de los libros" porque se
ha sacado en las ediciones de bolsillo más hermosas y lujosas, ha tenido ya más
de 3.100 ediciones en los más diversos idiomas del mundo. Su primera edición
salió en 1472, 20 años antes del descubrimiento de América (un año después de
la muerte del autor), y durante más de 500 años ha tenido unas 6 ediciones cada
año. Caso raro y excepcional.
Empezar por uno mismo.
En ese tiempo muchísimas personas deseaban que la Iglesia Católica se reformara y se volviera más fervorosa y más santa, pero pocos se dedicaron a reformase ellos mismos y a volverse mejores. Tomás de Kempis se dió cuenta de que el primer paso que hay que dar para obtener que la Iglesia se vuelva más santa, es esforzarse uno mismo por volverse mejor. Y que si cada uno se reforma a sí mismo, toda la Iglesia se va reformando poco a poco.
Una asociación muy útil.
Kempis se reunió con un grupo de amigos en una asociación piadosa llamada "Hermanos de la Vida Común", y allí se dedicaron a practicar un modo de vivir que llamaban "Devoción moderna" y que consistía en emplear largos ratos de oración, la meditación, la lectura de libros piadosos y en recibir y dar dirección espiritual, y dedicarse cada uno después con la mayor exactitud que le fuera posible a cumplir cada día los deberes de su propia profesión. Los que pertenecían a esta asociación hacían progresos muy notorios y rápidos en santidad y la gente los admiraba y los quería.
Un ascenso difícil.
Tomás tiene muchos deseos de ser sacerdote, pero en sus primeros 30 años no lo logra porque sus tentaciones son muy fuertes y frecuentes y teme que después no logre ser fiel a su voto de castidad. Pero al fin entra a una asociación de canónigos (en Windesheim) y allí en la tranquilidad de la vida retirada del mundo logra la paz de su espíritu y es ordenado sacerdote en el año 1414. Desde entonces se dedica por completo a dar dirección espiritual, a leer libros piadosos y a consolar almas atribuladas y desconsoladas. Es muy incomprendido muchas veces y sufre la desilusión de constatar que muchas amistades fallan en la vida (menos la amistad de Cristo) y va ascendiendo poco a poco, aunque con mucha dificultad, a una gran santidad.
Oficios delicados.
Dos veces fue superior de la comunidad de canónigos en su ciudad. Bastante tiempo estuvo encargado de la formación de los novicios. Después lo nombraron ecónomo pero al poco tiempo lo destituyeron porque su inclinación a la vida espiritual muy elevada no lo hacía nada apto para dedicarse a comerciar y a administrar dineros y posesiones. Su alma va pasando por períodos de mucha paz y de angustias y tristezas espirituales, y todo esto lo irá narrando después en su libro portentoso.
El libro que lo hizo famoso.
En sus ratos libres, Tomás de Kempis
fue escribiendo un libro que lo iba a hacer célebre en todo el mundo: La
Imitación de Cristo. De esta obra dijo un autor: "Es el más hermoso libro salido
de la mano de un hombre" (Dicen que Kempis pidió a Dios
permanecer ignorado y no conocido. Por eso la publicación de su libro sólo se
hizo al año siguiente de su muerte). No lo escribió todo de una vez, sino poco
a poco, durante muchos años, a medida que su espíritu se iba volviendo más
sabio y su santidad y su experiencia iban aumentando. Lo distribuyó en cuatro
pequeños libritos. Entre la redacción de un libro y la siguiente pasaron unos
cuantos años.
El
libro cuarto de la Imitación está dedicado a la Eucaristía y es uno de los
más bellos tratados que se han escrito acerca del Santísimo Sacramento.
Millones de personas en todos los continentes han leído este librito para
prepararse o dar gracias cuando comulgan.
¿Un iluminado?
Muchos autores han pensado que
probablemente Tomás de Kempis recibió del cielo luces muy especiales al
escribir La Imitación de Cristo. De otra manera no se podría explicar el éxito
mundial que este librito ha tenido por más de cinco siglos, en todas las clases
sociales.
Otro secreto de su triunfo
Puede ser el que Kempis ha logrado
comprender sumamente bien la persona humana con sus miserias y sus sublimes
posibilidades, con sus inquietudes y su inmensa necesidad de tener un amor que
llene totalmente sus aspiraciones.
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