Durante la Cuaresma, centren su pensamiento en Jesús para alcanzar un espíritu de oración y de recogimiento. Si encuentran dificultades para orar, digan una y otra vez: «Ven, Jesús, a mi corazón. Ora en mí y conmigo para que aprenda de ti cómo debo orar.»
Un buen medio para orar constantemente es rezar el rosario cuando caminan o trabajan.
Fuente: Los cinco minutos de la Madre Teresa
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